martes, 12 de julio de 2011

Aspectos Geohistoricos de cantaura Desde 1740 Hasta el Año 1900


Aspectos Geohistoricos de Cantaura desde 1740 Hasta el año 1900

Prologo

Escribo esta obra de Cantaura recogiendo datos que van desde la organización de esta comunidad con los aborígenes Caribes-Kariñas desde el año 1740 hasta el año 1900. Además de los datos históricos, recojo datos que se refieren a los aspectos geográficos donde está ubicada esta población.

Atendiendo a una exigencia pública y notoria trato en lo posible de abordar elementos todos dispersos de la historia de Cantaura de una manera cronológica desde sus inicios. Sabemos que Cantaura había nacido en un comienzo con un nombre indígena como es el nombre de Chamariapa, referido a una mata o árbol muy frondoso que existe en los lares de la flora del estado Anzoátegui. Este árbol se denomina dentro del área como Murube o Ceiba. Con esto recordamos que el nombre no nació de un cacique, de un área, de un animal, ni tampoco de un sentir antropológico, sino que nació de una referencia floral del area.Ademas de una referencia floral según el entendido de los aborígenes que habitaban esta área. Por otra parte, cuando abordo los detalles históricos comienzo por los orígenes de este poblado cuando Fray Fernando Giménez junto a las etnias Caribes-Kariñas formalizan un poblado con la exigencia de los propios aborígenes que salieron San Joaquín por la muerte del capitán que gobernaba esa área. Fray Fernando Giménez lo que hace es prestarle el apoyo para tal cometido, y de allí se comienza a formalizar una comunidad que luego con el tiempo en el mando eclesial del Fraile Sebastián Ruano se mejora la situación eclesial dando comienzo esto a una comunidad que tenía como centro a Jesús de Nazaret, pero como patrona a la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria. Luego desde ese momento que el Fraile Ruano va adecentando la fe, los mandamientos y la doctrina de la Iglesia católica, que va desarrollando con el tiempo una espiritualidad que emerge su sentido católico en esta área. Sabemos en qué cosas creían los aborígenes Kariñas. Ellos tenían sus propias deidades, y de ello no hay la menor duda: El Sol, La Luna, ciertas Plantas, ciertos animales que eran concebidos como dioses para su interno espiritual. Ahora bien, analizando el siglo XIX que de una manera cronológica lo he expresado en este trabajo, analizo por década los aspectos que pueden reunir cualquier comunidad, cualquier nación, cualquier comarca. Se trata de los aspectos, políticos, económicos, sociales, religioso y culturales que se fueron desarrollando a lo largo y amplio del siglo XIX.

Con esto me sumo a otros escritores que han aportado su grano de arena a la población de Cantaura en cuanto a la historia se refiere. Ha sido un trabajo que lo he hecho con mucha dedicación y mucho esfuerzo para tener tal contenido. Tal vez muchos han dilucidado este tema en repetidas ocasiones, mi intención ha sido el aporte. Cantaura tiene un escenario para hacerle una historia completa, tiene ámbito, y además se presta para que surja una historia que abarque los casi tres siglos de vivencia que ha tenido desde su formación por los aborígenes Caribes Kariñas y el Padre Fray Fernando Jiménez...Cantaura ha recorrido un tiempo 271 años desde que se formo. Ha cruzado escenarios históricos. Ha tenido sus vivencias con los aborígenes, pero también tuvo su vivencia con los Amos de la meseta, que allí se dieron cuando hombres y mujeres se desplazaron de la zona norte de la Provincia de Barcelona y allí engendraron el cruce de familia española. Allí hicieron sus hatos, surcaron el suelo con el algodón, el maíz, el frijol, la caraota, el maní, el arroz, el sorgo, la piña, el aguacate, el cacao, el café. El tabaco aunque muchos estos elementos agrícolas ya los tenían los aborígenes. Por ello al concluir este trabajo que someramente he desarrollado, no me queda que dar Gracias a Dios y la Santísima Virgen en la advocación de la Candelaria, Patrona del estado Anzoátegui y de la Diócesis de Barcelona.

Autor: Pbro. Oscar Matute Ortiz.

Aspectos Geográficos de La Población de Cantaura.

1.1) Situación Geografica y Astronómica.

La población de Cantaura está ubicada en la zona centro del estado Anzoátegui, en el Municipio Freites del mismo Estado. Se encuentra en uno de los laterales de la carretera que conduce de Barcelona a El Tigre en la parte izquierda yendo de Barcelona hacia el Tigre o viceversa en la parte derecha yendo de El Tigre a Barcelona, como a 90 Kilómetros de Barcelona y 50 Kilómetros viniendo de El Tigre hacia Barcelona.

Es una población que está localizada en las coordenadas geográficas: 09º 18`40” de Latitud Norte y 64º 21`34” de Longitud Oeste. Las altitudes en el casco urbano oscilan entre los 261, 64 msnm. En la plaza Guevara y Lira, 251,00 en la Plaza Bolívar, 255,49 en el Grupo Escolar Guevara Y lira y 258,53 metros sobre el nivel del mar, en la Plaza Primero de Mayo. Esta es la demostración astronómica de la población de Cantaura, no alegando el punto astronómico del Municipio Freites que es uno del municipio más inmenso en territoriedad del estado Anzoátegui.

1.2) Límites de la Población.

. Al Norte limita con la población de Santa Rosa de Ocopi y Anaco.

. Al Este fronteriza con la población de santa Rosa de Ocopi y limita con el Estado Monagas.

.Al Sur tropieza con San Tome, El Tigre y Guanipa.

. Al Oeste le queda san Joaquín y santa Ana.

1.3) Superficie de la población o ejidos.

La superficie alcanza unos 10 Km Cuadrados aproximadamente. Es un poblado que tiene varios barrios. A crecido paulatinamente la demografía de la población de Cantaura, se ha ensanchado hacia la parte Este y Sur. Por ello, el crecimiento en estas 2 últimas décadas ha sido avasallador, por la cantidad de personas que han emigrado hacia esta comunidad. Ello se debe al gran auge petrolero que se ha suscitado en la territoriedad de El Municipio Freites.

1.4) Precipitaciones

En esta zona existen precipitaciones que se producen a lo largo del año, unas veces muy subidas y otras más bajas, sin embargo, hay una precipitación con un valor promedio anual de 895 m.m.

Por lo que se nota es más alta que en Barcelona, lo cual se debe a que Cantaura tiene más altitud que la capital del estado.

1.5) Temperatura

Digamos que es un clima variado. Allí se siente a veces calor, otras veces el frío en la noche o tal vez una temperatura moderada.

A continuación la temperatura promedio durante el año; Media: 27º

Máxima: 34º

Mínima: 20,5º

Como es de observar, en esta población, encontramos una temperatura inestable. Esto debido a las estaciones que se dan en Venezuela como son el invierno y el verano. De allí depen­den, en cierto modo, estos cambios.

1.6) Presión Atmosférica

Cantaura se encuentra en una zona plana ubicada en la Mesa de Mondongo que permite que la presión atmosférica no sea


Tan elevada. Se encuentra a una altitud sobre el nivel del mar de 250 m., sin embargo, esto no implica variedad alguna, porque su situación no es tan montañosa, sino plana.

1.7) Barometría

La corriente de aire que viene del mar hace que sea mayor la Barometría. Pero cuando los vientos salen del norte y se desplazan hacia el Oeste es evidente que estos se pronuncian más en la zona costera. En la parte más central del estado, como es Cantaura y el mismo Anaco, empieza a disminuir.

La velocidad del viento en esta área estaría entre los 4 y 5 Km/h. Esto no implica que en un momento dado tenga menos o tal vez más. Las oportunidades sobran, sin embargo, de un modo "estándar" estaría en las cifras ya señaladas.

1.8) Orografía

Como ya se dijo, Cantaura está ubicada en la Mesa de Mon­dongo. Esto supone que a pesar de ser plana su superficie, está al comienzo de la Mesa de Guanipa, en la parte Norte de la misma.

Forma Cantaura un triángulo cuyo lado NW colinda con la depresión del Uñare. El lado meridional, con los Llanos Bajos y los Llanos de Monagas, y por el lado noreste se prolonga hasta ponerse en contacto con los Llanos de Monagas (1).

Sabido es que Cantaura ha crecido gracias a las explotaciones petroleras que se han realizado en su área, lo cual ha permitido un avance ligero en su población con tenden­cia a formalizarse como núcleo urbano.

1.9) Hidrografía

Como Cantaura está en una zona de Mesa, esto permite que la mayor parte de las corrientes fluviales que recorren esta zona se queden en la misma área.

La permeabilidad de los suelos de la Mesa permite la rápida filtración de las aguas pluviales las cuales resumen a la superficie al pie de los escalones, favorito o carac­terístico de esta formación tabular.

Sin embargo, Cantaura se nota rodeada por un sinnúmero de ríos como son: el Anaco, Aragua, Güere, Pariaguan, Moquete, Caris, Morichal Largo, Perro, Úrica y Tacata.

1.10) Zoografía

La fauna de las mesas geográficas son relativamente abun­dantes: El mono Tití, la ardilla, el gato montés, el loro, el turpial, el zamuro, el cachicamo, la cascabel, el araguato, el mato o mejor dicho la lagartija, el rabopelado, son animales muy comunes en esta área adyacente a la población de Cantau­ra.

Adentrándose un poco hacia los montes y riachuelos, nos encontramos con el conejo, la tragavenado, la cuaima o mapanare, el ágil venado, animal éste perseguido por los cazadores; así como la lapa que es un animal codiciado por su carne exquisita.

También se encuentra el báquiro, la guacharaca, la palo­ma turca, el chigüire, el morrocoy, la perdiz, etc.

En los ríos se encuentran el bagre, la sardina, la


Guabina, el culebrino, el tigrito, el busco, etc.

Otros animales que se encuentran en esta área son: el murciélago, la lombriz de tierra, el sapo, la rana, la coítora, el zancudo, el mosquito, el azulejo, el arrendajo, etc.

1.11) .Fitogeografía

En las mesas es común un pasto corto, duro y de un verde azulado que en la estación de sequía se torna amarillento o grisáceo. Abunda la cortadera, la picatón, la cola de gallo, el junco, el bejuco, etc.

Al norte de la Mesa de Guanipa (en esta parte se encuentra la población de Cantaura) las tierras son de color ocre y están cubiertas de muy escasos pastos y aun los chaparros son esca­sos.

Si se observan las áreas fluviales cerca de esta población encontramos el berro macho de hojas redondeadas y sus raíces de tubérculos flotantes y de bellas flores (2).

Se puede notar también el barbasco, el pardillo, el cují, el guatacaro, el roble, el jabillo, etc.

1.12) Suelos

Cantaura, por estar situada en un área de mesa, posee suelos rojos intermitentes. En las propias mesas los suelos son latéricos y frecuentes. (3).

De acuerdo a estudios realizados en las mesas, las arenas que cubren dichas áreas, tienen un espesor de 20 a 30 cm. La capa arenosa ha tomado un color gris oscuro, en un espesor de cinco a ocho centímetros debido a la quema de los pastos, por lo cual, con el tiempo, se han mezclado las cenizas con la arena. El agua de lluvia penetra rápidamente por estos suelos. La roca madre es ferruginosa y en muchos lugares queda al descubierto, o bien puede ser un aglomerado de cuarzo cementado con arcilla ferruginosa.

Los suelos arenosos que cubren la parte de las mesas son diferentes en sales y no tienen humus.

El fósforo y la potasa son muy escasos. El pH de estos suelos presenta una media ubicada en una medida de 6, lo cual permite clasificarlos como ácidos. (4).

1.13) Aspectos Geológicos

Cantaura, por ser una zona muy cercana a Anaco y estar situada en una meseta, pertenece al Plioceno. Progresivamente han ido disminuyendo las elevaciones del norte, debido a la erosión se fueron nivelando los suelos meridionales hasta permi­tir emparejar el paisaje.

Ya con el tiempo, en el Pleistoceno, nuevas sedimentaciones han surgido, se han formado mesas que son en su formación de origen aluvial, lo que quiere decir que estaban integradas por gravas, arcillas y arenas que se manifestaron o se ubicaron en forma estratificada.

El proceso erosionar subsiste y los materiales arrastrados tienden a cubrir las tierras bajas situadas al pie de las mesas. Estos suelos, de reciente formación, donde se ubica

Cantaura, son zona petrolera; integran los suelos cuaternarios del sur de las mesas hasta llegar al cauce del Orinoco (5)

1.14) Población

En el año 1740, cuando fue fundada esta población, en la misma no se tenían noticias sobre la cantidad neta de habitan­tes, sin embargo, a partir del año 1752 se pueden tener en consi­deraciones algunas notas estadísticas:

AÑO

de HABITANTES

1742

250

1755

200

1761

229

1767

257

1773

302

1779

373

1783

384

1799

658

1845

3.786

1873

12.713

1881

19.826

1936

8.608

1941

10.053

1950

17.606

1961

25.841

1971

34.321

1980

28.000

El factor principal y determinante del crecimiento y desarrollo de la población de Cantaura ha sido la actividad petrolera. Pero debemos tener en consideración que a partir del año 1873 Cantaura asciende en una forma empinada, cosa que sorprende. En esto influyó el hecho de que antes tenía otros territorios que actualmente no posee, y por otra parte, en Venezuela se empieza a vivir una situación de paz en la pro­vincia, así como también se estaba en la búsqueda de servicios sociales en pro de la salud.

A partir del año 1936, la densidad de habitantes por Km^ se ubicaba en un 2,07 hasta 1961 con 7,74; lo que significa que en estos últimos años adquiere un desarrollo bastante significativo gracias a las instituciones, a las empresas, fuentes de trabajo que va teniendo la población de Cantaura

SEGUNDA PARTE

ASPECTO HISTÓRICO

2.1) Población Prehispánica.

Hablando del tiempo prehispánico en esta zona o área, se hace necesario detallar que esta fue una zona muy cobijada por las tribus Caribes-Kariñas, Cumanagotos. Desde hace siglos, hasta antes del nacimiento de Jesucristo ya este área había sido invadido por estos aborígenes quienes se habían esparcido por esta zona, a pesar de ser una zona plana y en otra de alturas, sin embargo, los aborígenes se iban adaptando hasta crear su hábitat que fue lo que hicieron estos aborígenes como fueron los Kariñas, Caribes, Cuacas, Arawacos, aunque los que se establecieron e hicieron vida fueron los aborígenes antes nombrados. Estos aborígenes iban tomando cuerpos antropológicos en la zona. Por ello, cuando viene la invasión de españoles, holandeses, franceses y alemanes a esta zona, ya los aborígenes tenían su escenario de vivencia, ya sabían qué tipo de comida comer, como vestir, como vivencial sus costumbres, como educar a sus progenitores con la cultura oral y sin símbolos como tal vez lo utilizaron y lo siguen utilizando los europeos y quienes invadieron estas tierras. Toda la zona central de lo que hoy el estado Anzoátegui estaba asediada por el aborigen. Había una fauna muy rica en animales de todo tipo, la flora era otra elemental situación forestal que permitía al aborigen una alimentación y un elemento vital para su medicina. Sabemos que los aborígenes antes de instalarse en la zona tuvieron que luchar con grupos de aborígenes que invadían la zona y se apoderaban de los pertrechos y de la tribus que ya tenían sus chozas construida a base de puro arboles y alguno tipo de tierra que usaban para la construcción de esas vivienda que de alguna manera ordinaria construían los aborígenes.

2.1.1) Tribus de la zona

Las tribus aborígenes que básicamente habitaron el área de Chamariapa, fueron Kariñas, Cumanagotos y Caribes.

En torno a esto dicen Marc de Civrieux que " los registros bautismales de Aragua de Barcelona, posteriores a 1757 ' reflejan un constante y considerable aporte de nuevas familias cumanagotas dispersas en los Llanos de Anaco y Chamariapa (hoy Cantaura), correspondientes a los siglos XVIII y XIX, se obser­va, junto con los apellidos Kariñas, una gran proporción de apellidos cumanagotos. (6).

Según estas consideraciones podemos decir que el área de Cantaura, durante los tiempos del pre hispanismo como de la conquista y la misma colonia, estuvo sometida al régimen de las etnias antes nombradas. Sabemos que cuando el invasor empezó a tomar terreno sobre estos sitios, se iban dispersando, conociéndose también casos de los que eran sometidos para tener la misma vida del español.

2.1.1.1) Los Cumanagotos

El indio Cumanagoto se diferenciaba de todos los demás porque tiene alcoholados los ojos, los cuales es gala para él los.

Humboldt decía que los indios más numerosos que había en Venezuela eran los Cumanagotos, de allí la gran extensión que ocupaban.

Según el informe de Ruiz Blanco, los Cumanagotos " tenían cabelleras largas y cuerdas en el cuello, tanto hembras como varones".

Juan Miranda sostiene que en 1536 los Cumanagotos anda­ban del todo desnudos y tenían un cuello de calabaza del tamaño que les conviniese. Allí traían metido el miembro viril y todo lo demás descubierto. Aquel calabazo, con una cuerda, lo llevaban ceñido a la cintura con dos agujeritos.

Explica Ruiz Blanco que los Cumanagotos eran aficionados a las cuentas y a los corales. También usaban pulseras y gar­gantillas. Utilizaban talismanes, pinturas corporales y tatua­jes. Las pinturas eran de onoto mezclado con goma de carapa y los usaban en oportunidades festivas.

En la guerra usaban en los párpados un tatuaje de color azul oscuro para confundir al enemigo.

Fabricaban flechas, arcos, paletas de madera que llamaban macana y eran en madera fuerte y pesada, hechas de diferentes maneras para ofender y defenderse de las naciones contrarias. Las viviendas eran de dos tipos: la una tenía forma cónica, la otra de forma "larga" (oblonga).

Al describir sus casas Ruiz Blanco señala que eran de madera, redondas al modo de los almiares con su encaramado y la techumbre empezaba desde tierra, hecha de corteza de árboles.

Caulín las describe en forma de rancherías o caneyes como "casas largas de paja". Ellos (los Cumanagotos) ubicaban sus casas en sitios como cerros eminentes, llanos arenosos y de menos humedad. Expresa que vivían dispersos en familias por los montes, en poblaciones pequeñas.

Exigían aptitudes para ser consagrados como jefe de la
tribu y esas condiciones tenían que ver con destrezas en la
agricultura, la guerra y al conocimiento en la tradición. En
caso, de poseer " grandes poderes", su fama y su influencia
religiosa se extendían a las casas vecinas y aun a otras tribus.
En tiempo de guerra, todo shaman famoso podía ejercer su
control sobre diversas bandas, quien cristalizaba

Mesiánicamente la resistencia contra el enemigo.(7).

Todas las características de los Cumanagotos denotan que tenían una idiosincrasia que aún persiste en algunos habitantes de la mencionada etnia. Ya he dicho que en Chamariapa había existido el indio Cumanagoto, cuando éste empezó a dispersase. Por otra parte estuvo el Caribe, precisamente en el momento de su fundación. Estos eran los favoritos de ese territorio. Lo de los Kariñas es argumento que no necesita ningún bosquejo sino toda una historia, ya que ellos han sido hasta nuestros días, los "papaupas" de estos lugares.

2.1.1.2) Los Kariñas

El indio Karina en esta región ha sido altamente autóctono. Siempre ha permanecido y ha sido el más natural en esta área. Los misioneros sostienen que los Kariñas de Guarapiche, lo que no está muy lejos de Cantaura, ya que esta población está en línea recta hacia Guarapiche, permitió que esta etnia tuviera su comunicación con este sector.

Los Kariñas eran originales en su hablar. Se caracteriza­ban por su orgullo. Eran reacios al sometimiento español. Tenían chinchorros que llamaban carriel y lo hacían en telares que eran dos palos verticales clavados en el suelo. También hacían otros tejidos de algodón. Estos eran el maure y el guayuco, vestimenta que usaban, aunque quienes elaboraban esta prenda eran las mujeres.

En los Kariñas existían los shamanes quienes, bajo la opresión del conquistador, se convirtieron en jefes y mesías nativos y dirigían las operaciones de liberaciones de territo­rios.

El jefe Kariña actuaba, como los demás, en las faenas cooperativas y su status sólo le permitía administrar y coordinar democráticamente las actividades laborales colectivas, los ritos y las relaciones con otros grupos locales.

Es probable que en los Kariñas los jefes y sus hijos tuvieran un privilegio de eludir la norma general de uxoril calidad; eso les permitía agregar a su grupo las mujeres que los allegados les ofrecían personalmente en matrimonio para beneficiarse de su alianza.

Los Kariñas del Orinoco cautivaban mujeres, las cuales les daban hijos libres que eran plenamente adoptados e integrados a las tribus.

La poligamia era una tolerancia informal; mientras que la monogamia { o matrimonio preferencial) era formalmente reconocida por la tradición, la rígida estructura familiar del grupo local y el ritual religioso.

Los niños Kariñas solían tener "varios padres y varias madres". Sus auténticos progenitores, los hermanos del Padre (que los niños tratan de Padre) y las hermanas de la madre (que no diferencian de su verdadera madre).

Los Kariñas vivían de la caza, la pesca y el "silves-trismo". Tenían sus perros, pero no al estilo nuestro, sino más bien pequeños, con los cuales solían cazar. Estos perrillos eran autóctonos, es decir un tipo de perro precolombino.

Comerciaban con los tomuzas y con los cumanagotos. Este comercio se basaba en la sal y en la pesquería marina. El indio Kariña cree que cuando uno de ellos fenece, se convierten en una especie de vegetal o animal, lo que ellos denominan "especie" o " familia" - es lo mismo que decir jefe de familia. Este ser invisible vive en su casa o en un poblado de una manera invisible, semejante a los poblados humanos.

Adoraban al sol y a la luna. Ambos eran considerados como sus dioses supremos.

2.1.1.3) Los Caribes

Caulín sostiene que el aborigen Caribe es más dispuesto y hermoso, más alentador, muy limpio y de un andar perezoso.

Humboldt por su parte, dice que estos indígenas son los más numerosos, ya que él lo comprobó en una travesía por las sabanas meridionales de la Nueva Barcelona, abarcando territo­rio de San Mateo, Cantaura, Guanipa, El Tigre, El Pao, etc.

He aquí un señalamiento de Humboldt sobre las llanuras de la Nueva Barcelona: "La llanura parecía formar ondulaciones a causa del reflejo del aire, y cuando, tras una hora de camino.


Llegamos a aquellas palmeras que se elevaban como mástiles en el horizonte, vimos con sorpresa cuantas cosas están ligadas a la existencia de una sola planta". (8).

El camino, indica, se le hizo sofocante, agitado hasta que el 13 de julio de 1799 llegó al pueblo de Cari donde encon­traron más de 500 Caribes. Ante esto Humboldt tomo en consi­deración algunos detalles de estos indígenas: " En ninguna parte he visto toda una tribu constituida por gentes de elevada estatura (1,78 a 1,88 m). Los hombres van vestidos igual que las mujeres, los cuales llevan sólo el guayuco o cinturón en forma de faja. Esta prenda es tan holgada, que cuando hacia el atarde­cer desciende la temperatura se cubren con ella uno de los hombros. Como llevan el cuerpo teñido de onoto, sus altas figuras con pintorescos ropajes parecen estatuas de bronces de la Antigüedad clásica cuando se ven desde lejos destacándose en la estepa contra el fondo del cielo. Los hombres llevan el pelo cortao... parte de la frente está pelada al rape... Un enorme mono de forma circular empieza casi en el occipucio. La nariz no es tan ancha ni aplastada, los pómulos son menos salientes, toda la expresión de rostro es menos mongólica. En sus ojos, más negros que las restantes tribus de Guayana".

“Los Caribes-continúa- tienen algo de grave en su porte y de melancólico en su mirada, como la mayoría de los habitantes primitivos del Nuevo Mundo. Se tifien las cejas con caruto, les dejan crecer y juntarse; con frecuencia se pintan toda la cara con manchas negras, para tener un aspecto más feroz".

En la conversación que tuvo Humboldt con los misioneros del Cari, éstos afirmaron que de todos los pueblos del Nuevo Continente, los Caribes son, tal vez, los menos antropófagos y menos caníbales que pueda haber. (9).

Toda la zona de la Mesa de Guanipa fue habitada por el indio Kariña y Caribe, de los cuales todavía hoy en día quedan sus rasgos. Así lo podemos constatar cuando Monseñor Maradei dice que en la Mesa de Guanipa (Bajo Hondo, Las Poto­cas, Barbonero, El Toco, Tascabaña, Mare-Mare, Mapiricure, Cerro Negro, Pirara, Cuiba, Cerro Ceco y sabanas alrededor) viven cerca de unos 1.214 indios. (10).

2.2) Origen del término Chamariapa

No siempre es fácil determinar el origen de un término. A veces se caen en polémicas y discusiones estériles por tal conte­nido o sentido de los términos cuando estos vienen de dialectos indígenas.

Ante tal postura voy a intentar de buscar un acercamiento a tal término. El doctor Lisandro Alvarado, destacado indigenis­ta, explica en su libro " Glosario de voces indígenas", que el término Chamariapa es nombre de un árbol especie de ceiba de Barcelona y Maturín; añade que esta especie vegetal se da en aquel paraje. Los españoles le daban el nombre de Murube que en lenguaje científico se le reconoce con el nombre de Bombax.

Es cierto que el término en lengua Caribe es Camariapa, pero ocurrió que los españoles le añadieron una "H" llamando entonces Chamariapa a este asentamiento.

El Padre Acereda La Linde, creo que no muy enterado sobre el particular, dice que Camariapa es un cedro y su nombre se convirtió en Chamariapa. (11). Este criterio es muy discuti­ble, y es posible que más bien haya sido la Ceiba.

2.3. Un nuevo nombre: Cantaura.

Se sostiene que el cambio del término Camariapa por Chama­riapa ocurrió en el año 1855, cuando en el Concejo Municipal estuvo presidido por Felipe Guevara y Lira, hermano del Arzo­bispo Silvestre Guevara y Lira. Pero ¿qué fue lo que motivó el cambio del nombre de este lugar?

El Padre Acereda La Linde indica que el 12 de junio de 1819 el General Santiago Marino sostuvo un combate con el jefe realista Coronel Eugenio Arana en un lugar muy cercano a Chamariapa denominado Cantaura donde el patriota resultó victo­rioso, en honor a ello se le dio el nuevo nombre a este lugar.

Monseñor Maradei coincide al señalar que el 12 de junio de 1819 hubo esa batalla entre Marino y Arana, en un hato denomina­do Cantaura, muy cercano al Uñare. Pensamos que este hato quedaba más bien, cerca del río Aragua.

Dicen algunos connotados historiadores que han investigado la materia, que en vista de la importancia de este combate y teniéndose un acto heroico en esta región, merecía que a este terruño se le denominara Cantaura, lo cual se hizo el año de 1855.

Algunos comentarios surgidos del poblado de Cantaura señalan que en el hato donde se dio el combate entre Marino y Arana se había dado en la jurisdicción de este poblado o muy cerca de este de esta área, cuestión que es muy absurda para todo historiador que quiera tener un poco de veracidad sobre la temática de la Batalla de la Cantaura.


Por otra parte se ha dicho que en esta área existía una familia española; y de hecho existieron no una, sino varias familias españolas. Pero que dentro de esas familias española existía una muy especial que tenía unas lindas donce­llas; entre ellas sobresalía una llamada Aura, mujer inclinada hacia el canto. Cuando regresaba su padre de sus faenas le pedía que le cantara y quien motivado por el canto de su hija y apreciándole mucho, le manifestó que ese hato donde vivían llevaría el nombre de ella. Lo cual este talento sería respaldado por su don artístico, tal como era su canto. El padre, comprometiendo su palabra, bautizó este sitio con el nombre de " CANTA AURA".De hecho ya no se puede hablar de este episodio, ya que lo que prospero en todo esto fueron ambiciones políticas por parte de Mons. Guevara y Lira y el Presidente de la Republica de aquel entonces. Por otra parte, teniéndose un cierto desprecio por los aborígenes, ya que Cantaura llevaba un nombre aborigen, este fue eliminado y así se trato en lo posible de eliminar la idiosincrasia de un pueblo que había nacido con el gentilicio de los caribes-Kariñas. Basto un plumazo de los Amos de la meseta como dice Félix Pastrano Freites para convertir un gentilicio en otro que está a 150 kilómetros del paraje de Chamariapa.

2.4) Fundación de Chamariapa.

Autores como Fray Antonio Caulín, Odilio Gómez Parente, Monseñor Constantino Maradei y J.M. Guevara Carrera tienen el mismo criterio sobre la fundación de esta población. En ello coincide el señalamiento al respecto contenido en la Enciclope­dia de Venezuela (Tomo II).

Nosotros nos acogeremos al planteamiento más completo y más original sobre esta materia, es decir lo dicho por Caulín, cronista de la Nueva Andalucía que señala lo siguiente sobre la fundación de Chamariapa: " Diese principio a la fundación de este pueblo el año de mil setecientos cuarenta, por el R.P Fr. Fernando Ximénez, con algunas familias que salieron del pueblo de San Joaquín, a causa de una muerte que uno de ellos había dado a uno de los regidores de este pueblo, ambos ya cristianos por lo que desde entonces quedaron amotinados y recelosos de que los parientes tomasen venganzas de aquella muerte, que acaso haría en una de sus solemnes embriagueces, se retiraron a las cabeceras del Río Aragua, al sitio de Chamariapa; y trae la etimología de una especie de árbol que se da en aquel paraje, a quien los españoles llaman Murebe, y los indios Caribes Cha­mariapa”.

En este sitio -prosigue- distante tres leguas de San Joaquín, ofrecieron los indios fundara de su nación, trayendo para su aumento gente de las orillas del Orinoco. Propusieron de éste que no condescendiendo a su pretensión sería inevitable la fuga de la gentilidad, asintió gustoso a su propuesta; y juntadas sus casas, dio principio con ella a la fábrica de una mediana iglesia y casa para el Religioso Misionero, del cual se proveería luego que llegase nuestra Misión, que esperaban de las Provincias de España".

Añade Caulín que efectuase así por el V. Discretorio, asignado para su primer Ministro al P. Fr. Gerónimo Martín Ruano, quien a su llegada entabló el orden de la Doctrina Cristiana, eligió oficiales de Justicia, y con su buena aplicación de la lengua Caribe, y algunas entradas que hizo a los montes, adelantó al pueblo hasta ponerle en el pie de doscientas cincuenta personas, de que me dio el prelado a la vuelta de su visita".

Refiere que en esos diez años se habían bautizado ciento cincuenta almas, y estaban las demás en catecismo de la Doctrina Cristiana, "como se acostumbra en los adultos para recibir en tiempo oportuno las aguas del Santo Bautismo; la situación de este pueblo es de las más sanas y alegres que hay en aquellas misiones, goza de buenas y delgadas aguas, abundantes tierras de campaña en que pastean sus ganados muchos vecinos de la Nueva Barcelona, quienes con el beneficio de éste pueblo han fundado sus hatos en las cercanías de aquel sitio a quien llaman las Candelarias hasta entrar en los llanos de la cercana Mesa de Guanipa". (13).

De esta manera termina Caulín su episodio sobre el inicio del pueblo de Chamariapa. Más adelante se verán los acontecimien­tos sucedidos a través de los 256 años de la fundación de este pueblo.

Desde entonces esta población ha ido pasando por diferen­tes etapas históricas, como son: la Colonial, la Independencia, Republicana, Dictatorial y Democrática. Un pueblo que comenzó en cero hoy pasa de los 50.000 habitantes con muchos hitos de progreso, avances e instituciones.

2.5) El fundador: P. Fray Fernando Ximénez

El Padre Fernando Ximénez, fundador de Chamariapa, nació en España. Salió de esa nación a mediados de agosto de 1723 y llegó a Puerto Píritu, el día cuatro de octubre del mismo año. Venía formando parte de los integrantes de la "Misión Décima". Una vez que había llegado al sitio de Parirí, junto con el Padre Juan Moro, prosiguió su fundación. Hizo varias entradas a una y otra banda del Orinoco el año de 1732 y logró una gran conquista espiritual en las riberas del Río Tigre, de donde sacó al capitán Yacabí con ciento cuarenta almas de su nación, todos fugitivos del rio Aqüire y cómplices de la inhumana y sacrílega muerte que allí dieron al. Señor Obispo Don Nicolás Gervasio de Labrid.

En el pueblo de Parirí, el fraile Ximénez hizo una gran labor espiritual y social. Enseñó al indio a sembrar y a culti­var como es debida las diversas especies de raíces comestibles.

Compuso una " Gramática de la Lengua Caribe" de la que hizo el Padre Sebastián García un extracto que vino a parar a manos de Alejandro Humboldt, y fue utilizado por Váter y Guillermo de Humboldt en sus estudios sobre las lenguas americanas.

Otra obra del Padre Ximénez fue el " Resso Cotidiano en Lengua Cariva". Pero no todo lo dejó hasta allí, estuvo al frente de la fundación de Pariaguan. Visitó el poblado de Uitán, muy cerca del Orinoco, donde comprobó que los Caribes eran antropófagos.

El Padre Ximénez desplegó una gran labor, y fue el misio­nero que actuó con mayor dedicación en la parte sur del estado Anzoátegui; supo dar confianza y comprensión al aborigen.

Después de una larga y prolongada labor apostólica que duró 38 años en la jurisdicción de la Nueva Andalucía, falleció el 24 de noviembre de 1761, en el hospicio de la Nueva Barcelo­na.

2.6) Aspectos socio-políticos, económicos y religiosos de Chamariapa.

Ya se dijo que Chamariapa fue fundada en el año 1740, y que desde ese año comienza la interacción de un grupo humano que dio lugar a todo lo concerniente a lo humano, social, político, económico y religioso.

Se fue generando en Cantaura un crecimiento lento, pero seguro. Su movimiento demográfico se fue acentuando a partir del año 1779. Es una apreciación que hizo Iñigo de Abad Lassiera, comisionado por el Obispo Fray Manuel Jiménez Pérez. Es la estadística más completa y con datos más certeros sobre las poblaciones antiguas y nuevas de una y otra banda del Orinoco.

En el año 1761 José Diguja Gómez hizo una visita a todos los pueblos misionales del oriente venezolano. Este gobernador de Cumaná llegó a Cantaura y obtuvo los siguientes datos:

Hombres casados: 51 Mujeres casadas: 51 Hijos: 60 Hijas: 40 Viudas: 6 Huérfanos: 8 Mujeres abandonadas: 5 Fugitivos: 5 Hijos Abandonados: 2 Hijas abandonadas: 2 Viudos: 1

Total de almas: 236

De esta relación se deduce la forma cómo estaba la situa­ción de Chamariapa, así como su organización.

Para este tiempo en Cantaura existían 32 casas. No se dan estadísticas sobre el número de caballos, muías, vacas, yeguas, burros, platas de Cacao, propietarios ni hatos de esta comuni­dad. En este particular Cantaura no había logrado un desarrollo.

Las estadísticas señaladas, a pesar de estar cuidadosamente elaborada casa por casa con las familias que la integraban, no

Contempla la separación de la población por grupos étnicos, como tal vez, fue usual en tiempos posteriores.


Existen datos correspondientes a 1799, lista que dicho sea de paso, fue a parar a manos de Humboldt, por entrega de los religiosos franciscanos. Era una lista que correspondía a años anteriores, tal vez al año 1792: Fundación de Chamariapa: 1740

Bautismos: 47 Muertos: 12 Matrimonios: 9 Casados: 181 Solteros Adultos: 126 Niños: 351 Habitantes: 658

La evolución cuantitativa de la población, aunque lenta, se mantuvo constante en su proceso ascendente, con la excepción de pocos años en los que tendió a descender.

2.7) Fertilidad del terreno

Alfonso F. González dice, tomando en consideración a Diguja, que la parte sur donde queda la Mesa de Guanipa, goza de un alto grado de fertilidad. Más adelante el autor manifiesta que toda la zona de la Nueva Barcelona tiene uniformidad.

Diguja hablaba de terrenos arenosos y escasez de agua, refiriéndose a las pequeñas serranías litorales, donde sólo las orillas de los ríos admiten el cultivo. Esto no quiere decir que los aborígenes no pudieran sobrevivir. Ellos han sobrevivi­do y han buscado las mejores soluciones para hacerlo.

2.8) Exigencias al Caribe y al Kariña

El indio Caribe y Kariña, de una misma etnia, eran herede­ros de una tradición cultural inferior. Estaban unidos men­talmente a unas formas primitivas de vida que no le planteaban unas exigencias económicas más allá de la pura subsistencia.

El indio era reacio a conformar poblados, a construir una casa, a vestirse y a cultivar unos alimentos los cuales obtenía de una forma directa por medio de la caza, la pesca o la reco­lección de frutas silvestres. (14).

Por eso el avance económico se hizo lento, a la manera española, porque al indio lo único qué le interesaba era tener la barriga llena. Ellos sabían de donde obtener su alimenta­ción: los ríos y el mar estaban repletos de peces y las selvas y los montes llenos de frutas y animales, era la riqueza natural que tenía el aborigen.

2.9) El templo de Cantaura

Extraordinaria arquitectura exhibían los templos que cons­truían los españoles en cada una de las poblaciones donde se asentaban. Los indios contribuían a la construcción de estos recintos sacros. Aquí en Cantaura se dio inicio a una mediana iglesia y casa para el religioso misionero.

Fue el P. Fr. Gerónimo Martín Ruano el primer ministro asignado a Cantaura. Este debió mejorar sustancialmente la situación estética del templo.

Los templos tenían paredes de bahareque, los pilares de


Madera labrada y la cubierta de teja. Tenía su retablo y su sacristía. Las capillas tenían alrededor de unas 30 varas de longitud por unas once de latitud y unas 15 a 20 de frente o fondo. Los muros eran de bastante grosor, hechos, en su mayor parte, de tierras gredosas o arcilla.

El Obispo Fortique, en una visita que hizo a Cantaura en 1843, dijo lo siguiente sobre el templo de Cantaura: " La capilla principal y la sacristía han sido nuevamente reedificadas con solidez y cubiertas de tejas, más el resto de la iglesia, que es de tres naves, está deteriorada y cubierta de paja por lo que el vecindario ha hecho una subscripción que monta a 800 pesos, y está resuelto a emprender la reparación de dicho edifi­cio, igualmente de la capilla". (15).

Bien fue conocida la meticulosidad con que el obispo Fortique detalló cada uno de los aspectos del templo, el cual durante la guerra de la independencia, sufrió mucho. Además, la asistencia y arreglo del templo por algún sacerdote durante este tiempo era muy comedida.

En relación a eso, dice Monseñor Fortique, que una "casa que sirve de iglesia, cubierta de paja y la capilla de teja, se valoró en 1.250 pesos. Un altar mayor con su retablorado; otro menor también dorado, calculado en 300 pesos y 350 respectiva­mente.

Además de esto, Monseñor Fortique señala que dentro de este templo se encuentran las imágenes de la Candelaria, la Concep­ción, San Francisco, San Jerónimo y San Ildefonso. (16). Por lo visto este templo carecía de muchas imágenes, apenas se consegu­ían cinco imágenes. No estaba la del Nazareno, ni la del Cristo Crucificado.

2.10) Cantaura, un pueblo misional

Cantaura fue un pueblo misional, fundado en un sitio que fue escogido para instalar ciertas familias de San Joaquín de Pariri.

Fueron los misioneros y no la espada del conquistador, quienes comenzaron en una forma pacífica a convencer a los indios de este poblado para que accedieran a una formación educativa. Fueron también ellos quienes tuvieron el coraje de unificar las comunidades indígenas dispersas para organizarías.

Chamariapa fue un pueblo misional autónomo. No dependía de ningún encomendero. Maradei dice en su libro (17) que no se puede hablar de indios encomenderos o encomendados en las regiones donde estaban los frailes, los cuales nunca usaron la violencia para atraer a los indios, pero si llevaron escolta, como sucedió con los indios Caribes en Guanipa, no a manera de conquista, sino para legítima defensa.

En ese marco los misioneros trataron de implantar en sus tierras lo que se podía llamar hoy la propiedad comunitaria. (18).

En Cantaura el misionero era la autoridad suprema. Ejercía el papel tanto en lo civil como en lo religioso; tenía que velar por todos los aspectos de esta comunidad. El primero que se encargó de esto fue el Fr. Gerónimo Ruano, a quien le dieron tal responsabilidad por orden del Padre Fernando Ximénez.

El objetivo principal del misionero era el espiritual,


Llevar tanto al Caribe como al Kariña el conocimiento de la santa fe católica, apostólica y romana, fe iniciada por Cristo hasta nuestros días. Más aún, el misionero era encargado de llevar conocimiento y valores de la cultura española.

Diguja. Sostiene que en las misiones los indios no eran iguales en sus conveniencias, poblaciones y educación, pues en algunas de esas misiones aún están en la gentilidad, y en la mayor ignorancia del idioma castellano, haciéndose bastante con tenerlos controlados y con alguna sujeción que con el tiempo se vayan domesticando. (19).

Las misiones eran flexibles y sustentaban el criterio de que no se les podía obligar de sopetear una costumbre o un valor español. Todo esto implicaba un proceso lento y arduo.

Al indio se le enseñaba a laborar sus propias tierras, introduciéndoles el mismo método que ellos mismo tenían para cultivar. Se le enseñaba el cultivo del maíz, aunque ellos lo tenían como cereal propio. También se les enseñó una agricultura más diversa y organizada en la siembra de legum­bres, frutas, hortalizas, etc.

Se les enseñó a fabricar una vivienda más cómoda, más higiénica y más organizada, se tuvo en consideración su forma de vestir. Se les exigía vestidos, aunque las mujeres usaban un traje extraordinario que es una enagua o polleras atadas por el cuello y que les cubre hasta la mitad de los muslos; por man­gas tenía dos agujeros por dónde sacan los brazos.

Estos pueblos de misiones y sobre todo Chamariapa, no pagaban tributo en un comienzo. La obligación la tenían única­mente los misioneros, tal era la de instruir a los aborígenes, los cuales compartían los productos de sus actividades económi­cas. Sólo se pagaba tributo cuando los indígenas estaban bien formados y pasaban de 10 o 20 años.

A Chamariapa le salió menor el costo del tributo ya que los pueblos que estaban en esta área no tenían las mismas posi­bilidades con respecto a los de la costa, los cuales debían pagar más, debido a que había mayor comunicación con estos y estaban más cerca del mar. Cuando le tocó a Chamariapa pagó 16 reales. Un real equivalía a 34 maravedís y un peso a 8 reales.

Es de hacer notar que a los religiosos les pagaban cinco pesos mensuales por la labor que hacían en cada pueblo.

2.11) Sacerdotes que asistieron a Cantaura (de 1740-1800)

a) Periodo de 1740-1742: Padre Fernando Ximénez, quien
fundó Chamariapa con indios Caribes traídos de San Joaquín de
Parirí, el año 1740.

b) 1742-1752: Fr. Gerónimo Martín Ruano, quien organizó el pueblo nombrándole justicia, ordenando la doctrina cristiana y aumentando sus vecinos que ya en 1752 contaba con 250 pobladores.

c) 1752-1756: Se nombra una comisión de misioneros y legos para que siguieran el trabajo emprendido por Fray Gerónimo Martín Ruano.

1756-1761: Se encarga el P. Fr. Ignacio Iglesias.
Diguja afirma la estadía de este Padre en Chamariapa en autos
(11). pieza, folio 573 al 577. Y no solamente en Chamariapa, sino también en San Joaquín.

d) 1761-1771: Hay una comisión de legos y misioneros quienes le atienden a este poblado.

e) 1771-1776: Es nombrado Fr. Francisco Presidacio, rector de esta población. Se encontraba en ésta cuando Iñigo de Abad hizo la visita.

g) 1776-1780: Trabaja en este poblado como visitador el
Padre Cristóbal Torres.

h) 1780-1782: Es encargado de esta población el P. Fr. José
Antonio Vélez, por cierto tiempo, aunque su trabajo era de
visitador.

i) 1782-1786: Está a la cabeza de esta población el Padre
Fr. Inocencio Antonio Patino. En su estadía aquí, recibió la
visita del oidor Chávez y Mendoza.

j) 1786-1790: Se encarga interinamente el Padre Antonio Figuera.

k) 1790-1800: Esa visitador itinerante de Cantaura el Padre Fr. Francisco Bastardo.

2.12) Visita de Fray Iñigo de Abad

El benedictino fray Iñigo de Abad y Lassiera, había salido de Puerto Rico en compañía del Obispo Manuel Jiménez Pérez. Salieron de aquella diócesis el 9 de enero de 1773 y llegaron a Cumaná el 18 del mismo mes; mientras el Obispo visitaba la ciudad y los anejos venezolanos de su obispado, Iñigo de Abad recibió la comisión de visitar algunos pueblos, entre ellos estaba Chamariapa.

Por eso el 5 de octubre se encuentra Iñigo de Abad sa­liendo de San Joaquín de Parirí hacia Chamariapa. Dice Iñigo que Chamariapa se encuentra a tres leguas al Sur en el naci­miento del río Equire a la falda occidental de la Mesa de Guanipa; fundóse en 1740, con algunas familias de indios que huyeron al pueblo de San Joaquín de Parirí por un asesinato que hicieron y por evitar el castigo, prefirieron establecerse en este sitio que fue idóneo para que los indios se dedicaran a la labranza de la tierra y cría de ganados.

Eso fue propicio por las buenas aguas que allí se en­cuentran y por su temperatura. De manera que será uno de los pueblos más deliciosos y divertidos de estas misiones. Tiene setenta y una familias con trescientas almas. (19).

2.13) Visita de Chávez y Mendoza (1783)

En los archivos de la iglesia de Cantaura aparecen escritos como los siguientes:

"Fr. Gregorio Marzo, de la regular observancia de N.S.P. San Francisco, predicador general apostólico, examinador sinodal de este Obispado de Puerto Rico y actual comisario de las Santas Doctrinas y Misiones de la Purísima Concepción de Píritu, etc.

Hago saber a el Señor Don Luis de Chávez y Mendoza, oidor decano de la real Audiencia de Santo Domingo y comisionado por el rey nuestro Señor (que Dios Guarde) para la visita de la Nueva Barcelona, etc.: como en vista de el oficio que su señoría se sirvió librarme con fecha veinte del Presente....". (20).

Esta misiva fue el punto de partida para todas las visitas efectuadas a partir de allí a los pueblos tanto doctrinales como misionales. De esta manera le corresponde a Chávez y Mendoza visitar la misión de indios Caribes de Chamariapa, incorporada a la Real Corona.

Le correspondió al Padre Marzo, ministro del Padre Inocencio Antonio Patino, acompañar a Chávez en esta visita. Se constató que la mayor parte de los indios " no estudiaban", ni entendían, ni hablaban el castellano, por lo que hizo de intérprete el alcalde de la Santa Hermandad, Fernando Maita.

Chamariapa eran un pueblo de 38 casas de bahareque, cubiertas de moriche " Casa real" para pasajeros; cárcel, barbacoa o troje para los granos"; " casa para el misionero", molendería cubierta de teja y un caney o cuarto de la misma fábrica y de la misma cubierta, lo cual sirvió de oratorio o capilla para los divinos oficios en el interior que se fabricó la iglesia nueva". Es esta de treinta y una vara de longitud y once de latitud que se divide en tres naves, con pilares de madera labrada, sus paredes de bahareque y su cubierta de teja; tienen su presbiterio, retablo y sacristía, todo a solicitud y con la limosna de su actual ministro".

Había 106 familias y un total de 384 habitantes; de ellos 89 indios de armas, más 12 fugitivos. Estaba situado el poblado en una meseta, en terreno de arenas movedizas; pero " cuanto se siembra... con abundancia. Los indios pidieron que se les diese sitio de Cachama, de donde les asignó dos leguas el visi­tador”.

En el inventario de la iglesia (firmado por Fr. Inocencio Antonio Patino en Chamariapa, el 24 de julio de 1783), se regis­tra la existencia de bastante plata, "una imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, de cultura estofada", un retablo de cedro decente, una campana de un quintal, dos sotanas para los monaguillos, una encarnada y una azul". (21).

2.14) Citas históricas

(1) VILA, Marcos Aurelio: Aspectos Geográficos del Estado
Anzoátegui, Ed. C.V.F. Caracas, 1953, p. 63

(2) ídem. p. 188

(3) ídem. p. 57

(4) ídem. pp. 58-59.

(5) ídem. p. 27

(6) CIVRIEUX, Marc de,: Los Aborígenes en Venezuela, Volumen I, Caracas, 1980, Instituto Caribe de Antropología, p. 230

(7) ídem. pp. 136-142.

(8) HUMBOLDT, Alejandro: Del Orinoco al Amazonas, Ed. Labor,
S.A. p. 317.

(9) Idem. pp. 318-319.

(10) MARADEI, Constantino: Historias del Estado Anzoátegui, Ed.
Presidencia de la República, p. 282

(11) ACEREDA LA LINDE, Manuel: Historia de Aragua de Barcelona y de la Nueva Andalucía del estado Anzoátegui. Tom. I, Caracas, 1958, p.670.

(12) MARADEI, Constantino, ob. cit. p.187

(13) CAULIN, Antonio: Historias de la Nueva Andalucía, Tom. II,

Ed. F.H.C.V. Caracas, 1966, Notas de Pablo Ojer, pp. 229-230.

(14) GONZÁLEZ , Alfonzo.- El Oriente Venezolano a
Mediados del Siglo XVIII a través de la Visita del Gobernador
Diguja, Ed. F.H.C.V, Caracas, 1977, p. 87

(15)ACEREDA LA LINDE, Manuel: Ob. Cit. p. 670

(16)ídem. pp. 671-672.

(17)MARADEI, Constantino. Ob. Cit. p. 188

(18)MARADEI, Constantino. Ob. Cit. p. 60

(19)GONZÁLEZ, González, Alfonzo. Ob. Cit. p. 93

(20) GÓMEZ CAÑEDO, Lino: Las misiones de Píritu, Ed. F.H.C.V,
Tom. II, Caracas, 1967, p. 140.

(21) ídem, p. 168

(22) ídem, p. 186

2.15) BIBLIOGRAFÍA

1) AA.VV.: Historia de Venezuela, " Revista", Ed. Edime, España,
1968

2) ACEREDA LA LINDE, Manuel: Historia de Aragua de Barcelona,
del estado Anzoátegui y de la Nueva Andalucía, Tom. I y V, Ed.
Imprenta Nacional, Caracas, 1958 y 1964

3) CAULIN, Antonio: Historia de la Nueva Andalucía, Tom. II, Ed. F.H.C.V, Caracas, 1966

4) GÓMEZ CAÑEDO, Lino: Las Misiones de Píritu, Ed. F.H.C.V, Tom. II, Caracas, 1967

5) GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Alfonzo: El Oriente Venezolano a Mediados
del Siglo XVIII a través de la Visita del Gobernador Diguja, Ed.
F.H.C.V, Caracas, 1967.

6) HUMBOLDT, Alejandro: Del Orinoco al Amazonas, Ed. Labor, S.A, Caracas, 1954

7) SANOJA Mario y otro: Antiguas Formaciones y Modos de Produc­ción Venezolano, Ed. Monte Ávila, Caracas, 1978.

8) VENEGAS, Fil ardo: Enciclopedia de Venezuela, Ed. A. Bello,
S.A, Tom. III, España, 1973

9) VILA, Marcos Aurelio: Aspectos Geográficos del Estado Anzoá-
tegui, Ed. C.V.F, Caracas, 1953

Tercera

VISION GENERAL DEL SIGLO XIX

3) visión general en las décadas del siglo XIX

Las primeras décadas del siglo XIX, traen una nueva panorámica para un pueblo que ya contaba con unos 700 habitantes entre niños, jóvenes y adultos. Una comunidad que lucía pobre, pero rico en tranquilidad, en medio de la laborio­sidad y el trabajo de esta gente, producto en su mayoría de la mezcla entre el indio y el español. Para ese momento Cantaura era un lugar en proceso de desarrollo y movimiento en lo político, religioso y económico, luego de 60 años de subsistencia, contados desde 1740 (año de su fundación) hasta 1800.

Ese siglo XIX, del cual nos ocupamos en esta parte, entre la revolución, la escaramuza, la independencia, la república, la federación, la dictadura y la democracia.

Surge una tempestad política, una guerra sangrienta, una anarquía popular. Surge todo un panorama desorganizado, cuestión ésta que va a tocar las fibras nerviosas del pueblo de Chamariapa.

Va a ser un siglo lamentable para el gentilicio Chamariapero, porque se va a imponer la ruina política, económica y religiosa.

En síntesis, en este siglo, desde el punto de vista histó­rico, se quiebra su programa evolutivo.

La violencia trastocó la tranquilidad de Chamariapa y fue caldo de cultivo para la destrucción de los logros y para el retroceso económico-social en el marco de una Venezuela que a partir del año 1810 entra en un proceso político nuevo, tal es la Independencia, movimiento que alcanza a todos los pueblos de la nación, no escapando a ella Chamariapa.

El proceso de Independencia, comenzó a gestarse a partir de la segunda década del siglo XIX y trajo para la población de Chamariapa importantes cambios:

La agricultura y la ganadería que habían logrado un cierto terreno, fueron en su mayor parte, destruidas tanto por el bando patriota como por el realista.

No sólo la agricultura y la ganadería, sino también la misma población, la cual se había caracterizado por su orden ascendente y a partir de allí bajó hasta colocarse en un estado deplorable; y a partir del año 1810, cuando se rompe esa unidad política con España, se empieza a gestar instituciones políticas y jurídicas correspondientes a un estado libre de la prepotencia española. Esto significaba el alcance desde el primer paso de una soberanía individualizada que necesitaba unas bases sólidas de subsistencia para poder sobrevivir ante los desafíos que se avecinaban.

Para aquel momento independentista, los pobladores de Chamariapa eran en su mayoría indios que se encontraban en una misma condición moral y económica. Es tanto así que eran indiferentes al movimiento revolucionario. Se encontraban bajo la influencia del Cacique y bajo el control local de las autoridades españolas. Más aun, a partir del año 1810, va a formar parte de la Provincia de Barcelona, año en el cual se forma una provincia aparte.

Se genera un vacío espiritual, a lo cual contribuyó la constituyente de 1811, que había hecho obligatorio el Juramentó de la Constitución Federal a todos los empleados ecle­siásticos: debían en consecuencia prestar este juramento todos los curas de las parroquias y pueblos de las misiones. El sacerdote que estaba en Chamariapa no aceptó el juramento de la Constitución de 1811, luego quedó el pueblo bajo la tutela de los sacerdotes más cercanos que quedaban por estos lados.

3.1.) DECADA DE 1800 A 1810

3.1.1) Aspecto Económico de Chamariapa

Este poblado, con 60 años de fundado, para ese momento, llevaba una vida sedentaria, aunque no organizada totalmente. Ello se tradujo en un lento avance económico, con un inmenso esfuerzo que provenía, incluso, de las autoridades Evangelizado-ras empeñadas en estimular e imponer, si es posible, al nativo una actitud creadora. (1).

Las bases de la economía estribaban en la agricultura. Su diversificación era escasa, pues se reducía al cultivo del maíz del que elaboraban el pan; la yuca, de la cual sacaban el casabe; plátanos y frutas diversas.

Casi todas las familias poseían su majada o platanal, que consistía en un área de 4 almudes como máximo. Un almud equi­valía a 533,38 m^.

Cada integrante del pueblo, para poder trabajar o comerciar en las haciendas de los españoles, debía pagar 17 reales, a diferencia de los pueblos costeños, a los que les tocaba pagar 21 reales.

Todo indio o criollo entre 18 a 50 años tenía que pagarle a la Provincia un tributo, el cual variaba según las cir­cunstancias del lugar o del momento. Para esta década Chamariapa todavía pertenecía a la Provincia de Cumaná, por lo cual era a ella a la que se le pagaba el tributo.

3.1.2) Aspecto político

Durante la década que va desde 1800 hasta 1810, Chama­riapa pertenecía a la Nueva Andalucía, con sede en Cumaná. Durante esos años tuvo tres gobernadores que fueron: Don Vicente Emparan y Orbe y quien en 1792, junto con la Munici­palidad y los vecinos notables de Cumaná, representó al rey. Administró a la Nueva Andalucía hasta el año de 1803. A partir del año 1804 estuvo a la cabeza de esta entidad política el brigadier Juan Manuel Cajigal, hasta enero de 1809. En rela­ción a la toma de posición de este brigadier existe poca fundamentación escrita.

Se dice que también el Coronel Eusebio Escudero había gobernado durante 1801 e igualmente en 1810, asunto que no está muy claro históricamente hablando. Pero siguiendo los datos que se tienen sobre la Nueva Andalucía y en cuanto a la administración ejercida en Chamariapa, estos fueron los tres gobernadores que ésta tuvo para la mencionada década. (2).

Los gobernadores eran la autoridad civil en la que estaba delegado el patronato real. En su calidad de jefes políticos estaban obligados a velar por la buena marcha de las reducciones, cuidar del estado de los poblados, del tratamiento que recibían los indios, vigilar el comportamiento de los corregidores, informar de la situación tributaria, girar visitas de inspec­ción, etc. (3 ) .

El papel jugado por el gobernador era decisivo para la buena marcha de la actividad misional, ya que de los informes suyos dependía el tipo de política a adoptar por el Concejo y con sus decisiones favorecía o frenaba la actividad de los grupos evangelizadores. (4).

Sobre los pueblos y sobre todos los misionales, existía la autoridad del corregidor, funcionario que tomaba parte del gobierno español y de las decisiones para el bien común. Además, ejercía el poder ejecutivo y judicial.

Los corregidores aquí en Anzoátegui trajeron muchos problemas, ya que indisponían a los indios con los misione­ros, creando ciertos perjuicios en la religión y en los mismos indígenas.

Asimismo al teniente de Barcelona le tocaba resguardar todos los pueblos que en su demarcación existiesen. Sobre esto dice Fernando del Bastardo y Loiza lo siguiente: " Al teniente de Barcelona, se forma también cuadro a la demarcación de la Villa de Aragua, comprendidos en ella los pueblos de misión de los expresados religiosos observantes de Piritu nombrados.... Chamariapa...y demás contenidos hatos hasta llegar a las ori­llas de dicho río Uñare y sus primeras barrancas".(5).

Al gobernador de la Provincia, al corregidor del pueblo y al teniente de la Villa les correspondía ejercer el poder político; también no escapaba a esta responsabilidad el misionero, quien, a la vez ejercía el papel político religioso De allí que se concluya en que para este tuvo una situación política de ésta índole.

3.1.3) Aspecto Social

Con el advenimiento de los religiosos a estas tierras, a pesar del propósito evangelizador que tenían, ayudaban en la promoción humana del indio. Fueron baluarte de la moral, la cultura, la geografía y la naturaleza ambiental. Se contribuyó a la apertura de caminos vecinales, a la preparación de estadís­ticas, etc.

Chamariapa, a pesar de ser un territorio alejado de Barcelona, no dejó de existir aquí el abolengo de la noble­za, representada en su mayor parte por quienes tenían hatos, haciendas en ese territorio.

Es de imaginar que después de 70 años de fundación de un pueblo, teniéndose la presencia del indio y del blanco penin­sular, iba a producirse una mezcla para dar como resultado un mestizaje. Aquí en Chamariapa, para comienzo del siglo XIX, esto era una realidad existente. Naturalmente que el blanco aplas­taba, de una u otra forma al indio, por considerarlo de menor categoría; los tenían de peones en sus haciendas.

3.1.4) Aspecto Eclesial

Hasta el año 1790 Chamariapa permaneció dependiente de Puerto Rico. Cuando el Papa Pío VI creó la Diócesis de Guayana, a partir del 20 de mayo de 1790, dicho territorio pasó a formar parte de la Nueva Diócesis de Guayana. Siendo ésta gobernada por el primer obispo criollo, conocido en la jerga eclesiástica con el nombre de limo. Señor Francisco Ibarra. Monseñor Ibarra gobernó Guayana hasta el año 1798, pues para 1799 fue trasladado a Caracas.

A partir de 1800 gobernó en la Diócesis de Guayana Monse­ñor doctor José Antonio García Mohedano, natural de Talarrubias (España). Duró en la Diócesis hasta el año 1804. A partir de ese año fue nombrado Obispo de la Diócesis de Guayana el doctor José Ventura Cabello, quien gobernó como Obispo electo y preconizado, pero no llegó a recibir las bulas, por las difi­cultades de la guerra de Independencia. (6).

Supuestamente no hubo ninguna visita pastoral a Chamariapa durante esta década por parte de los prelados del Capítulo Guardianal de Barcelona del 23-25 de enero de 1797, que el Padre Predicador General Fr. Marcos López Hurto, fue nombrado misionero para Chamariapa, cuya asignación la hizo la Pro­vincia de Cumaná.

Este fraile duró en esas funciones hasta el año 1802, ya que para el año 1803 las tablas de oficios y nombramientos del Capítulo Guardianal de ese año designaron a PP. Fr. José de las Piedras como Misioneros de Chamariapa. (75.

Ya a partir del año 1806, este fraile abandonó la pobla­ción de Chamariapa, dejándola completamente acéfala. Pero ya en el año 1807, según el Capítulo Guardianal de Barcelona, nom­braron a los PP. Fr. Pablo Hervas como " In Provincian huices Missiombus" de Chamariapa (8). Es de resaltar que para ésta Década, Chamariapa continuaba siendo un pueblo de misión, a pesar de tener varios años de fundada; con el devenir del tiempo se convertiría en una parroquia. Luego la labor misionera sería la de educar al indio, enseñarlo a construir su vivienda, a vivir dentro de las normas morales al estilo europeo y tener las costumbres y cultura de los españoles.

3.2) DECADA DE 1810 A 1820

3.2.1) Aspecto Económico

La guerra Nacional de Independencia desarticuló la producción agropecuaria venezolana, según anota el historiador Fe­derico Brito Figuera. Era comprensible la miseria de los pue­blos como consecuencia de la hecatombe de la revolución, con ello el encarecimiento de la mano de obra y el empobreci­miento del conglomerado. Muchos peones y obreros se enrolaron en uno y otro bando para la lucha, lo que permitió que la agricultura y la cría de ganado quedaran a la deriva o fueran destruidas por las acciones de la guerra. (9). Chamariapa, pueblo que tenía una agricultura estable y a su alrededor unas cuantas haciendas, no escapa a estas consecuencias de la guerra. Los alrededores de este poblado fueron escenario de batallas en esta década. El general Marino, del bando patrio­ta comandó en esta zona un pelotón de soldados, mientras que por el bando contrario actuaba el Coronel Arana. Ante una situación como ésta, no podía cobrar estabilidad la agricultura y la cría de ganado. Ciertamente que esto traía como conse­cuencia cambios en la estructura económica de Chamariapa. A Partir del año 1812 las acciones armadas acentuaron las contradicciones entre amos y esclavos. Muchos indios de esta zona se rebelaron contra los propietarios a pesar de los intentos de sometimiento contra éstos.

Cuando se acrecentaba la guerra de independencia, fueron muchos los indios que escaparon al monte, cosa que provocaba dispersión. Muchos de ellos tuvieron que tomar la montaña para estar más seguros.

Esta situación redundaba negativamente en la economía de este pueblo, donde el factor económico había evolucionado hasta ese momento de una manera lenta, pero estable.

Por otra parte, productos que allí se cultivaban como el algodón, el maíz, el añil y el café que se cotizaban con un alto precio en 1810, ya para el año 1820 había descendido vertiginosamente:

PRODUCTO 1810 1820

Café 12 pesos el quintal 7 pesos

Añil 12 " " 9

Algodón15 " " 10 "

Tabaco 2 pesos la unidad 1 peso

Maíz 5 pesos macuquino 3pesos macuquinos

La fanega

Esta variación de precios deja mucho que desear para una economía que antes iba en crecimiento.

Lo anteriormente señalado era motivado precisamente por la acción de la guerra, dispersión, limitación del mercado interno, la pésima administración de hacienda, la falta de Continuidad en el trabajo y la desolación de los hatos, permitió un bajón en la economía de Chamariapa.

3.2.2) Aspecto Social

La situación social que presentaba Chamariapa para la década de 1810-1820 era similar a la que exhibieron la mayoría de las poblaciones del hoy estado Anzoátegui, que en ese tiempo se denominaba Provincia de Barcelona. Ya el calor de las acciones armadas había hecho desaparecer el status aris­tocrático de origen colonial y en gran parte, de hecho y dere­cho, las diferencias étnicas. (10). En cierto modo la guerra de independencia adquirió un carácter de lucha social de amos contra esclavos, terratenientes contra población rural enfeudada y de lucha por sobrevivir.

Maradei dice que por razones de escasez de población había una relativa igualdad en los pueblos de Oriente. (11). No es necesario que haya mucha población para que deje de existir una clase social diferenciada. Obreros y patrones han existido, patricios y plebeyos, también.

En Chamariapa existían hacendados y propietarios de hatos y éstos a la vez, tenían indios a su cargo, así como también los tenía la mayoría del pueblo. Ello indica que en ese tiempo de revolución los esclavos reclutados por los realistas o por los republicanos entraban en el ejército de varias maneras. Algunas veces se alistaban después de la promulgación de un decreto. Otras veces entraban para no ser capturados o castiga­dos. Las bandas de los patriotas frecuentemente recogían Esclavos cuando pasaban por las haciendas. El proceso de reti­rar lentamente los trabajadores esclavos de los campos continuó durante toda la güera hasta su fin, en 1823. (12).

Analizando este panorama podemos decir, que no existió una rivalidad étnico-social, pero sí una abismal diferencia socio­económica. Había hacendados que vivían en condiciones mejores que los peones u obreros, pues el hecho mismo de que un hacen­dado tuviera a su cargo un lote de indios o mestizos nos indica que había diferencias. Son muy pocos quienes han enten­dido o han estudiado este asunto o temática a profundidad. Quienes han hecho algunos estudios superficiales, intentan mos­trar un supuesto clima a todo ritmo.

3.2.3) Aspecto Político

A partir de junio de 1810 Chamariapa pertenecía política­mente a la Provincia de Barcelona. Esto implica ya un cambio, tomando en cuenta que Chamariapa pertenecía a la Nueva Andaluc­ía.

Ya a partir del 10 de octubre de 1811 Barcelona se declara como Provincia independiente de la Corona Española. A partir de este momento esa provincia de Barcelona fue dividida en cuatro partidos o partidas que son: Barcelona, Aragua de Barcelona, El Pao y San Diego de Cabrutica.

Chamariapa pertenecería a Aragua de Barcelona que estaba representada por don José María Ramírez, quien había sido nombrado diputado de esta entidad.

Durante esta década la Providencia de Barcelona sufrió un gran revés que se produjo el 7 de Septiembre de 1812 cuando es nombrado el Coronel D. Emeterio Ureña como gobernador de la Provincia, por iniciativa de Monteverde. De nuevo la provincia había de estar controlada por los realistas. La Capitulación de Miranda había permitido la caída de la república y por ende la de las provincias que se habían manifestado republicanas.

El historiador Parra-Pérez sostiene que las autoridades españolas trataban de ganar tiempo para recibir refuerzos de Guayana y proclamar la regencia. Entre tanto Luis Alcalá, quien había sido edecán del Coronel Villapol, les había llevado la noticia a Cumaná manifestándoles que pueblos como El Pao, Onoto, (Chamariapa).... se habían sublevado por el Rey y en todos ellos se formaba partidos o partidas realistas. (13).

El año 1813 gobernaba el Coronel Anselmo Antañozas nom­brado por el mismo Monteverde, pero ante la entrada repentina del General Santiago Marino en la plaza de Barcelona, tuvo Antañozas que salir inmediatamente de esta localidad. Luego de esta escaramuza Marino tomó las riendas de la ciudad, nombrando como gobernador de la provincia al Coronel Francisco Ascue, ejerció su cargo hasta el 24 de agosto de 1814.

El coronel D. Gaspar Manuel de Salaverría despachó como gobernador político y militar después de que Boves tomó esta plaza hasta el 30 de abril de 1815. En este año D. Juan Cini, Coronel del regimiento de infantería de Barbastro, fue nom­brado por Morillo como gobernador e Intendente de Barcelona.

Luego de éste, fue nombrado el Brigadier Tomás Cires, como Fernando VII gobernador y Capitán General de la Provincia

De la Nueva Barcelona. Gobernó desde 1815 hasta enero de 1820. Durante su mandato fueron muchas las destrucciones que sufrie­ron los pueblos de la zona, incluyendo Barcelona.

Esta década se caracterizó por la alternabi1idad de la función política en la Provincia de Barcelona entre Republica­nos y realistas, hecho que fue notorio también en Chamariapa.

3.2.3.1) Autoridades Militares que gobernaron esta zona:

18

- Miguel Martínez, Capitán

1812

- Lorenzo Arias, General

1812

- José María Hurtado, Coronel

1813

- Miguel José Hurtado, Coronel

1814

- Manuel Piar, General

1814

- Juan Hernández, Capitán

1815

- Gregorio Padilla, Teniente

1816

- Macedonio Flores, Capitán

1817

- Bernardino Lozano, Capitán

1818

- Bernardino Lozano, Teniente Coronel

1819

- Ramón de León, Capitán

1820

- José Norberto Solórzano

Estos militares ejercían el mando desde Aragua de Barce­lona, y debemos recordar que el General Manuel Piar, tuvo acendrada autoridad en esta zona.

3.2.3.2) Autoridades Civiles Ejecutivas

Desde 1810 hasta 1817 actuó como alcalde de esta zona Luis Arreaza, quien habría sido nombrado con voto de segundo. De 1817 a 1820 es nombrado juez político Carlos María Chacín. No debe perderse de vista que durante este tiempo la autoridad política se ejercía desde Barcelona.

3.2.3.3) División Política-Territorial de Chamariapa

Para esta época Barcelona fue designada Provincia, la cual estaba regida por los republicanos. Esta condición de provincia determinaba que Aragua de Barcelona, Barcelona, El Pao y San Diego formaran partidos. Según Maradei en el tiempo de la Colonia los partidos serían los que después se llamarían distrito, mientras que los corregimientos pasarían a ser municipios. Duran­te la guerra de independencia y después de ella estaban presen­tes estos resabios españoles. Por ello notamos que para el año 1829 Chamariapa era dirigida por un corregidor conocido como Domingo Pérez. Eran porciones políticas que existían y aún persisten.

Pero volviendo a esta división política, Aragua de Barce­lona era el partido del cual dependían una serie de pueblos, entre ellos Chamariapa, población que, para esta época, había descendido en su número de habitantes y también en su nivel económico.

3.2.3.4} Emigración desde Chamariapa

Para este momento muchos nativos de esta localidad se movilizaron hacia otros pueblos, en especial hacia el monte.

Refiriéndose a ello el Padre García y Oliva especificaba que desde 1815 muchas personas de Aragua de Barcelona, no eran pro­piamente de allí, sino que venían de otros pueblos o loca­lidades, donde se contaba Chamariapa.

Los libros de bautismo de Aragua de Barcelona reflejan tal situación, puesto que aparecen registrados muchos niños que nacieron en Chamariapa y que fueron bautizados en la hoy capi­tal del Municipio Aragua. Debemos comprender que Aragua de Barce­lona y otros pueblos de la Cuenca del Uñare, sirvieron de refugio a gente de otras localidades que buscaban mantenerse resguardadas de las tropelías guerreras. Por lo menos en el caso de Chamariapa, el indio se enroló también en la revolu­ción armada y los que quedaban en el sitio tuvieron que emigrar a otros lugares, lo cual no quiere decir que el poblado haya quedado sin un alma, sino que sólo permaneció allí pero en una proporción sumamente reducida.

3.2.3.5) La Batalla de la Cantaura

Cuando nos referimos a la Batalla de la Cantaura queremos decir que la misma no ocurrió en ese lugar, pues, tal como lo revela la historia, los hechos bélicos no se registraron en las cercanías del poblado, tal cual lo narra el historiador

Francisco Javier Yáñez, quien indica lo siguiente: "No


Ocurrieron hechos de importancia en la Provincia de Barcelona hasta el 12 de junio de 1819, cuando Marino dio la Batalla de la Cantaura contra Arana, que era un hato en las cercanías del Uñare". Esta batalla del hato de la Cantaura dio muchas venta­jas a las tropas patriotas, pues más de mil infantes que formaban casi toda la tropa de estos llanos, más de 150 caba­llos, 50 voluntarios' de San Mateo y 250 flecheros, apenas pudieron escaparse menos de 100 personas.

Luego de este comentario de Francisco Javier Yáñez, dejemos que el mismo Santiago Marino, tal cual lo señala en la hoja del cuartel general El Chispero, nos narre los aconteci­mientos de esta batalla.

"Reunidas las tropas posibles del ejército de oriente en la ciudad de San Diego, traté de remontar una gran parte de la caballería que se hallaba en mal estado, para emprender mis operaciones. El día primero del corriente se me avisó, por un campo volante sobre Unare, que el enemigo acababa de salir del llano en solicitud de ganado, y para impedirlo mandé al escuadrón Lanceros Monagas a su encuentro, con orden de atacarlo si era igual número, y si era excesivo, de picar su retaguardia. El 9 se me dio parte por el teniente coronel Sotillo que manda a este cuerpo, de haber seguido las tropas del Rey a Santa María, y en consecuencia, hice marchar la infantería, y al siguiente 11, encontré al Teniente Coronel Sotillo que había hecho varios prisioneros al enemigo, y se hallaba acampado en el banco Lexaraco. Allí tuve noticia positiva de que este número de 1.550 hombres había quemado la Villa del Pao, donde sólo encontró una vieja de 80 años; y que contramarchaba. No pude seguir en el momento por ser ya las 7:00 de la noche y di descanso a la tropa. A las doce continué adentrándome en persona con 80 jefes, oficiales y soldados de caballería, con el objeto de observar al enemigo y de entretenerle.

La segunda a las órdenes del señor General Montilla era compuesta de la infantería de línea al mando del Coronel Mires del escuadrón Húsares que en columna cerrada cubría el flanco izquierdo, y de los lanceros Monagas que cubrían el derecho a las órdenes del teniente coronel Manuel Arévalo. Al fuego de nuestras guerrillas siguió el enemigo en buena formación a la costa del río Unare que está cubierta de un espeso bosque retirándose una parte de sus tropas por el río abajo. Entonces se conoció el valor de las muestras; la infan­tería por la montaña y el río, y la caballería por el llano a veces a pie a tierra a la orilla del monte, persiguieron en un orden admirable las tropas del rey 5 leguas hasta el Chispero donde empezaron estas a dispersarse, y las nuestras a hacer en ellas una carnicería horrorosa: tales crueldades y abomi­naciones había cometido el caudillo español en su entrada a este territorio que parecía imposible calmar el calor de los soldados y sólo a rigurosa disciplina se debe haber hecho cien prisioneros. Los restos del enemigo, excepto cerca de cien hombres, han quedado tendidos en el campo de batalla como también un cañón de cuatro bronces, 500 fusiles con bayonetas, cartucheras, y porta bayoneta. Diez mil cartu­chos de fusil suelto, 12.000 encajonados, una bandera negra, un estandarte, ocho cajas de guerra, tres cornetas, un clarín, 120 lanzas con banderas, un botiquín, todos los equipajes, todos sus papeles, correspondencias, y mayoría, incluso 20 despachos, una gran cantidad de víveres y algunos sables. Entre los muertos enemigos se encuentran muchos oficiales españoles y americanos, y dos cirujanos, y el número de los primeros asciende a 13, según el reconocimiento hecho por los prisioneros, entre ellos el segundo comandante de la reina P. Antonio Delgado; por la parte patriota hubo la pérdida de 24 muertos y 47 heridos, casi todos gravemente; y tres con husos. Entre los primeros se haya el teniente de Húsares Andrés Bello; y entre los segundos el teniente Coronel graduado José María Arguiguendi, Capitán de Campaña de Cazadores batallón terrible; el teniente del segundo batallón de Brigada de Infantería Barcelona María Gómez, y del húsares José Antonio Crespo. La pérdida fue limitada por la celeridad y disci­plina con que se maniobró la operación. El comandante Arana y su comitiva española debieron sus vidas a la noche, y a una abundante lluvia que sobrevino al lugar. Se escaparon por veredas intransitables y a pie dejando 150 mulas todas dispersas por aquel paraje. (15). Hay otra versión que me parece objetiva y mas allegada a lo que fue la Batalla de la Cantuara que se expresa en los siguientes términos:”En 1819 cuando la patria se levantaba en nuestros campos ensangrentados bajo el tacón de las botas de los expedicionarios españoles, en forma de guerrillas, una de las más importante en los llanos orientales de Venezuela fue la del general José Tadeo Monagas y sus hermanos; sirviendo de punto de reunión a los dispersos republicanos que vagaban por montes y estepas huyendo de la cuchilla primero de Boves y morales y luego de los jefes que acompañaron al sanguinario Morillo .

Libre Monagas de la incesante persecución que le hiciera durante un año el Teniente-Coronel Gorrìn con numerosas tropas veteranas, por la derrota que le infligiera entre los zanjones de San Diego de Cabrutica, situó este jefe su cuartel divisionario en dicho pueblo que ocupa una elevada y bella planicie en las tierras meridionales de la antigua provincia de Barcelona. Desde este punto vigilaba al Orinoco donde las fuerzas de Guayana le amenazaban y al Coronel E. Arana establecido en Onoto con una hermosa división expedicionaria que dominaba la línea de Unare, por lo cual era el dueño del centro y norte del resto de la provincia. Esta división constaba del batallón de La Reina o sea el número primero del Regimiento Barbastro, y dos compañías de cazadores del Regimiento Unión, por todo 700 plazas; su caballería constaba de una brigada mandada por el Teniente-Coronel H. Torrealba (venezolano hijo de Onoto) dividida en dos escuadrones de lanceros, mandado el primero por el comandante Avelino Rondón y el segundo de la actual Zaraza, descendientes de familias patricias y que por su acendrada lealtad siguieron las banderas del Rey, contrariando la independencia de su nación.

Como para estos tiempos escaseaban las vituallas, por la casi extinción de los ganados, Arana ocurría en todo el verano a surtirse de este importante de este importante articulo de alimentación para sus tropas, en el hato denominado San Francisco de Unare, situado en las cabeceras de este rio, propiedad de Don Juan Rodríguez Alfonso, (mi bisabuelo materno) de vasta extensión de tierras de pastos y que tenía en su centro una gran laguna artificial, obra del dueño a la cual forzosamente ocurrían los numerosos ganados del hato como abrevadero en la estación de sequia: la gran copia que hacían de estos ganados y que empotreraba en los alrededores de Onoto, le suministraban a Arana la carne necesaria para sus tropas, durante el resto del año. Quiso Monagas privar de este auxilio a su enemigo, y como este, escarmentado con la derrota de dos comisiones de caballería que había enviado anteriormente, se moviera con el grueso de sus fuerzas sobre dicho hato, a principios de junio, Monagas que le expiaba todos sus movimientos comunicó con expreso al General Mariño, que se hallaba a la sazón en Maturín, la interesante oportunidad de destruir al enemigo.

Moviese inmediatamente el General Mariño con una parte de su ejército para incorporarse a Monagas, trayendo un batallón de infantería de quinientas plazas mandado por el Comandante Francisco Mejías (cumanés) y setenta jinetes mandados por el Comandante José de Jesús Barreto antiguo guerrillero de las costas de El Tigre: acompañàbanle además entre otras personas notables el joven Capitán de Ingenieros Francisco Avendaño, el Doctor Parejo, como jefe de Estado Mayor y el Coronel Mires, los dos primeros caraqueños. El día 8 de junio reuniéndose en San Diego las dos fuerzas patriotas emprendiendo la marcha el 10 hacia el oeste, pernoctando en el hato de Santa Bárbara de Suata, propiedad de los Hernández de Maturín; al día siguiente y cruzando el Ipire llegaban en la tarde al hato de San Francisco de Unare, donde acamparon y comieron del ganado que les tenía encerrado esperándolos el Capitán José María Oca, yerno de Don Juan Rodríguez Alfonso, quienes habían dado libertad a sus esclavos a condición de servir a la Patria. Informados por los del hato de la situación de los realistas, determinaron atacarlos al día siguiente al amanecer del 12 de junio; los cuales estaban acampados en la forma siguiente: la laguna está situada tres kilómetros al norte del referido hato y como a 300 metros de su banda norte situaron los corrales o apriscos en que encerraban los ganados que cogían bebiendo; a su alrededor acampó la caballería realista mientras que Arana con la infantería y una pieza de campaña de a cuatro, acampaba en la mata de “La Rojera,” dos kilómetros al noroeste de la laguna; en la tapa o tapón de la expresada laguna permanecía en su extremo meridional constantemente una pequeña avanzada de caballería. El ejército patriota empezó a moverse a las 4 am en el orden siguiente: la mosca o pequeña descubierta que servía de guía la formaban el cabo Juan Sotillo, que mas tarde fue jefe de la Federación de Oriente; mi tío Manuel Figuera, conocido por el grado de Mayor Figuera y el soldado Juan Manuel Pérez, denominado vulgarmente “El Indio” y que vivió y murió en la quebrada Santa Cruz de donde era propietario, en jurisdicción de Zaraza: presto tropezáronse con la avanzada española que cargaron audazmente y que dispersaron con pérdida de dos o tres de ellos que cayeron sobre el tapón de la laguna. Con el alarma que produjeron los dispersos corrían los jinetes realistas a montar en pelo en sus caballos, mientras que el general Mariño ponía al trote su infantería que había seguido después de la descubierta; el General Monagas, descabezando a la derecha la infantería con todas las fuerzas de caballería y guiado por José María Oca, corría a escape sobre el punto en que se habían oído los disparos: Torrealba, jefe de la caballería realista, creyendo que aquello era una de tantas bromas que le hacían los alzados del hato, galopaba en dirección al enemigo, con todos sus jinetes y sin cuidarse de su formación cruzando el tapón, llegaba al pequeño banco que se extiende al sur de la laguna, tropezándose con el grueso de la caballería patriota que lo cargo con furia cuando la alborada lucia en oriente; rudo fue el choque, muchos de los enemigos mordieron el polvo y la caballería realista quedo deshecha y solo sus jefes pudieron escapar para topar a Arana que con los cazadores corría desalado al lugar del combate: ¿Qué esto? preguntòle Arana al jefe Torrealba y al Comandante Ramoncito Hernández; éste, encarándose con el coronel Arana, lanzòle una interjección sobrado enérgica de uso común en los llaneros, añadiéndole : “¡ Es un ejército patriota que se nos viene encima!” . Escasamente tuvieron tiempo los cazadores de formar en batalla, hincar la rodilla en tierra y hacer el primer disparo, pues fueron muertos al arma blanca todos, sin escapar uno solo, por los lanceros de Monagas. Arana con el resto de infantería y la pieza de artillería venia muy cerca y presenciaron la muerte de los cazadores, descubrieron al trote sobre el tapón desfilar la infantería de Mariño: cambió de plan creyendo imposible la resistencia en batalla por haber desaparecido su caballería y las dos compañías de cazadores, ordenó la retirada del resto del batallón “La Reina”, que formado en columna torció a la derecha y buscando al occidente se internó en el banco de La Cantaura que comienza allí; la infantería del General Mariño no pudo hacer sino una descarga sobre la infantería enemiga que aceleraba su fuga: entonces el General Mariño dispuso la operación que más tarde se hizo en Carabobo contra el regimiento de Valencey; haciendo montar a la grupa el mayor numero de infantes para soltarlos en formación al frente de la columna fugitiva, a fin de obligarla a combatir; pero en vano, la tropa española era veterana y precipitaba su marcha sin perder su formación escapando como una sierpe que se desliza sobre la yerba, a las descargas de los patriotas.

Mientras tanto, a retaguardia no se perdía el tiempo: el General Mariño que seguía con la infantería ya jadeante, destacó al capitán Ramón Campero con veinticinco jinetes a apoderarse del parque y de la pieza de artillería que alejados del combate, trataban de ganar los boquerones de La Cantaura, angostas fajas de tierra bordeadas de montes que caen al rio Unare: la comisión cayó como una tromba sobre el parque, la artillería y su custodia mientras el Capitán Campero, a guisa de llanero, enlazaba el cañón y lo rabiataba a su caballo; sus compañeros alanceaban sin piedad al artillero Juan de los Ríos y sus infortunados soldados: el cañón y quince cargas de parque montadas en mulas fueron el trofeo de la victoria.

Pero volvamos a la retirada de Arana; acosado siempre por el incansable Monagas y por Barreto, jefe de la caballería. En vano trató la fugitiva columna de ganar los montes que le quedaban a la derecha y que cubren los llamados boquerones de La Cantaura, pues el que fue más tarde Presidente de la República y entonces Coronel José Gregorio Monagas, la forzaban de nuevo a volver al banco y en esa lucha terrible de la lanza contra el fusil pasaron al banco de La Cantaura y descabecerando una quebrada llegaron a una hondonada, a tiempo que nuevos infantes patriotas desmontaban a su frente y le obligaban a detener su fuga formándose en cuadro para resistir el choque: en esta formación lograron rechazar el ataque de la caballería e infantería patriotas y formando de nuevo en columna tornaron a seguir su precipitada marcha, amparados por su flanco derecho con el monte de la quebrada Cantaurita y marchando al norte buscaron las barrancas del Unare y descendiendo a sus arenosas y sacas playas siguieron su curso con dirección a Onoto: la persecución terminó allí, la hondonada en que con grave aprieto formó cuadro el batallón “La Reina” se conoce todavía con el nombre de “Bajo del plomo” , porque en ella hallaban los cazadores de la comarca gran surtido de balas: no lejos de allí está la palma agujereada donde es fama que estuvo amarrado el Comandante Avelino Rendón, enlazado por su sobrino Capitán Campero. Pero este militar que, siendo yo joven, me honró con su amistad, me dijo ser falso este uniforme, pues el nuca había caído prisionero; añadiéndome que el plan del General Arana era despachar al día siguiente para Onoto, las cuatrocientas reses que tenia encerradas, con suficiente escolta de caballería y con el resto de sus tropas seguir a San Diego a destruir a Monagas, ignorando el jefe realista la incorporación a aquél, del bravo caudillo oriental General Mariño. El comandante Avelino Rendón, más tarde General, cuando se convenció del error que había cometido sirviendo con los enemigos de su patria, entró a servir a ésta haciendo parte de la división de dos mil hombres que al mando del General José Gregorio Monagas, se embarco en Puerto Cabello para reembarcarse en Panamá e ir al Perú como refuerzo del ejercito libertador, combatió heroicamente en Junín donde fue condecorado con la medalla de honor.

El ejército patriota victorioso retrocedió a la célebre laguna donde empezó la batalla, dándose al día siguiente a la triste tarea de recoger los pocos heridos que se encontraron del enemigo y de dar sepultura a 272 cadáveres que quedaron en el campo; las fuerzas patriotas perdieron 52 muertos y cerca de 100 heridos: este detalle lo debo al Coronel de Ingenieros Don Francisco Avendaño entonces Capitán y Sub-Jefe de Estado Mayor del General y Comandante de Armas de Guayana en 1860, sirviendo yo a sus órdenes.

He aquí la gloriosa jornada de La Cantaura: su relación histórica la debo a los informes del indio Juan Manuel Pérez, a mi tío don Manuel Figuera, a Don Juan Olayo Pérez antiguo vecino del Pao de Barcelona y ayudante del General Monagas y al mulato José María Oca que tenía el grado de Capitán y vivió y murió después de la independencia en el pueblo de Múcura, en 1868, del Distrito Miranda y al General Avelino Rendón, que fue actor principal con Arana en esta sangrienta y breve lucha.

El General Monagas dispuso abrir a la histórica laguna una ancha brecha para botar sus aguas: 56 años después la reconstruía el que escribe estas líneas: hoy es conocida con el nombre de “La Rodríguera”.

Montenegro en su “historia de Colombia”, tomo 4º, página 320, describe esta batalla, concordando en todo con esta relación, menos en los movimientos del coronel Arana anteriores a ella; Baralt y Díaz en su “Historia de Venezuela”, apenas la mencionan.

Los sucesores de Don Juan Rodríguez Alfonso en el antiguo hato de San Francisco, en cuyo terreno está ubicado el banco y los boquerones de La Cantaura, donde se realizó este brillante hecho de armas, conservamos todavía una bala de hierro del cañoncito español y una bayoneta enmohecida”. Con esto significamos que la tal batalla de la Cantaura no se dio ni cerca, ni mucho menos en el área de lo que es hoy la población de Cantuara. Todo fue una maniobra política manejada por los Guevara y en eso estaba muy presente el Obispo de Caracas. Además de esto, debemos recordar que el presidente de Venezuela para ese momento quería enaltecer la batalla, colocando dicho nombre a la población de Chamariapa, por otra parte querían de alguna manera arrebatar un nombre indígena al sitio ya que allí se habían venido altos amos de la Meseta a hacer vida pública y agropecuaria en la zona. Fue una decisión también de quitarse de encima a los aborígenes y relegarlos del sitio. Fue toda una tramoya política y racial que suscito con el cambio que se opero en este caso particular, o no tan particular porque eso sucedió en diversos pueblos de Venezuela.

3.2.3.6) Mariño, Héroe de la Batalla de La Cantaura

El 12 del mes último el General Marino derrotó completamente en Cantaura el cuerpo más fuerte de tropas que ha tenido Morillo en la Provincia de Barcelona. De un total de 2000 hombres, la mitad quedó sobre el campo de batalla y el intrépido Marino, que aquel día hizo prodigios de valor, Condicionando sus tropas a las partes más terribles del combate, quedó entre los heridos por el enemigo. Este triunfo le mereció el estandarte Casa Militar de parte del señor Hamilton a su Alteza Real, el duque Sussex.(16)

3.2.3.7) El General Piar, Dueño de la zona

En el año 1814 Bolívar emprende, desde Caracas a Barcelona, la famosa emigración de Oriente, que fue una verdadera odisea.

El Libertador llega a Aragua de Barcelona donde se esceni­fica la Batalla de Aragua de Barcelona, perdida por los pa­triotas.

Ya el General Piar había salido victorioso de Maturín y precisamente porque era un hombre de acción, de valentía y valor temerario. Por eso al frente de 900 hombres, avanzó hacia la provincia de Barcelona llegando por la vía de Aragua de Barcelona hasta el Puerto de San Lorenzo. Sin embargo, Piar tuvo que enfrentarse a Boves en Cachipo y perdió la batalla, por lo que se retiró a Maturín. Pero el patriota, que no se quedaba a la zaga, regresó a la provincia, pasando por los pueblos de Santa Rosa, San Mateo, Chamariapa, etc. Una vez que se había conquistado la provincia de Barcelona, Piar se ocupó de organizar y fortalecer la escuadrilla republicana. (17).

Aquí en Aragua de Barcelona, como centro piloto de la provincia, Piar logra constituir el núcleo del nuevo ejército. Recuérdese que este prócer era una autoridad militar para


1814, teniendo en su haber las batallas de Santa Rosa, Chamariapa, San Mateo, Cachipo, etc.

3.2.3.8) El Coronel Francés Molinet en Chamariapa

Boves, pasando de Calabozo a Aragua de Barcelona, cometió toda clase de maldades. En Chamariapa y San Joaquín actuó el francés Molinet obedeciendo órdenes del sanguinario realista, exterminó hombres, mujeres y niños, en represalia porque esos poblados estaban formados por familias ricas y distinguidas.

Francisco Herrera Luque dice al respecto lo siguiente: "... el nueve de septiembre Boves llegó al pueblo de Santa Ana, donde hizo degollar quinientas personas. El 20 de septiembre entró en San Mateo y ordenó degollina general de todos los blancos". (18).

Naturalmente que Boves no era el único que degollaba. Sus capataces, tan crueles como él, actuaron en cada acción; cuando él no podía cubrir todos los pueblos con su presen­cia, mandaba a sus secuaces, entre ellos estaban el francés Molinet quien actuó, como ya se dijo, en Chamariapa a las órdenes de Boves.

3.2.3.9) Chamariapa en el año 1820

Para el año de 1820 la provincia de Barcelona estaba bajo las armas del realista Arana, a cuyo mando estaba un ejército de 1.600 hombres y quien personalmente o a través del Coronel Bernardino Lozano y del Capitán Francisco Guzmán, jefes

De los Cantones Militares de Güere y San Mateo, se dedicó a visitar las diversas poblaciones de la región y a cometer en ellas toda clase de atropellos. Sus crímenes y matanzas son aún recordados, incluso por los indios en San Joaquín y Chamariapa. (19).

Arana, quien hizo de esta área un lugar de sus tropelías, era el hombre que atosigaba, atropellaba, dispersaba, maltrataba y atracaba a casi todos los pueblos del hoy llamado estado Anzoátegui. En Onoto tuvo un cuartel general, pero éste fue tomado por el Capitán Ürquiola, por encomienda del General Pedro Zaraza.

Una vez que fue destronado de esta zona se va al sur de la provincia, y somete a Santa Clara, San Diego de Cabrutica y Suata. Estos acontecimientos ocurren hacia los años 1818 y 1819. En el año 1820, aparece sometiendo la provincia de Barce­lona en casi su totalidad. Por ello los pueblos del centro del estado, como son San Mateo, Santa Rosa, Chamariapa y San Joaquín, son sometidos por órdenes suyas, por sus secuaces, Bernardino Lozano y Francisco Guzmán.

Muchos indios de Chamariapa se pasaron a su bando, mien­tras que otros se dispersaron hacia los montes, cuestión por la cual hoy Chamariapa tiene tantas comunidades indígenas separadas unas de otras, pues por esta razón no se logró el aglutinamiento mancomunado que venían realizando los misioneros.

3.2.4) Aspecto Eclesial

Durante la guerra de la independencia el doctor José Ventura Cabello gobernó como Obispo electo y preconizado, pero nunca llegó a pisar territorio guayanés debido a las dificul­tades que generaba la guerra. El señor Obispo Monseñor Doctor Mariano de Talavera había sido nombrado Vicario Apostólico de Guayana, pero porque se resistió a jurar la Nueva Constitución Republicana, fue desterrado por el gobierno republicano, el año 1813. El obispo se fue a Trinidad, sin embargo, el año 1814 volvió. Esto implica que pudiera hacer alguna labor pastoral, ya que era inútil realizar un trabajo apostólico por los pueblos de la jurisdicción. Ciertamente que esto era como arar en el mar, lo que significaba una desasistencia total en lo que se refiere a las visitas pastorales a los pueblos del oriente venezolano.

Dice Tavera Acosta (20) que a Monseñor José Ventura le sucedió el doctor Remigio Pérez Hurtado como provisor y gober­nador, a partir del año 1817 hasta 1823. En 1817 este sacer­dote enfrentó un gran dilema en su vida: la muerte del General Piar, a quien tuvo que confesar antes de ser ajusticiado, como castigo por la rebelión que le había manifestado al Libertador Bolívar. (20).

Durante ésta década la iglesia en esta zona tuvo muchos conflictos. Los obispos fueron nulos ante los acontecimientos en cuanto a la toma de posiciones; y también al hecho mismo de gobernar desde sus sedes. De igual forma Chamariapa, durante ésta década, sufrió el embate del rigor revolucionario. Durante la permanencia del último sacerdote que estuvo aquí de una manera fija, llamado Fray Pablo Hervas, en la década de 1800 a 1810, Chamariapa tuvo que ser asistida esporádi­camente, ya que a partir de ese año había la ausencia de pasto­res de almas en esta comunidad. Por ello notamos que sacerdotes como Vicente Grimón, quien atendía a Úrica, Ber­gantín y Santa Rosa, tuvo que venir de vez en cuando a Chama­riapa.

Venían también los sacerdotes de Aragua de Barcelona, entre ellos el Padre Manuel Antonio Pérez y Carvajal y Manuel Antonio Pérez Aguilera. Sobre la asistencia de éstos no parece nada que lo indique en ningún libro de Chamariapa, pero en cambio, si se señala en los libros de Aragua de Barcelona, en los cuales también se anota que muchos niños nacidos en Chamariapa fueron bautizados en Aragua de Barcelona.

Otros sacerdotes que estuvieron fugazmente en esta locali­dad fueron; N. Machuca, Fr. José Tomás Caballería el 1813; José González, Ramón Godoy y Manuel Antonio Figuera.

El padre Juan José García y Oliva habría llegado en 1824, pues abrió los libros en esta fecha; pero eso no niega que haya estado antes, ya que a partir de 1815 el padre García y Oliva hace referencia en los libros de Aragua de Barcelona a la emigración que se estaba manifestando en Chamaria­pa, hacia otros lugares o refugios donde estarían más seguros de las tropelías guerreras. Era éste pues el panorama en materia eclesial, en cuyo marco no figura ningún sacerdote establecido de manera fija. Los presbíteros que visitaban fugazmente a esta localidad, sólo se limitaban a bautizar o hacer algún entierro o una misa. En cuanto a formación religiosa es difícil que lo haya hecho, debido al clima de conflicto que trajo consigo un proceso regresivo.

3.3) DECADA DE 1820 A 1838

3.3.1) Aspecto Económico

Se entiende como natural el hecho de que la contienda independentista hubiese empobrecido de manera notoria la economía de la zona, donde se empobrecieron los hatos, ha­ciendas, campos y vegas de Chamariapa, dejando su agricultura y ganadería en una situación francamente lamentable y tenía que ser así, pues la mano de obra se volvió escasa. Casi todos los peones que trabajaban en estas haciendas y hatos se enrolaron en los bandos beligerantes, dejando abandonadas sus faenas agropecuarias, lo que trajo como consecuencia una baja produc­tividad en el algodón, el maíz, el tabaco, el onoto, yuca, casabe, ganado vacuno, que eran los rubros rentables en esta localidad.

Aunque lo natural era que una vez concluida la guerra de independencia viniera la tranquilidad, en Chamariapa la ambi­ción de poder de algunos de sus dirigentes, trajo consigo agota­doras guerras intestinas, fomentadas por los Guevara, entre otras familias.

Brito Figueroa dice en su historia que la mano de obra disminuyó en un casi 50% desde 1810 a 1821; en tanto que su significación cualitativa continuó disminuyendo en el campo de


Las relaciones sociales de producción y aumentó el peso específico de la mano de obra enfeudada en las plantaciones... (22). Es de hacer notar que a partir de 1822 en la provincia se inicia un ascenso demográfico, ubicándose ese año su número de habitantes en 45.000 almas.

Es obvio que el crecimiento poblacional repercute de una u otra forma, en la economía, bien sea de una manera ascenden­te o descendente.

La población de Chamariapa en 1825, presenta la siguiente clasificación en su población:

ANOS

1825

1828

1829

1830

NACIDOS

48

73

CASADOS

7

16

9

592

MUERTOS

20

8

6

BAUTIZADOS

177

SOLTEROS

422

PÁRVULOS

184

ESCLAVOS

18

COMUNIÓN

754

CONFESIÓN

278

TOTAL

Es evidente que este cuadro, aunque falla en algunos datos, muestra una ascendencia en la cantidad de habitantes entre un año y el sucesivo, cosa que nos da a entender que esto tenía que repercutir en la economía Chamariapera por cuanto había de sustentarse en las importaciones desde las Antillas. Se cuenta que el general Piar cambiaba en Trinidad pertrechos por ganado en pie.

Las tierras de la Mesa de Guanipa, incluyendo a Chamariapa estaban ocupadas por ganaderías pertenecientes a Manuel Fernández de Miranda, a Andrés Lepaje y a Francisco Montesino. (23). Se recomendaba fundar hatos a los indios para alejarlos de la rapiña de ganado ajeno, pues constantemente asaltaban fundos para alimentarse o para negociar las reses. (24).

Por otra parte, el indígena en la zona de Chamariapa había dispersado su agricultura y su ganadería. Por ello, después de la independencia tenía que confrontar un modelo de vida dife­rente.

3.3.2) Aspecto Social

Una vez que en 1821 se llevó a efecto la Gran Batalla de Carabobo, decisiva para la Independencia de Venezuela, se dio fin a la guerra y mucha gente se trasladó a Caracas. Luego vinieron otras luchas que prosiguieron a la guerra de inde­pendencia. Los hombres con los cuales los Monagas habían formado su ejército en la guerra de Independencia y también durante los años de la República, eran casi generalmente de origen Caribe, habitantes de las márgenes del río Caris. (24).

Chamariapa y San Joaquín de Parirí eran lugares de donde los Monagas habían sacado mayor cantidad de Kariñas y Caribes, cosa que reviste un valor militar. Pero la cuestión no queda en que algunos Caribes o Kariñas de Chamariapa hayan luchado a favor o en contra de la independencia, sino que después de que se logró la libertad de la patria, quedó una población diezmada, por lo que se imponía una organización social.

Si bien había existido una estructura social en la colonia, era evidente que se había perdido el perfil de esa casta. Pero para 1822 se había logrado un orden expresado en tres clases o categorías sociales, que eran: terratenientes esclavistas, burguesía comercial, pequeña burguesía o capas medias urbanas. (26). Por ello encontramos que la población rural de Chamariapa estaba enfeudada, donde había peones jornaleros, cultiva­dores de la tierra en calidad de arrendatarios, manumisos e indígenas.

Son estas pues las clases sociales que se dieron en esta década en Chamariapa.

3.3.3) Aspecto Político

Durante esta década gobernaron la Provincia los siguientes mandatarios:

1821: Luis Bastardo 1824: Juan Miguel Lárez 1826: Ramón Pérez (Comandante) 1827: José Tadeo Monagas 1827: José Godoy (Coronel)

1828: Eduardo Antonio Hurtado (Pbro. Coronel)

1829: Alejandro Blanco (Comandante)

1830: Andrés Caballero (27)

El último de los gobernadores españoles de la Provincia fue el coronel José Catinla, quien estuvo apenas unos meses: desde abril hasta octubre de 1821, cuando tuvo que capitular

Ante el asedio que hizo a la Ciudad el General José Francisco Bermúdez (28).

Con este gobernador se acaba en la Provincia el mando español, para dar comienzo a un gobierno republicano. Luego todos los partidos o partidas tenían su mando republicano, caso concreto: Chamariapa, la cual todavía seguía dependiendo de Aragua de Barcelona.

A partir del año 1829 nombran en Chamariapa un Corregidor llamado Domingo Pérez. Para ésta década Chamariapa pertenecía al Departamento Orinoco; para esos años Venezuela formaba parte de la Gran Colombia. Sin embargo, jurisdiccionalmente pertenecía al Cantón de Aragua de Barcelona. Así está demostrado en el libro 5to. De Matrimonio de Aragua de Barcelona. (28).

Se suele decir que cada pueblo se da su propio gobierno; sin embargo, Chamariapa estaba gobernada desde Aragua de Barcelona, y por lo tanto, estuvo bajo las autoridades militares de: José Norberto Solórzano, Francisco Barroso, Manuel Antonio Figuera, Francisco Javier Rojas, Francisco Monagas, Manuel Bacca, Avelino Rondón, Martín Rangel, Pbro. Eduardo Antonio Hurtado, José Ramón de León, Isidro Valladares Perdomo, José Gregorio Monagas, Diego Morales. (30).

El juez político de la zona era Carlos María Chacín. Los alcaldes fueron: Avelino Rondón, Lorenzo Gago, Francisco José Monagas, Manuel Valladares, José Clemente Hernández, Manuel María Chacín. Entre los regidores del área tenemos: Pedro Luis López, Manuel Bacca, Venancio Milano, Isidoro Valladares, Manuel Valladares y Evaristo Gómez. Entre los corregidores: Manuel


Antonio Figuera y Pedro Gago. En estos años hubo una forma ejecutiva y militar de gobernar a Chamariapa. Sin embargo a partir de 1829 nombran un corregidor directo en la misma locali­dad de Chamariapa. Son los inicios de la autonomía de Chamariapa.

3.3.4) Aspecto Eclesial

El presbítero Manuel Acereda La Linde señala (31) que durante 1820 a 1830 gobernaba la Diócesis de Guayana, pero sin recibir bulas, el doctor José Ventura Cabello; mientras que B. Tavera Acosta (32) indica que durante esta década goberna­ron la Diócesis de Guayana el doctor Remigio Pérez Hurtado, como Provisor y gobernador; el maestro Martín de la Cova, desde Cumaná por cuanto en Guayana no había seguridad; y el doctor Mariano Talavera y Garcés, Obispo de Trícala, como Vicario Apostólico.

Es una etapa donde la iglesia no había tomado todavía una posición definitiva en relación a este poblado. Ni en la misma Chamariapa se había logrado estabilidad sobre lo cual nos dice Acereda La Linde lo siguiente: " Los libros parroquiales comienzan en febrero de 1824, y son abiertos por el Padre García y Oliva, vicario de Aragua de Barcelona, y encargado de ésta" (33) .

Si este autor no conoce nada sobre Chamariapa referida a años anteriores a 1824, es muy posible que ello se deba a que no hubo afinamiento del interés.

Sin embargo, como lo hemos dicho en líneas anteriores, Chamariapa fue atendida fugazmente desde Aragua de Barcelona,

Úrica, Santa Rosa, San Mateo y desde el mismo Santa Ana. El Padre Oliva fue quien, de una manera más precisa se mantuvo en ese poblado desde 1824 a 1830. En esos años le correspondió construir, restablecer y buscar la armonía de la fe en los pocos habitantes que allí existían. Con el padre Oliva se logra censar durante varios años a esta localidad, tal como se observa en algunos cursos de los años 1825, 1828, 1829 y 1830.

Durante esta época no hubo visitas pastorales por parte de los señores Obispos, las razones son obvias.

3.4) DECADA DE 1830 A 1840

3.4.1) Aspecto Económico

En esta década en Chamariapa se destaca un factor que incide positivamente en la economía. Efectivamente la diezmada población había aumentado y ello permitía una estabilidad de la economía agropecuaria.

Se había prometido solucionar el problema impulsando la inmigración, y no hay documento oficial de la época, ni nombre público de cierta seriedad intelectual, que no se refiera a la escasa densidad demográfica y a la urgencia de aumentarla prote­giendo la inmigración. (34).

Este detalle se evidencia en casi todos los documentos civiles o eclesiásticos, registrados en la época en distintas poblaciones del estado Anzoátegui. Julio de Armas dice que para el año 1840 la exportación comienza a menguar haciéndose sentir por Oriente en rubros como el ganado, perteneciente a

Tres o cuatro ganaderos y de otros tantos ricos de Anzoátegui, siendo Barcelona, uno de los puertos de exportación considerable. Esos ganaderos no eran otros que la dinastía de los Fernández, los Monagas, los Mieres y los Figuera (35).

Si consideramos la penetración extranjera que fue una realidad fehaciente, debemos tener presente que los Monagas mantuvieron una influencia caudillista sobre las familias Kariñas de Chamariapa (36), cuestión ésta que aglutinaba un poco la dispersión y al mismo tiempo servía como medio para estabilizar, junto con los inmigrantes, una economía de proceso y a la vez dinamizadora. Esto no quiere decir que se vivía una igualdad económica, pero si una ascendencia de la misma. Por otra parte, era evidente el crecimiento poblacional debido a la organización, a la inmigración y a la planificación que se llevaba a efecto en este poblado.

3.4.2) Aspecto Social

Los aspectos sociales registrados en esta década son similares a los de la década del 20. Aunque ya había empezado a surgir un nuevo esquema social: los hacendados y las "peonadas". Muchos peones, aprovechando la necesidad de los hacendados, cobraban adelantos en una determinada hacien­da y se iban muchas veces a otra si el patrón no respondía a sus peticiones. (36). Los patrones se ponían furiosos, mientras sus iguales siguieran aceptando peones sin la iden­tificación necesaria. (37). Otros esclavos o manumisos se escapaban de la casa de su dueño y probablemente se presentaban como peones en otra provincia o región. (38).


Muchos peones participaron en rebeliones políticas cuyos líderes hacían correr la voz de que a través de ella se podía alcanzar la libertad, tal fue el caso del movimiento de inde­pendencia.

Chamariapa estaba rodeada de muchas comunidades indígenas, bastante pobladas, en las cuales los indios se centraban en cultivar la tierra, pero quienes tenían a su alcance mayor posibilidad económica eran los dueños de las haciendas y hatos. Existía el criollo, el mestizo y el indio. A esta clasi­ficación había que sumarle el inmigrante europeo.

La población rural de Chamariapa tuvo poca tendencia a abandonar su vida tradicional de horticultores y pescadores, para acudir al pueblo y fundirse allí dentro de la población "blanca".

Para explicar esto, se dirá que había una desigualdad de clases, tanto por la condición social, como por la posición económica.

Ya para el año 1832 Chamariapa pertenecía al cantón de San Mateo, por lo que dejaba de ser localidad a la jurisdicción de Aragua de Barcelona. Ya no serían los alcaldes de Aragua quienes ejecutarían acciones sobre Chamariapa, sino que la ejecución vendría de San Mateo, por ser cabecera de municipio.

Para este tiempo gobernaron la provincia de Barcelona Andrés Caballero, Manuel Figuera, Eduardo Antonio Hurtado y Ramón Pérez.

Venezuela vivía una situación política anacrónica. Dice Salcedo Bastardo que entre los años 1830-1835, no menos de 354

Sucesos sangrientos y violentos mayores, que engloban una infinidad de "acciones de guerra", y numerosos otros de menor importancia, hacen de la inestabilidad y la zozobra el clima del proceso nacional. (39).

Para el año de 1839, casi al mismo tiempo que el General Ezequiel Zamora desembarca en Coro, la provincia de Barcelona proclamaba la federación con los hijos del General Sotillo, en Santa Ana, San Joaquín, Chamariapa y Santa Rosa. (40).

Según Maradei, basado en González Guinand, Chamariapa para los últimos años de la década del 30 formó parte de la federa­ción. Debe entenderse que la federación conlleva la implica­ción política de que debe prevalecer la "unión", liga o convenio que se rige por la constitución común, la cual recono­ce la autonomía administrativa, económica y política, reservando para el gobierno central el ejercicio de ciertos poderes y medidas de carácter de interés generales como las que intere­san a relaciones internacionales, la defensa, la moneda y los medios de comunicación. (41).

Ciertamente que aquí los proyectos de los Sotillo no tuvie­ron ningún resultado positivo, sus intereses eran más persona­listas que federalistas, lo cual equivalía a mantener un Status en detrimento de un progreso administrativo y económico para estas localidades donde se manifestó el federalismo, entre ellas Chamariapa.

También esto surgía por el espíritu localista que man­tenían los caudillos locales, como lo dice el historiador Carlos Siso: " El General Sotillo- uno de los jefes connotados de las fuerzas federales al salir de la prisión de Bajo Seco, partió veloz a Santa Ana, su pueblo natal. En presencia de los amigos que ansiosos le esperaban para darle la bienvenida, se arrojó al suelo, revolcándose en él repetidas veces, como suelen hacer los burros. Estaba dominado por la pasión de poseer su tierra, de gozarla, en la forma más punitiva, pero más cierta. Era un abrazo gigantesco del hombre con la materia de su propio suelo, a la cual volvería. Era la más alta expresión del instinto localista. (42).

Todas las posibilidades existen mientras haya argumentos, y por ello, ha de interpretarse en este sentido.

3.4.3) Aspecto Eclesial

Durante ésta época gobierna en la Diócesis de Santo Tomás de Guayana el excelentísimo Monseñor doctor Mariano Talavera y Garcés, Obispo de Trícala, como Vicario Apostólico. Ya la diócesis estaba tomando otro rumbo orientado hacia la mejoría con lo cual el señor Obispo podía tener una estabilidad como pastor dentro de la diócesis a sabiendas de todo el territorio que tenía que recorrer. Esto suponía recorrerlo a caballo y en muía. Las visitas pastorales se hacían dilatadas y complejas para él.

Chamariapa, la cual pertenecía a la Diócesis de Guayana para ese tiempo, en ningún momento fue visitada por el Obis­po, las condiciones que reunía el pueblo para una visita pastoral no eran las más idóneas. El señor Obispo necesitaba que el pueblo estuviera algo más organizado, un poco más formado. Por otra parte Chamariapa no contaba con un sacerdote estable dentro de sus funciones eclesiales.

Así lo evidencian los libros de bautismos, de matrimo­nios y entierros, en los cuales se registra la presencia de dos sacerdotes para este período. Ellos fueron los presbíteros José Crisanto Sarmiento quien estuvo apenas un año, de 1830 a 1831, y el fraile Francisco Aguilar, quien tenía que atender a Santa Rosa y a Úrica. (43).

Este fraile duró nueve años en la comunidad de Chamariapa, lapso durante el cual logró en parte la organización del pueblo. Abordó sobre todo la evangelización, a pesar de los contratiempos surgidos por efecto de las guerras intestinas surgidas en este lapso, a pesar de lo cual, el padre se impuso para luego proyectar un templo que en los años subsiguientes se construiría

3.5) DECADA DE 1840-1850

3.5.1) Aspecto Económico

Hablar de la economía de esta década resulta absolutamente superficial. Brito Figueroa sostiene que durante esta década se impuso una crisis económica a nivel nacional, la cual repercutió en todos los pueblos venezolanos. Esto provocado por causas internas y externas. (44).

El cacao, el café, el ganado vacuno, las legumbres, el maíz, la caráota, los frijoles, y los granos en general habían escaseado, llegando la situación a un estado de crisis que el gobierno tuvo que promulgar una ley declarando libre de todo gravamen la importación de granos y legumbres.

La agricultura de plantaciones sobre la base de mano de obra esclava había dejado de ser rentable, por lo que se produ­jo un descenso en este tipo de relación laboral.

De esta manera la mano de obra sometida a relaciones de esclavitud disminuyó notablemente, sobre todo a finales de 1850. En la provincia de Barcelona solamente se registraron 365 casos de esclavos que dejaron de tener tal condición.

La misma Chamariapa no se queda a la zaga con respecto a esta materia. En este sentido, el Padre Oliva resalta impor­tantes cifras de esclavos que perdieron esa condición según el censo que realizó en 1830. Lo mismo hizo Codazzi en sus es­tadísticas.

El esclavo era un factor importante para la economía porque trabajaba y producía, sin embargo, para el año 1854, se dio la abolición de la esclavitud. A partir de allí el esclavo ya no era sometido, sino todo lo contrario, quedó algo así como realengo y sin control de ningún patrón.

Las relaciones de trabajo pasaron entonces a ser entre el hacendado y peones, los cuales, al terminar su faena en la hacienda, se retiraban a sus sitios de vivienda.

Teodoro Falcón Campos, de origen español, quien habitaba en el pueblo de Chamariapa con indios, fundó una hacienda en el sitio denominado "El cazabe", en un banco de Guanipa. Esto nos explica que cuando los indios no eran arrastrados por un hacendado, de un lugar a otro, ellos mismos tomaban la iniciativa para irse a otro lugar, de allí que la economía no tuviera una Estabilidad.

3.5.2) Aspecto Social

En la estructura social nacional aparecía un núcleo privi­legiado conformado por propietarios de tierras y de esclavos. Eran comerciantes en dinero, importadores y militares con bienes de fortuna; eran quienes consumían anualmente más pesos por concepto de vestidos; mientras que los esclavos, jornaleros y campesinos enfeudades consumían anualmente por el mismo concepto un peso per-cápita a pesar de que eran ellos los que contribuían al desarrollo de la riqueza materializada en productos agropecuarios.

En esa época, para gozar de los derechos de ciudadanos, se requería ser venezolano, casado, mayor de 21 años, saber leer y escribir, ser dueño de una propiedad raíz cuya renta anual debía ser de cincuenta pesos, o tener una profesión, oficio o industria útil que produjera por lo menos, cien pesos anuales, sin dependencia de otra clase de servicio domés­tico o que no fuera deudor fallido de plazo cumplido a fondos públicos.

Ciertamente que la constitución de 1830 era totalmente discriminatoria. Abría una tremenda brecha entre gente de posiciones económicas y no económicas, entre intelectuales y analfabetas, entre propietarios y aquellos que no eran dueños de nada.

Como esta Constitución regía toda la comarca venezolana, era comprensible que los hacendados de Chamariapa fueran los maestros, los militares, comerciantes y estuvieran socialmente hablando, por encima de los campesinos e indígenas, que era lo que más abundaba en esta zona.

Una constitución en esta forma daba lugar a una inconformi­dad en la masa popular, lo que abría una brecha para la búsqueda de solución al problema, que no fue otra que la guerra de guerrillas. Por ello los pueblos orientales, entre ellos Chamariapa fueron escenario geográfico de esta lucha clasista.

En esta lucha no participaban bandoleros o "gente sin Dios ni ley, sino fundamentalmente zambos, agricultores arruinados y multitud de esclavos y manumisos que lucían del dominio de sus amos...." (45).

En el caso de Chamariapa los " indios se habían comprome­tido con la causa federalista, permanecían fieles a la causa de los Monagas, y sus pueblos representaban focos potenciales de guerrillas..., la población indígena fue estratégicamente reubicada en vecindarios. (46).

Los Monagas eran oriundos de esta zona oriental, de allí que a ellos le interesara que los indios estuvieran de su parte, ya que por aquí tenían grandes cantidades de terrenos, lo que suponía, a pesar de la pretendida libertad tener a los indios dispuestos a sus posibilidades de trabajo, tal vez ofreciéndole el cielo y la gloria. Por ello, los Monagas se convierten en Caudillos no solamente de estas tierras sino de Venezuela entera.

El progreso de los indios no estaba en los intereses de los Monagas. Más bien les interesaba la estabilidad del indígena y su originalidad para así mantenerlos sometidos.

Sobre los Monagas Salcedo Bastardo señala lo siguiente: "Aunque la familia figura en la escena pública por casi ocho lustros, el nepotismo de los Monagas dura en total doce años; la nota capital de estos gobiernos es el desacato a la Constitución que, desde entonces, el déspota considera -son sus palabras textuales que sirve para todo". (47).

3.5.3) Aspecto Político

Durante esta década controlaron la Provincia de Barcelona los siguientes gobernantes: Ramón Pérez, hasta el año 1844; del año 1844 hasta el año 1848, Luis Bastardo; de 1848 a 1850, José María de Heres.

Los partidos políticos en la provincia de Barcelona empeza­ron a surgir en 1840, siguiendo la pauta iniciada en Caracas por Antonio Leocadio Guzmán quien era ideólogo del Partido Liberal.

En Chamariapa encontraremos miembros del partido Liberal a José Ürbáez, Antonio Gimón, Ramón Valladares, Juan Perdomo, Calixto Salazar, Los Hermanos Guevara, Los Freites, Los Rojas, etc. Los Guevara y Lira también tenían sus prefe­rencias liberadles, y estaban muy de acuerdo con los Mona-gas, aunque se sabe que los Monagas no eran en el fondo de esta tendencia. En efecto, José Tadeo Monagas había estado dentro de las filas conservadoras, sin embargo, a partir de 1848 había iniciado un proceso de acercamiento hacia el grupo liberal". (48). Otros seguidores de los Monagas eran: José Saa, Luis Bastardo, Carlos Salas, Rafael Bocalandro; y entre los Indígenas que eran mayoría, estaban el Cacique Cairo, Quiaro, Pariche, Turipe, Paiva, además de las legiones de súbditos que eran en su mayoría indios Kariñas.

Para ese momento, Chamariapa estaba bajo la jurisdicción ejecutiva del Cantón de San Mateo. Por ello todas las activi­dades políticas y económicas se ejecutaban desde esta localidad. Estaba de corregidor en Chamariapa José Antonio Guevara Rojas.

3.5.4) Guerra Federal en el Área de Cantaura

La guerra federal en el área del estado Anzoátegui o mejor dicho la Provincia de Barcelona para ese momento se dio inicio hacia el año 1859. Ya sabemos de las correrías del Ezequiel Zamora por los lados de Coro cuando hizo los desembarco y logro sublevar una cantidad de personas, entre ellos estaban los desposeídos de tierras, los campesinos, los indios, los descamisados, los pobres, ,los negros, de alguna manera este tipo de ideología más pragmática que ideológica pudo penetrar en el sentimientos de los desheredados de tierras, de un pan, de una casa, de un buen ambiente como vivían los godos o tal vez los Oligarcas como se le denominaba a este tipo de clase. Es evidente que la consigna de tierra `para los pobres y mueran los Oligarcas iba calando poco a poco en el escenario de la clase desposeída. Sin embargo, fue una guerra de 5 años que le costó a la nación casi un millón de personas, para luego caer en la misma ambición de todos los poderosos. Por eso aquí en la Provincia de Barcelona hubo su escena

3.5.4) Aspecto Eclesial

En la Diócesis de Guayana gobernó hasta el año 1842, el Eximo. Mons. Dr. Mariano Talavera y Garcés. A partir de ese año en adelante toma la batuta el Excmo. Mariano Fernández Fortique. Ya en esta década hay una estabilidad más segura de los Obispos que. Gobiernan a los pueblos del oriente venezolano, entre ellos Chamariapa.

3.5.4.1) Visita Pastoral de Mons. Fortique en 1843

Según lo que recoge el presbítero Acereda La Linde sobre la visita pastoral de Monseñor Fortique, "la capilla principal y la sacristía han sido nuevamente reedificadas con la solidez y cubierta de tejas; más el resto de la iglesia, que es de tres naves, está deteriorada y cubierta de paja por lo que el vecindario ha hecho una subscripción que monta a 800 pesos, y está resuelto a emprender la reparación de dicho edificio, igualmente de la capilla. Su señoría ilustrísima recomienda al venerable cura con el mayor encarecimiento la doctrina de los indios, que forma parte de esta población, y que tome el mayor interés por lograr que las mujeres indígenas se vistan. Autorizó en fin, al venerable cura para que mientras esté encargado de este pueblo y el de San Joaquín, diga en ambos misa los días domingo y fiestas principales, siempre que le sea posible" (Libro 1 de Gobierno, folio 4).

Según Acereda La Linde para el año 1845, el señor Obispo dio una pastoral para Cantaura y sobre todo para la construcción del templo, para lo que se necesitaba el es­fuerzo mancomunado de toda la población. (49).

Ante estos detalles se concluye en lo siguiente: En primer lugar, después de la Independencia se efectuó una visita pastoral Obispal; en segundo lugar, todavía en Chamariapa las indias andaban semidesnudas o desnudas, debido a que era éste un pueblo eminentemente indígena; en tercer lugar, el Señor Obispo, observa poca evangelización hacia los indígenas, y en cuarto lugar, el señor Obispo tiene una profunda preocupación por un templo más decente y organizado por lo cual lanza una carta pastoral para la población de Chamariapa.

3.5.4.2) Inventario del Templo en 1843

Según el Historiador Acereda La Linde en el templo de Chamariapa se hizo para ese año, el siguiente inventario: Una casa que sirve de iglesia cubierta de paja y la capi­lla, de teja, que se valora en 250 pesos. Un altar mayor con su retablo dorado, otro menor también dorado, calculado en 300 y


350 pesos respectivamente. Imágenes: Candelaria, Concepción, San Francisco, San Gerónimo y San Ildefonso. (50).

3.5.4.3) Sacerdotes en esta Década

A partir del año 1840 hasta el 1842 encontramos como párroco de esta localidad al venerable sacerdote Pbro. Francisco de Luca, quien, a la vez, atendía a la población de Santa Ana.

A partir de 1842 sirvió como cura interino de esta parro­quia el Padre Fer. Nicolás de Odena quien duró 52 años en esas funciones.

El P. Nicolás sostiene, aconseja, guía a Chamariapa por la senda del progreso moral y material desde el año 1842 y luego algunos años después, la coloca en la meta de sus aspi­raciones, la contempla Cantaura, población hermosa con respeta­ble sociedad, fiel observadora de los principios de nuestra religión, como que no la ha dejado de la mano, para que no se extravíe en los tortuosos senderos de los vicios, y cuando pasa a otra vida mejor deja una ciudad que descansa tranquila a la sombra de su templo.... " .(51).

3.6) DECADA DE 1850 A 1860

3.6.1) Aspecto Económico

Durante este periodo se evidencia que la estructura econó­mica sufre un cambio significativo: ocurre la desaparición de la mano de obra esclava; aunque para esos años en Chamariapa no había muchos esclavos. Así lo señala John Lombardi, para el año 1854, cuando surge se da la abolición de la esclavitud. Apenas, según sus estadísticas, lo que hay es un esclavo, manumiso ninguno (52).

Codazzi, por cierto, hablando de la Mesa de Guanipa y de la de Mondongo, donde está ubicada Chamariapa expresa que los Caribes, cultivan la yuca y vivían de la pesca. (53). Más ade­lante indica que en el Cantón de San Mateo, al cual pertenecía Chamariapa, se producía la caña, el algodón, el maíz, la yuca, los frijoles, las hortalizas, el café. (54).

Asegura, por otra parte Codazzi que el Cantón de San Mateo tenía comercio con Barcelona, y que en cada estación del año llevaban a los llanos de Maturín, Provincia de Cumaná, donde se vendían a las colonias extranjeras. (55)

Lo señalado por Codazzi, según muestra nuestra interpreta­ción, no corresponde propiamente al decenio del 50, sino de la anterior década, ya que en este lapso fue cuando Chamariapa sufrió un colapso en su economía.

En cuanto al Decreto de abolición de la esclavitud, en 1854, consagra asimismo un proceso de manumisión que venía de muchos años antes, por virtud de la conveniencia económica de los propietarios, los cuales preferían la mano de obra enfeudada a la esclava.

Las causas de la crisis económica continuaron presentes por mucho tiempo. La concentración de la propiedad territorial au­mentó a la par que la masa campesina. Y aquí en Chamariapa más aún debido a la existencia de muchas rancherías y bohíos de indios Kariñas, cuya mano de obra estaba al servicio de los terratenientes. Después de 1854 - nos dice Brito Figueroa- los esclavos o manumisos, si bien devinieron en ciudadanos y deja­ron de ser especie de cosa, en lo económico incrementaron el valor de su fuerza productiva sometida a relaciones de enfeudamiento. (56).

3.6.2) Aspecto Social

Para el año 1857 el estado Anzoátegui arroja una po­blación de 125.293 habitantes; aunque en el año 1854 había 78.634 almas, cifras éstas que nos indican que en un período de 4 años hubo una explosión demográfica acelerada; lo mismo ocurrió en Chamariapa, a pesar de ser esta una población pequeña. Ya en 1845 Chamariapa poseía 3786 habitantes y en 1860 tenía la cantidad de 6.500 personas.

En este decenio "los cambios sociales no modificaron sus características de sociedad rural-latifundista. Esas variaciones se expresan en la desaparición de la mano de obra esclava que favoreció la significación cualitativa del peonaje y campesi­nado en condiciones de relaciones sociales equivalentes a servidumbre; la insurrección de la masa rural...". (57).

A pesar de todo lo dicho, surge un hecho muy importante: Monagas inspirado en sus sentimientos generosos, en unión de su Ministro Simón Planas, pasa el rubicón. Y así, por su voluntad y en virtud de la disposición ejecutiva y son desde entonces ciudadanos de una República libre, tiene trece mil esclavos y veintisiete manumisos. De allí que en justicia el nombre de José Gregorio Monagas se conozca como el libertador De los esclavos. (58).

3.6.3) Aspecto Político

Para este decenio gobernaron en la Provincia de Barce­lona los siguientes señores: De 1848 a 1852, el Coronel Raimundo Freites; de 1852 a 1856, José María de Heres; de 1856 a 1858, José G. Lárez, pero éste gobernó provisionalmente; desde 1858 a 1859, Manuel Echezuría y Gadler y desde 1859 a 1860, José María Sucre quien era Coronel; en síntesis éste es el panorama de gobierno en la Provincia.

Para ésta década Chamariapa se independiza del Cantón de San Mateo y surge así el Cantón Freites. El argumento de esta decisión territorial de 1856 reza así: " El senado y Cámara de representantes de Venezuela, reunidos en Congreso. De confor­midad con el artículo 50. De la Constitución que dice: El territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810 se denominaba Capitanía General de Venezuela para su mejor administración se dividirá en Provincias, cantones y parroquias, cuyos límites fijará la ley".

"Decretan: Artículo 5º. La Provincia de Barcelona la forman los cantones Barcelona, Píritu, Onoto, Freites, Aragua, Pao, San Diego y Soledad".

Título 4º. El Cantón Freites se compone de las parro­quias Cantaura, San Mateo, Santa Rosa, San Tomé, Úrica y Cabecera Cantaura". (59).

En este período a Chamariapa le cambiaron el nombre, denominándose Cantaura. Las razones ya fueron expuestas en Puntos anteriores. (60).

Era el presidente del Concejo Municipal de este Cantón el Ciudadano Felipe Guevara y Lira, hermano del Arzobispo Silves­tre Guevara y Lira.

A Chamariapa en este decenio le fue de las mil maravi­llas. Primero porque se logró su independencia, segundo porque obtuvo su Concejo Municipal, su judicatura, su prefectura y su cambio en el gentilicio. Todo esto significó un logro políti­co.

3.6.4) Aspecto Eclesial

En cuanto a lo Eclesiástico no se pasó por alto el deseo que siempre ha existido: el bien. Durante este decenio gobernó la Diócesis de Guayana Monseñor Mariano Fernández Fortique, hasta el año 1853. Desde 1853 al año 1856 se encuentra como Vicario Capitular Monseñor José Leandro Aristigueta; luego a partir de esta fecha se encargó el quinto obispo, doctor José Manuel Arroyo y Niño Ladrón de Guevara, desde 1856 hasta el año 1884. Es encomiable la labor que realizaron estos excelen­tísimos monseñores dentro de la diócesis, quienes tuvieron que ver mucho en la construcción del templo que se hizo en Cantaura.

El 13 de agosto de 1855 el Padre Fray Nicolás de Odena, quien estaba a la cabeza de esta parroquia, recibió una comunicación del Señor Vicario Capitular de la Diócesis de Guayana, Monseñor Leandro Aristiguieta, donde este le expresa que en atención a que el gobierno ha mandado que esta parroquia hasta ahora llamada Chamariapa, se le sustituya el nombre por el de Cantaura en lo sucesivo, para evitar toda confu­sión, se observe el mismo orden, con respecto a las partidas de bautismo, matrimonios, etc... Sustituyendo el nombre de Chamariapa por el de Cantaura. (61).

El Padre Nicolás de Odena en este decenio le estableció a los cantaurienses el culto y la piedad. Se había convertido en un cura de aldea; comprendió el capricho de los Kariñas y Caribes y por ello los llamaba " mis hijos".

Odena fue un sacerdote dado del todo al servicio de una comunidad: Cantaura.

3.7) DECADA DE 1860 A 1870

3.7.1) Aspecto Económico

En su obra " Historia del Estado Anzoátegui", Maradei dice que durante ésta década en la Provincia el comercio seguía estancado y se realizaba casi exclusivamente por el Puerto de Barcelona, al que llegaban buques españoles, alemanes, franceses y americanos.

En lo referente a industrias indica que había diversa producción: imprentas, zapaterías, jabonerías, sombrerías, alam­biques y carpinterías.

Se comerciaba con el estado Bolívar en materia de aguardientes, quesos, ganados, cueros, papelón y otros pro­ductos. (62). El autor citado agrega que a mediados de este siglo el algodón había escaseado, pero que a partir de 1864 la producción de ese rubro tuvo un repunte. (63).

En Chamariapa era abundante la producción del casabe, ya que el indio kariña era maestro de esta artesanía alimenticia, y por lo tanto, surtidor de los mercados de la zona adyacente y de otras, como por ejemplo Bolívar, con las cuales comerciaba éste producto.

Por otra parte, la mayoría de los trabajadores libres desempeñaban distintas actividades como la albañilería, la carpintería, barbería, tenería, labrador de metales, etc. Los esclavos que no tenían oficios definidos continuaron en calidad de sirvientes domésticos. Todo ello formaba el lumpen- proleta­riado. (64) .

En ésta década se incrementó sustancialmente la propiedad territorial, y por supuesto, el latifundio, caracterizado por la posesión que tenían pocas personas sobre extensiones de tierras cultivadas en áreas limitadas. Allí había el peonaje, el arrendamiento de tierras, rentable en trabajo personal y a veces en dinero. (65).

Esto significó un atraso para la agricultura. Es tanto así que se tuvo que importar el maíz, la caráota, el frijol, el arroz, y frutos de cultivo natural.

Por otra parte, la acción de la guerra civil que estaba planteada, entorpecía el cultivo de la tierra ya que se hacía difícil la siembra por la falta de brazos para el trabajo, y también porque la mayoría de las cosechas eran arrebatadas por los revolucionarios y tropas del gobierno. Lo mismo ocurría con la cría de ganado toda vez que los bandos beligerantes sacrificaban gran cantidad de animales para la alimentación de las tropas. Esto diezmó los rebaños. Solamente en la Provin­cia de Barcelona se dieron alrededor de 20 acciones guerre­ras. Es fácil entonces deducir el problema que esta situa­ción implicaba para la economía, por los gastos que ello suponía y el destrozo que causaba en las haciendas, hatos y sembradíos.

Guanipa, Cantaura y San Joaquín fueron escenarios de enfrentamientos revolucionarios. Allí los Sotillo, los Monagas, Emilio Santodomingo, etc., tuvieron que enfrentar a los centra­listas Manuel Bacca, José Ángel Ruíz, entre otros. En el año 1862 había recrudecido la guerra en Oriente (66), por lo que era comprensible que la economía, durante esta década, se haya visto golpeada y diezmada.

3.7.2) Aspecto Social

A nivel de toda la Provincia, y sobre todo en Chamariapa, sus habitantes tuvieron que enfrentar en este periodo una década donde el rebullicio guerrero trastocó la organización social de esta comunidad. Este grupo humano con diferencias de clases, sufrió el embate de los Monagas y los Sotillo. Todo ello con el gravamen de que la situación social de los indígenas en la localidad, muy poco se diferenciaba de la de los esclavos. Los dueños de las grandes plantaciones cercanas a los pueblos de indios, los obligaban a trabajar. Para eso se apoyaban en las autoridades locales y regionales de manera prácticamente gratuita. Como quiera que los indios eran tratados como esclavos, los Monagas les habían ofrecido más tolerancia. De allí que hubieran legiones de nativos a favor de los Monagas; luego fueron desalojadas por el gobierno de Guzmán Blanco.

En esta década se registra una abultada cifra de indíge­nas en el país y en Chamariapa. Eran los años en los cuales era preponderante el prejuicio social o divisiones de clases. La mayoría de los indios vivían en rancherías y bohíos adyacentes a la localidad de Cantaura. En el propio Cantaura los indios eran sirvientes, obreros, " office boy" de los hacendados y terratenientes de esta jurisdicción.

Había en el criollo blanco un sentimiento despectivo hacia el indígena. El término indio muy usado por los blancos, era la forma de expresarles su desprecio. " ¡Indio, ven acá!", ¡Indio, agarra aquí!, ¡Indios flojos, a trabajar!, ¡Indios brutos, animales del monte!", etc. Situaciones como estas eran muy comunes. Pero de 1866 a 1870 hubo una " guerra larga", que diezmó y arruinó las fincas y haciendas de Cantaura. La condición social del blanco, inspirada por la economía, también quedó diezmada. El aborigen, aunque perdido siempre en todas sus condiciones, tuvo que retirarse al monte para llevar una vida a su dar y antojo; aunque sometido de una forma u otra.

3.7.3) Aspecto Político

Al terminar el año 1859 y comenzar el nuevo decenio del 60, la situación del país continuaba anárquica y desordenada. Castro expulsó, por consejo de conservadores, a varios líderes liberales, entre ellos a Antonio Leocadio Guzmán, Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón, quienes, desde el exilio, se dieron a la tarea, ya acostumbrada, de conspirar. (67).

En el Oriente se había soñado siempre con las banderas de la autonomía y del federalismo. Repercutió aquí el eco lanzado en Coro por el comandante Tirso Salaverría.

Para el año 1860 los revolucionarios tenían hostigados a los representantes del gobierno, quienes eran dueños de las ciudades importantes. Los pueblos se turnaban y abanderaban alternativamente. (68).

Durante ese gobierno, mandaron- en la Provincia las siguientes personas: José María Sucre, Fermín Bello, Pedro Monagas Carvajal, Juan Sotillo, Salomón Valverde, Domingo Monagas, Carlos Engelke, Jerónimo Pérez, Ramón Gómez Iszasi, José Gregorio Monagas y Leonardo Jiménez. Fueron períodos bastan­tes alternados, tanto por los centralistas como los federalist­as.

Los Sotillo, los Monagas, los Carvajal, eran localistas. Nativos de localidades como Aragua de Barcelona, Santa Ana y Maturín. Eran hombres de reciedumbre y con espíritu de usurpa­ción.

En Cantaura lucharon los Sotillo con el Coronel Ruíz quien hizo la retirada hacia San Joaquín. Cantaura había quedado en manos de.los federalistas. Es tanto así que el 15 de mayo moría en esta población el doctor Miguel Sotillo por causa de una herida que había recibido en Chaguaramas, y en donde los federales habían tenido una tremenda derrota.

3.7.4) Aspecto Eclesial

En esta década estaba gobernando todavía Monseñor doctor José Manuel Arroy y Niño. Antes en el lapso de 1866 a 1868, estuvo encargado de la Diócesis de Guayana el doctor J.A. Ramos Martínez, Provisor y Vicario General. De allí en adelante siguió Monseñor Arroyo y Niño.

En Cantaura continuaba el Padre Fray Nicolás de Odena; aunque de 1850 a 1867 tuvo que suplir algunas temporadas en Barcelona. (68). Durante este decenio ayudaron accidentalmente a Cantaura el Padre Miguel Rojas, quien era cura de Santa Ana y San Joaquín, ayuda que tuvo lugar hacia el año 1867; tam­bién participó el diácono Diego Antonio Calderón, quien bauti­zaba con licencia de Rojas, también para 1867.

Arroyo y Niño consideró a Odena con idoneidad suficiente por haber distribuido con brillo y con acierto en parroquias de otras naciones donde se habla nuestra lengua, los esti­madísimos dones de la iglesia. (68).

Durante este lapso Odena continúo su labor evangelizadora con los niños; ayudó a mantener el ánimo en la feligresía, a pesar de las guerras suscitadas entre los federalistas y centralistas. El aire de santidad que tenía este sacerdote abrigó siempre la esperanza de la feligresía de Cantaura.

Por otra parte, Odena continuaba la construcción del tem­plo. Era una labor que había comenzado y tenía que terminar­la. No podía quedar atrás. Por ello decía muchas veces que el soldado tenía que morir por el deber y cumplir hasta el final.

Su labor magistral en este decenio se expresó en bauti­zar, confesar, dar a conocer a Jesús a través de la comunión y evangelizado a los Caribes y Panares.

3.8). DECADA DE 1870 A 1880

3.8.1) Aspecto Económico

Se estimaba que durante este período la economía agraria tenía que recuperarse, luego de haber sufrido el descalabro producto de la guerra federal. La misma expectativa se tenía de la ganadería que había quedado totalmente diezmada. Es oportuno recordar que antes del 1783 Venezuela contaba con 12.000 millones de cabeza de ganado y en 1873 apenas quedaban 1.500.000. Brito Figueroa comenta que de 1872-1873, la agricul­tura estaba representada por 182.073 hectáreas cultivadas, distribuidas de la siguiente manera: el cultivo de café que, como consecuencia del sistema de plantaciones y "media­nerías", se había desarrollado mucho, representaba el 67% con 121.890 hectáreas sembradas; algodón, 6.000 hectáreas; yuca, 10.000 hectáreas y maíz 15.183 hectáreas. Este último renglón se sembraba de acuerdo al sistema de conuco.

Este tipo de sistema era el utilizado en Cantaura donde el principal cultivo era el maíz, además el algodón y la caña de azúcar. La yuca era el cultivo natural del Kariña y el Panare y la agricultura y la cría, los principales trabajos del indio. (69).

No solamente sembraban la yuca, sino batatas y el pláta­no. (70). En el campo seguía dominando el latifundio en las mismas condiciones que antes de la desaparición de la mano de obra esclava? en algunas zonas rurales las formas de peonajes conservaban características de esclavitud. Es el caso de los azotes y cepo por incumplimiento de tareas, el endeudamiento de una generación a otra generación de peones, la venta de plantaciones incluyendo " sus vecinos" y la compraventa de niños para el servicio doméstico. En tanto que en las zonas marginales subsistía la población indígena sometida a un orden social comunal-primitivo. (71). Según esto, la economía de Venezuela todavía estaba en una situación crítica. Existía una estructura económica pre capitalista.

3.8.2) Aspecto Social

A partir de este periodo imperó en el país el Guzmancismo que tuvo repercusión en cada una de las provincias y pueblos y, por supuesto, en Cantaura. El Guzmancismo se carac­teriza por su concepción de burguesía liberal. Por ello, no toleraba al indígena, al esclavo, ai peón, al doméstico. Los indios son blancos de un revés por parte de Guzmán Blanco, quien había introducido en la sociedad venezolana estilos afrancesados: las artes, la educación, el vestir, los modales. Esto de una u otra forma repercute en la Provincia y por su puesto en los pueblos.

Del problema confrontado por los indígenas durante el mandato de Guzmán Blanco y los indígenas Acereda La Linde dice lo siguiente: "Hasta la época en que por la ley de Guzmán Blanco se les obligó a dividir las tierras que el Rey les había concedido a cada tribu y constaba de cuatro lenguas castellanas, tenían las costumbres de formar, sus pueblos al lado de la parroquia o municipio del que eran vecinos, asis­tiendo con puntualidad a las iglesias en los días feria­dos; casándose y bautizando sus niños con puntualidad. Esta costumbre desapareció en virtud de la citada ley que los hacía perder su propiedad territorial que les servía de raíz en el terruño, por lo que se refugiaron en los campos de donde sólo concurren a los pueblos para comprar los menesteres de su miseria, de su existencia y vender sus pocos productos agríco­las o industriales. (72).

Marc de Cevriux expresa algo similar a lo anterior: "... bajo el gobierno de Guzmán Blanco, estos indios (Kariñas de Cantaura) que habían colaborado con la causa federalista fueron considerados como elementos subversivos, a causa de su fidelidad a la turbulenta familia de los Monagas. No parece probable que estas consideraciones fueron tomadas en cuenta por Guzmán Blanco cuando promulgó en la década de los años 70, una ley que favorecía la expoliación de tierras por los colonos. De acuerdo con esta ley, los indios debían abandonar los pueblos y dejarlos en manos de los criollos, razón por la cual la mayoría de ellos emigró a los sitios donde tenían los conucos, formando vecindarios. (73).

Según estas versiones, los criollos y los indios aquí en Chamariapa y en algunos otros pueblos de Anzoátegui, vivían en


Una lucha interna. Y esto precisamente, por la ley de Guzmán Blanco, que creó una situación conflictiva y hasta antinacional, si se quiere. Es decir generó una lucha de clases y desprecio hacia el aborigen.

De eso habla el general Figuera a propósito del censo que hizo en estos lugares. Hablando del Caris dice lo siguiente: De donde han sido últimamente lanzados por los criollos, valiéndose de la ley de Guzmán Blanco, que los expropiaba de los terrenos concedidos por el rey, si no les dividían entre sí, en un tiempo determinado". (74).

Aspiraba esa ley que los indios se mantuvieran en crasa ignorancia, arrinconados y analfabetos; que el estímulo social fuera desconocido para ellos, que las ideas de superación no pudieran existir entre ellos.

A Cantaura habían llegado corsos, alemanes, italianos, etc., que junto a los criollos formaban una clase social ante­puesta a los indígenas como clase baja.

3.8.3) Aspecto Político

Durante este periodo Guzmán Blanco desembarcó en Curanibarte, en febrero de 1870. Entra triunfante en Caracas el 23 de abril de éste mismo año con la denominada " Revolución Regeneradora". Comienza así un período conocido como el Septenio. (75). Este hombre va gobernar a Venezuela auto­máticamente. Apoyado en su voluntad de mando, considera como fundamental que debe someter a su dominio a todos aquellos generales y jefes ambiciosos que le acompañaron en la búsqueda



del poder. (76). Para el, el poder estaba representado en s i


mismo. De esto se desprende que sus primeros años de gobierno no fueron muy pacíficos. Por lo menos en la Provincia de Barcelona hubo más de un combate y de grupos sublevados en contra del gobierno.

Maradei señala que hubo una batalla en Clarines, el 14 de agosto de 1870, entre liberales y conservadores. Por los liberales actuó como jefe Rafael Adrián, mientras que por los conservadores estaba Juan Cancio González. (77). En 1871 se habló en Barcelona de una escaramuza, pero no hubo tal cosa, fue una falsa alarma. El 27 de abril de 1872 Barcelona fue nuevamente tomada por las fuerzas insurgentes, al mando del general Amparan, pero la ocupación apenas duró un día. (78).

En octubre de 1874, el General José Ignacio Pulido salió de Caracas hacia Barcelona para protestar contra el gobierno de Guzmán Blanco. Las fuerzas fueron disueltas en Píritu, por los generales Víctor Rodríguez y Diego Bautista Urdaneta.

Este mismo año Aragua de Barcelona fue ocupada por las fuerzas del gobierno. Una vez que estuvieron acantonadas por varios días siguieron hacia San Joaquín, Cantaura y Cachipo, ya que el jefe revolucionario, Manuel Ortega, andaba por estos lugares.

Durante este decenio, denominado periodo de la Revolución Azul, de la fueron gobernadores de la provincia, las siguientes personas:

Del 1868 a 1871 gobernó José Gregorio Monagas; de 1871 a 1872 estuvo provisionalmente José Antonio Velutini; Durante el año 1872 hubo varios gobernadores: Tomás Gregorio Ugueto; Carlos Arvelo, Flix Ayala, Eloy Montenegro. Desde 1872 a 1875 gobernó Carlos Arvalo y Domingo Monagas. Durante el año 1876-1877 correspondió el mando a Ramón Estrada, Marco Antonio Saluzzo, Antonio Velutini y Juan Alberto Hernández. De 1878 a 1880 controlaron la gobernación Antonio Velutini, Manuel Sánchez y Eladio Lara (79).

De una u otra forma esta manera de gobernar en la provincia repercutió en Cantaura, población que exhibió, resistencias a los criterios que venían de la capital.

Durante este periodo dominaron el Concejo Municipal de Cantaura los Guevara, los Freites, los Carvajal, los Sifones, los Prez, los González, los Agostini, etc.

Entre ellos hubo liberales y conservadores que, a la vez, pulsaban conflictos para lograr el poder municipal.

Durante este decenio hubo cambios en la división terri­torial de la provincia. Por lo menos en 1873 al departamento Barcelona se le llamó Gregoriano y al de Cantaura, Freites. Es de resaltar que para el año 1873 el departamento Freites contenía 12.713 habitantes. (80) .

3.8.4) Aspecto Eclesial

En este decenio gobernaba la Diócesis de Guayana Mon­señor doctor José Manuel Arroyo y Niño. Se desconoce si hubo visita pastoral de jefe eclesial a este poblado, pero se sabe que tuvo mucho contacto por escrito con el Padre Nicolás. Odena, quien todavía era párroco en Cantaura.

En esta década el Padre Odena bautizó 4.290 personas. Ello está registrado en los libros V y VI de bautismo de esta parroquia, los cuales van desde los años 1368 a 1881: en cuanto a matrimonios se llevaron a efecto en un número cercano a los 400.

Los cierto del caso es que el Padre Odena tuvo el Evan­gelio como puntal en este decenio para lograr que muchas personas buscaran a Cristo. Por otra parte, el Padre tenía el empeño de evangelizar a los Kariñas, los que estaban dispersos por el monte y a donde el fraile acudía asiduamente. A finales de este decenio el Padre hace un inventario que arrojó los siguientes datos: " una iglesia de tres naves de bahareque, cubierta de teja, un campanario con tres campanas de dos y de un quintal, además la iglesia consta de 70 libros, de 5 puertas*, un coro alto, pulpito, confesionario. En cuanto a imágenes se encuentra: La Candelaria, Carmen, Concepción, Nuestra Señora de Belén, San Jerónimo, San Ildefonso, San José, San Francisco y siete imágenes de Semana Santa". (81).

3.9) DECADA DE 1880 A 1890

3.9.1) Aspecto Económico

Según algunos estudiosos de la economía, este decenio fue un lapso de transición, ya que de una Venezuela agro-exportadora se irá pasando a una Venezuela minero -exportadora.

Pero esto no es cuestión que repercute de inmediato en los pueblos, y menos en Cantaura, que sabemos se sustentaban en el factor agrícola y pecuario, sectores que mejoraron sustancial-mente en este decenio. Durante este período la agricultura dependía en lo concerniente a frutos mayores, enteramente del extranjero; de 1 recibe, con elevado interés, los fondos para las limpiezas de las haciendas, recolección de la cosecha y sustento diario de la familia, por lo que el agricultor se encuentra forzosamente sometido a la ley del prestador no sólo en cuanto a la utilidad o precio del dinero, sino respecto del valor mismo de los frutos.

A partir de 1880 Guzmán pudo disponer con más abundancia del capital extranjero, pero ello para hacer carreteras; ya había vías agrícolas para sacar los productos de las zonas agrícolas. (82).

Para ser más claros, durante esta década del 80 "la economía seguía siendo débil y por lo tanto más ilusos los sueños del desarrollo de Guzmán. (83). González Guinand, citado por Brito Figueroa, dice que al finalizar el año 1881 la situación del país dejaba mucho que desear porque la agri­cultura del café estaba postrada, la de la caña venía de tiempo atrás enferma de gravedad, la industria pecuaria se resentía de monopolismo. Tales circunstancias, de por sí gra­ves, comunicaban muchas dificultades a los negocios y langui­dez al movimiento social. (84).

No se le desconoce a Guzmán Blanco que haber intentado hacer una reforma a la economía, pero se le cuestiona que no modificara el latifundio, sobre todo, favoreciendo a los colonos europeos.

Marco Aurelio Vila, al hacer referencia a los pueblos del estado, afirma que la agricultura y ganadería llevaban vida lánguida (85) durante el siglo XIX. De estos productos vivía la provincia. El comercio, la industria, el mercado se mantenían de estos. Por ello la economía en Cantaura al igual que la de otras partes, pasó por un momento de languidez económica, aun cuando luego el maíz y el algodón incidieron en la prosperidad de la zona.

3.9.2) Aspecto Social

Gobernaba en esta década Guzmán Blanco, cuyo gobierno trajo consigo una metamorfosis en la estructura de clases socia­les, lo cual se explica en la presencia de dinero, de ferrocarriles, tranvías, obras públicas y un débil estrato de peque­ños industriales. En este decenio existían las clases propietarias conformadas por los antiguos y nuevos terrate­nientes; y la burguesía industrial interna.

Existían igualmente los sectores medios constituidos por los pequeños propietarios del campo y de la ciudad. Entre las clases no propietarias con bajos ingresos se encontraban los trabajadores domésticos y peones agrícolas. Se hallaba pre­sente también lumpen que era el desecho de la sociedad.

La categoría social más importante en las ciudades continuó siendo la burguesía comercial usuraria, ligada al monopolio comercial y al intercambio en dinero y valores. Era una clase social rapaz y agrarista, que de modo indirecto explotaba a todas las clases sociales e incluso a las clases dominantes. (86).

En cuanto a la condición de los indígenas no hubo cambio alguno, específicamente en el caso de Cantaura, donde había para 1881, 15 rancherías, 150 bohíos y 800 indios. La ausencia de metamorfosis se debió a que este había sido relegado, explotado y culturalmente discriminado.

Ya lo hemos dicho en líneas anteriores, Guzmán Blanco, con la ley del desprecio, había dictaminado que las comunidades indígenas más cercanas a los centros poblados tenían que desaparecer. Para 1881 el Distrito Freites tenía 19.826 habitantes. Para este año no tenían condición de di­strito ni Anaco ni El Tigre, ni San Tom. De allí que la población de Freites se presentara tan numerosa.

3.9.3) Aspecto Político

Guzmán Blanco gobernó a Venezuela hasta el año 1887. En el lapso de 1884-1886 había elegido al General Carpió como presidente. Ya a partir de 1888 hasta el 1890 gobernó el doctor Juan Pablo Rojas Paúl, quien había sido elegido como presidente por elecciones.

Durante el período de Guzmán Blanco, un nativo de Cantaura tuvo con la iglesia el enfrentamiento más feroz que se halla presentado durante la historia republicana. Guzmán Blanco no toleraba al poder eclesiástico, al cual humilla enviando al destierro al Arzobispo de Caracas, Monseñor Guevara y Lira, por haberse negado a cantar un Te-Deum en homenaje a la victo­ria de Guama, librada por el general Matías Salazar, uno de sus más valientes y. decididos oficiales, a quien después mandó a fusilar por el delito de rebelión (87).

En la provincia de Barcelona fueron muy pocas Las guerras intestinas. Sobresalen la del 2 de diciembre, en los Estan­ques, del General José María García Gómez contra el general José Amparan; la del 5 de diciembre, en el Yesal. En este combate actúa el general Julián López contra el general Deogracias Rendín. No se conocen otras guerras intestinas revolucionarias correspondientes a este decenio.

Durante este periodo gobernaron en el Gran Estado Bermúdez (como se vino a denominar Barcelona a partir de 1881) las siguientes personas: César Espino, General Pedro Vallenilla; General Clemente Parpacen, Modesto Vallenilla, General Tomás Canache, General José Velutini, General Rafael Adrián, General Juan Miguel Lárez, General Juan Agostini., General Francisco Maza, María Azpúrua, Julio Bermúdez, Bernardo Rauseo y Francis­co Betancourt Vigas.

Observamos que en ese lapso hubo una pléyade de Gober­nadores, donde se incluía un buen número de generales, lo que implica que hubo mando militar durante ese tiempo. Esta inestabilidad política incidió en la Municipalidad de Cantaura que a partir de 1881 conforma una entidad Distrital.

La mayor parte de las veces los ánimos de los jefes civiles y de los presidentes de la Municipalidad, que fueron muchos en esta década, no lograban mantener una ejecución de estabilidad y control dentro del Concejo.

Las rivalidades se multiplicaban por el choque de los partidos. Sin embargo, poco a poco, durante o a finales del decenio, se iban borrando las fricciones. Para este lapso era jefe civil y vicepresidente de la Municipalidad el doctor Luis Felipe Guevara: como secretario actuaban Julián Mena y Jorge López.

3.9.4) Aspecto Eclesial

La iglesia, que ha sido un baluarte a lo largo de la histo­ria, seguía hacia adelante, a pesar de que durante el gobierno de Guzmán Blanco hubo agresiones contra ella, como la expulsión del obispo de Caracas, monseñor Guevara y Lira y otros. Y dijimos que durante este período gobernaba desde Guayana monseñor doctor José Manuel Arroyo y Niño, hasta el año 1884, según Constantino Maradei.(88)

Tavera Acosta señala que del año 1884 a 1886 no hubo al frente de la Diócesis ningún obispo, sino el señor vicario capi­tular, doctor Juan Francisco Avis. (89)

Del año 1886 a 1887 es nombrado el sexto obispo de Guayana, doctor Manuel Felipe Rodríguez, quien estuvo al frente de la Diócesis durante un año, pues a partir de 1887 estuvo como vica­rio capitular y gobernador el doctor Juan Francisco Avis.

Con respecto a monseñor Arroyo y Niño hay constancia de que cuando fue expulsado monseñor Guevara y Lira, aquel fue nombrado por el gobierno de Guzmán Blanco, para que ocupara la vacante, propuesta que aceptó.(90).

Por esa razón Arroyo y Niño fue fuertemente reprendido por el Papa Pío IX y obligado a renunciar, en carta del 22 de junio de 1874, donde se le exigía que no ocupara la cátedra aun cuando había prestado juramento.

Con la medida eclesial, Guzmán Blanco se envalentona y lanza un discurso para romper la armonía eclesial con el Vaticano. Este discurso, según comentarios de algunos peritos en la materia, fue preparado por algún presbítero que era más político que eclesiástico, además adulante del gobierno de Guzmán Blanco. Durante este decenio Acereda La Linde comenta que el Padre Fr. Nicolás Odena sigue de párroco interino de Cantaura; aunque en los años 1880 y 1881 el diácono Jesús Pérez era sacerdote lo cual tenía licencia para hacer todos los oficios religiosos de Cantaura. Los demás años los asistió el Padre Fr. Nicolás de Odena cómo está asentado en los libros de bautismo, gobierno y matrimonio.

3.9.4.1) Visita de Mons. Rodríguez

Acereda La Linde dice que la visita que Monseñor Rodríguez realizó a Cantaura fue los días 6 a 11 de marzo de 1886. El libro de Gobierno dicen: " La mañana del jueves 11 y a inci­tación del ilustrísimo Señor Obispo, se reunió en la casa rural una junta compuesta del muy Rdo. Párroco, presidente, Sr. jefe civil, vicepresidente, Dr. Luis Felipe Guevara, secretario, Sr. Julián Mena, Sr. Jorge López y otros muchos vecinos, con el objeto de atender a la fábrica del Campo Santo, que es una de las principales necesidades de la pobla­ción, proponiéndose al mismo tiempo, un fin muy laudable, cual es, proporcionarle trabajo a los infelices indígenas, acostumbrándoles así a esta Santa Ley, y librándoles de la miseria espantosa en que yacen y de los crímenes a que está unida a su ignorancia, los arrastra. Su señoría ilustrísima se quejó amargamente de las injusticias de que ha sido informado, se cometen contra estos desgraciados, y tocó todos los resortes a fin de mejorar esa lamentable situación? teniendo la grata satisfacción de encontrar en todos los habitantes muy buena voluntad. Su señoría ilustrísima se ha contentado mucho de las fuentes espirituales que ha recogido en esta religiosa ciudad y felicitado al ejemplar cura de la parroquia, Rdo. Pbro. Nicolás de Odena, sacerdote modelo, religioso capu­chino, digno hijo de San Francisco de Asís, quien a pesar de sus 74 años de edad y 43 de laborioso ejercicio en esta parroquia, cumple con exactitud todos los deberes de su ministerio procurando por todos los medios, que el Señor ha puesto a su alcance, la felicidad y salvación de las almas, que a su celo y vigilia están confiadas. Que el Dios de bondad le conserve su preciosa e interesante vida, son sus más sinceros deseos". (91).

3.9.4.2) Inventario de 1887

Una iglesia de tres naves, techos de teja. Torre con cuatro campanas, coro alto, tres altares. De 1880 a 1890 se llevan a efecto 2.280 bautismos en la parroquia de Cantaura; se llevan a efecto casi un centenar de matrimonios y durante la visita que hizo Monseñor Rodríguez, muchas confirmaciones.

Como se verá, el aspecto eclesial durante esta década en Cantaura cobra auge, a pesar las acciones de Guzmán Blanco.

3.10) DECADA DE 1890 A 1900

3.10.1) Aspecto Económico

Hubo en Cantaura un notorio progreso económico durante el decenio 1890 a 1900. Para 1891 el censo arrojaba en el estado Anzoátegui la cantidad de 134.064 habitantes. La población económicamente activa se integraba por categorías del modo siguiente: 80% dedicada a las actividades agropecuarias en calidad de jornaleros como arrendatarios; el 1% tenía condición de propietarios de la tierra; el 19% de artesanos, comerciantes, jornaleros y elementos del lumpen-proletario.

En 1894 la producción agrícola, por renglón se situó de la manera siguiente:

Tomates: 2.622 fanegas

Café: 177.000 quintales

Cacao: 88.000 fanegas

Maíz: 264.0000 fanegas

Caráota: 9.100 fanegas

Azúcar: 99.500 quintales

Tabaco: 214.500 quintales

Plátano: 1.100.000 carga

Yuca: 350.000 carga

Frijoles: 62. 1000 fanegas

Arroz; 1580 quintales

Cocos: 2.915.000 unidades

La estructura funcional del Estado, para el ario 1894, era la siguiente:

Agricultores y criadores: 58.501 personas. Comerciantes: 5.113 personas

Artesanos y dedicados a los oficios manuales: 14.163 personas.

Criados y dedicados al Servicio Personal: 21.690 personas.

Mineros: 9 personas.

Fuerza Pública: 484 personas.

Jefes Oficiales: 46 personas.

Sin profesión y sin clasificar: 219.163 personas.

Profesiones Liberales: 1105 personas

Profesiones Médicas: 170 personas

Administración pública: 424 personas

Clero y Órdenes religiosas: 31 personas

Marinos y Barqueros: 1619 personas (92).

La ganadería en el estado Anzoátegui, durante el año 1894, arrojaba las siguientes cifras:

Vacuno: 150.642 cabezas

Lanar: 6.522 cabezas:

Cabrío: 136.091 cabezas

Caballar: 28.432 cabezas

Mular: 13.552 cabezas

Asnal: 72.289 cabezas

Porcino: 106.785 cabezas

Este era el panorama global a nivel del estado, en tanto que el de Cantaura, por carecer de datos concretos, no se precisa, pero se puede dar ciertas pistas: para 1894 esta población tenía 19.900 habitantes. Esto no quiere decir que esa era la cifra poblacional de Cantaura exclusivamente, sino de todo el Distrito Freites. En Cantara el número de habitantes se ubicada en los ocho mil personas, sobresaliendo en gran número el indígena, aunque esto era tomado a lo redondo.

De allí que se observe que la mayoría de las actividades se referían a la producción agrícola ya la ganadería. Se precisa en 60% dedicada a la producción agropecuaria, un 5% en calidad de propietarios y un 35% comerciantes y lumpen proletario donde estaba el indígena. Su producción agrícola era fundamentalmente el maíz, caráota, azúcar, tabaco, yuca, frijoles, arroz, etc. El indígena cultivaba la yuca en mayor proporción puesto que la utilizaba para hacer el cazabe, en el cual se basaba su principal comercio.

3.10.2) Aspecto Social

En esta década se incorporaron nuevos elementos al orden social existente en la provincia. Este fenómeno se refleja en los pueblos.

Surge un nuevo rasgo cultural que caracteriza a la sociedad venezolana de aquel momento. Ello era la democratización de las relaciones entre los grupos humanos, y entre los componentes de esos grupos, facilitado ello por la liquidación de los prejuicios que antes regulaban esas rela­ciones. ( 94 ) .

La masa rural ocupa hatos y haciendas, y mientras crecía la población, descendía cualitativamente el número de propietarios con fuerza económicamente activa, se distribuía en sectores de la producción agropecuaria, en profesiones, etc. (95).

Según Brito Figueroa, los artesanos, los de servicios personal, los mineros, la fuerza pública, los de profesiones médicas (96) y otras fuerzas de trabajo que surgieron en Anzoátegui, no integraban una clase social diferenciada, estric­tamente configurada, pero si se puede considerar como un antecedente histórico de la formación del proletariado venezo­lano. Por otra parte, como se indicó en líneas anteriores, los rasgos sociales que habían surgido no eran para marcar una categoría social, pero sí una superación. Por ejemplo, si alguien era médico, esto implicaba una superación, pues para esa época, ser médico o maestro equivalía a formar una clase social. Sin embargo a ello se contraponía el caso de analfabetas que fueron funcionarios y ocupaban altos puestos en la dirección de los pueblos. Por ello, para este lapso Chamariapa, que tenía una población abultada, pese a los estragos de la fiebre amarilla y otras enfermedades, mantenía una cierta realidad social que se había iniciado a mitad de siglo. En ello se incluía el complejo problema indígena, grupo que formaba una gran masa humana.

3.10.3) Aspecto Político

Maradei y Acereda La Linde mencionan una lista de Gobernantes que tuvo la provincia durante este decenio. Ellos son:

1890 a 1891: Francisco Betancourt

1891 a 1892: Ernesto Beapertuy

1892 a 1893: Domingo Monagas

1893 a 1894: general Nicolás Rolando

1898 a 1899: General Manuel Guzmán Álvarez

1899 a 1900: Miguel Arreaza

Durante este lapso gobernaba en el distrito Freites, específicamente en el año 1894, el T. Guevara como presiden­te. El secretario era I.P. Antompreti. En esa década la política, aparentemente cambió los rumbos, en previsión proba­blemente de lo que iba a suceder al reunirse el Congreso para tratar de la cuestión constitucional. (97).

El resultado del Guzmancismo había quedado arraigado en las provincias. En 1893, triunfante el movimiento armado denominado " Revolución Legalista" que encabezaron los Genera­les Nicolás Rolando y José Antonio Velutini (98), ello repercutió a lo largo y ancho de la Provincia.

El Coronel Celestino Rojas, hijo de Martin Marcano, estuvo haciéndole la guerra al gobierno durante este decenio. Las zonas del Uñare como Clarines, Onoto, Piritu eran zonas azotadas por el enguerrillamiento; mientras que la zona central del estado Bermúdez, como Aragua y Cantaura, habían dejado la guerra para entrar en un clima de paz.

3.10.4) Aspecto Eclesial

A partir del año 1891 comienza a gobernar en la Diócesis de Guayana el excelentísimo Monseñor doctor Antonio María


Duran, quien había nacido en Trujillo. Fue uno de los prelados que más tiempo permaneció en esta Diócesis.

En este decenio se produjo la entrada de los Padres capu­chinos, salesianos y agustinos recoletos. Esto significa que el vacío de sacerdotes en el interior del país, se iba a llenar con la llegada de nuevos sacerdotes. Se tiene entendido que estas órdenes religiosas traían un fin: la educación.

Durante este decenio llegaron a Chamariapa algunos sacerdotes. Ya se encontraba allá el Padre Nicolás de Odena, quien muere en esos años.

Se hizo presente el presbítero Jesús Pérez, quien había venido como interino. También pasaron por allí los padres Santiago Sandoval y el bachiller Cándido Calatayud, en el año 1897; igualmente estuvo el presbítero Jesús María Guevara Carrera, como interino, ese mismo año. Ya en 1900 se encon­traban en esta localidad el Padre Fray Tomás Martínez y el padre Fray Rufino Pérez.

Durante este lapso se registran cerca de 2.500 partidas de bautismo, cifra que evidencia un bajón, de acuerdo a datos anteriores correspondientes a años precedentes.

3.10.4.1) Muerte de Fray Nicolás Odena

Fray Nicolás de Odena fue un sacerdote servidor y Consecuente con Cantaura. Cincuenta y dos años de servicio dio a este pueblo, en circunstancias en las cuales era muy difícil que un sacerdote pudiera durar tantos años en una parroquia. Hay indicios que señalan que Fray Nicolás Odena fue interino y nunca párroco de Cantaura. El abnegado sacerdote
expiró el 15 de febrero de 1894 a las 3:00 de la tarde. La
consternación en Cantaura por este acontecimiento fue mayúscula. Se explica ello en que Odena fue un padre querido por la población, un sacerdote que se esmeró en evangelizar y querer a los indios Caribes y Kariñas.

El cementerio y el templo fueron gracias al esfuerzo de Fray Nicolás Odena quien emprendió una lucha incansable en pro de estas obras. Fue este sacerdote quien reformó y alargó la iglesia en Cantaura; guió a la población por la senda del progreso moral y material desde el 1842 hasta el año 1894 cuando le sobrevino la muerte. (99).

Cuarta parte

4). PERSONAJES Y VALORES DE CANTAURA (S. XIX)

4.1) Silvestre Guevara y Lira

Monseñor Maradei, en su libro " Historia del Estado Anzoátegui" y Arturo Medina Alfonso en su obra " Mi Provincia y sus Valores", traen a colación la biografía de éste ilustre prelado venezolano, nacido en Cantaura en 1814. Fue bautizado en la población de Aragua de Barcelona. Hizo estudios en Cantaura, en Aragua de Barcelona y en Caracas. Fue el primer Obispo consagrado en Caracas, y siendo presidente del Senado, firmó el decreto de abolición de la esclavitud, para lo cual había influido mucho ante José Gregorio Monagas.

Fue presidente del Consejo de Estado y asistió al Concilio Vaticano I cuando se definió el dogma de la Inmaculada Con­cepción. Sus primeros años de pontificado se distinguieron por una gran consolidación de la Iglesia, que era muy respetada por los gobiernos.

Por haberse negado a cantar un Te-Deum por la batalla de Guama, fue expulsado del país, en tiempos de Guzmán Blanco. Estuvo de paso por Barcelona cuando iba camino del destierro y aquí ordenó a Monseñor Castro, más tarde Arzobispo de Caracas. Fue llamado por el Papa: óptimo prelado. Sostuvo luchas tremendas contra Guzmán y, aunque algunos autores lo consideren como falta de prudencia, fueron dignas de un gran apóstol. Murió en Caracas el año 1882. Sus restos reposan en la catedral metropolitana de Caracas como Arzobispo de esa Ciudad Capital. (100) .


4.2.) Felipe Guevara Rojas

Nació en Cantaura el 30 de junio de 1878. Estudió en el Colegio Santo y el Colegio Federal de Varones de Ciudad Bolívar, donde recibió el grado de bachiller, en 1896. Luego pasó a Caracas donde hizo su carrera médica en la Universidad Central. Se perfeccionó en Francia y trabajó mucho por levan­tar la creencia de la anatomía patológica en la Universidad.

Fue miembro de muchas corporaciones nacionales y ex­tranjeras, rector de la Universidad Central de Venezuela, Minis­tro de la Instrucción Pública, el más notable que ha tenido la república. Fue un gran escritor de temas médicos, un gran médico, hombre público y excelente profesor. Murió en Caracas en 1916, a la edad de 38 años. (101).

4.3) Mercedes Guevara Rojas

Nació en Cantaura el 2 de agosto de 1885. En el año 1899 hizo su presentación a las letras venezolanas el eminente doctor F.A Risquez.

En 1916 fueron recogidas sus producciones selectas en un volumen que lleva el sugestivo nombre de " Versos". (102). Publicó varios trabajos en prosa y en verso, impregnado del amor a la tierra, de hermosos crepúsculos llaneros y de los cromos", sobre los paisajes de la Mesa de Guanipa.

Más adelante, en 1941, toda su obra poética fue publicada con el título de "Naturaleza y Alma".

5). NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) GONZALEZ, González, Alfonso: El Oriente Venezolano a media
dos
del Sialo XVIII, a Través de la Visita del gobernador
Diguja.
. Ed. Biblioteca Nacional. Caracas, 1977, pp. 88.

(2) Cfr. ACEREDA LA LINDE: Historia de Aragua de Barcelona. Ed.
Imprenta Nacional, 1959, Caracas, Tom. I, pp. 154.

(3) GONZALEZ, GONZALEZ: Ob. Cit. pp, 111

(4) Idem. pp. 112

(5) DEL BASTARDO Y LOIZA: Noticias Historiales de Nueva Barcelona. Ed. F.H.C.V. Caracas, 1985. Notas de Constantino Maradei, pp. 284

(6) ACEREDA LA LINDE: Ob. Cit. pp. 385, Tom. I; TAVERA ACOSTA: Historia de Carupano. Ed. Tamimat, 1981, Cumaná, pp. 78

(7) Archivo Arquidiocesano de Caracas, Fondo Franciscano,lg. 9, Misiones, Doctrina y Curato.

(8) Archivo Arquidiocesano de Caracas, Fondo Franciscano, lg. 9, Misiones, Doctrina y Curato. Fondo Franciscano Original.

(9) BRITO FIGUEROA, Historia Económica y. Social de Venezuela. Tom. I. Ed. E.B.V.C., Caracas, 1975, pp. 220-222.

(10) Idem, pp. 269

(11) MARADEI, Constantino: Historia del Estado Anzoátegui, Cara­cas, 1981, pp. 138-139.

(12) LOMBARDI, Jon: Decadencia ;y Abolición de la esciavitud en Venezuela, 1820-1854, Ed. E.B. V.C, Caracas, 1974, pp. 72

(13) PARRA-PEREZ: Historia de la Primera República de Venezuela, 1959, Caracas, Tom. II.

(14) ACEREDA LA LINDE: Ob. Cit. Tom. I, pp. 154-155.

(15) Correo del Orinoco, 24 de Julio de 1819, 9Q, Cuartel General en el Chispero, 13 de junio de 1819, 9o

(16) ídem. 11 de septiembre de 1819

(17) GONZÁLEZ ASDRUBAL, Manuel Piar: Ed. Hnos. Vaddel, Valen­cia, pp.58-59.

(18) HERRERA, Luque: Boves El Urogallo, Ed. Fuentes, Caracas, pp. 297-298.

(19) MARADEI, Constantino: Ob. Cit. pp. 188.

(20) TAVERA ACOSTA: Ob. Cit. pp. 188.

(21) HERRERA LUQUE: Manuel Piar: Caudillo de Dos de Dos Colores. Ed.
Pomaire, 1987, Caracas, pp. 218.

(22) BRITO FIGUEROA: Ob.Cit. pp. 254.

(23) DE ARMAS, Julio: La Ganadería en Venezuela, Imprenta C.R, Caracas, 1974, pp. 273.

(24) ídem.

(25) SISO, Carlos: Ob. Cit. pp. 199.

(26) FIGUEROA, Brito: Ob. Cit.

(27) Cfr. ACEREDA LA LINDE: Ob. Cit. 604

(28) Cfr. MARADEI, Constantino, Ob. Cit. pp. 206

(29) Libro 5to. Matrimonio, Archivo de Aragua de Barcelona;
ACEREDA LA LINDE, Ob. Cit. Tom. 2 pp. 264

(30) ídem.

(31) Ob. Cit. pp. 385.

(32) Ob. Cit. pp. 78.

(33) Libro Parroquial de Aragua de Barcelona.

(34) FIGUEROA, Brito: Ob. Cit. pp. 264.

Bibliografía