domingo, 11 de agosto de 2013

Apuntes Historicos de la Parroquia de San Andres de Onoto Por Lorenzo Salazar y Cruz Maria Morales

         CRUZ  M.  MORALES                    LORENZO A. SALAZAR

















Apuntes  Históricos
de la
PARROQUIA DE ONOTO



















Tip. “La Empresa”.
E. Suegart &. Ca.
















HOMENAJE SINCERO DE FILIAL AMOR AL
PADRE DE LA PATRIA, LIBERTADOR
SIMÓN BOLÍVAR, EN EL PRIMER
CENTENARIO DE SU
SENTIDA MUERTE.
AÑO DE 1930.














Tip. “La Empresa”.
E. Suegart &. Ca.











PROEMIO





         Estas líneas que hoy damos a la publicidad, no deben considerarse como asunto de importancia, pues únicamente aspiramos con ellas corresponder al justiciero tributo que en homenaje de gratitud palpita en toda la América Hispana y sobre todo en la Venezuela Rehabilitada, con motivo del Primer Centenario de la muerte del más grande de los Libertadores.

         Venezuela, patria afortunada del héroe; la primera en el sacrificio supremo por la Independencia; la que prestó el mayor contingente moral y material al servicio de la causa, la más grande y más razonable que se conoce dando no sólo sus ejércitos ni su bandera, la que durante 17 años significó la liberación y la gloria; sino, por el alto honor que tiene de ser la patria del hombre de los hombres (expresión del bravo General Córdoba) y ser desde luego, la cuna del héroe de tan magnífica epopeya.




                                               
















ONOTO

         No existe archivo que pudiera suministrarnos los más remotos datos. Según la tradición fue fundado el pueblo de Onoto en el año de 1801 y sus primitivos fundadores se cree fueron indígenas de las tribus denominadas “Los Palenques” y “Los Guaribes”. Concretándonos a los apuntes históricos que en el año de 1899 publicara en “La Idea Religiosa” nuestro coterráneo Pbro. José R. Medina (q.e.p.d.) y otros datos recogidos de particulares, narraremos aquellos puntos más interesantes.
         Onoto figura con el nombre de Distrito Cajigal, en memoria del insigne matemático Juan Manuel del mismo apellido, una de nuestras entidades científicas, y fue uno de los Cantones o Departamentos más poblados de la antigua Provincia de Barcelona. Sus parroquias eran: Onoto (la capital), San Lorenzo, San Pablo, Guaribe, Carrizales, La Encantada y Guanape. Cuando Clarines fue elevado a la categoría de Departamento (hoy Distrito Bruzual), hubo por necesidad, que mutilar a Onoto y Píritu, quitándole al primero las parroquias Carrizales y Guanape, y al segundo, Sabana de Uchire. Como Onoto fue fundado posteriormente a lo que se llamó Misiones o Doctrinas, quedó por consiguiente, exento de resguardo como los demás pueblos.
         Con la nueva Ley de División Territorial ganó inmensamente, pues le entraron, por el Oeste, como doce leguas, más o menos, de feracísimas montañas y multitud de boquerones cubiertos de carrizos propios para la cría. Fue entonces (1856) que un propietario de Onoto propuso en compra acusando ante el Gobierno Nacional una extensa faja de tierra cuyos linderos y demarcaciones eran los siguientes: Por el Norte, quebrada de “Palma”; por el Sur, Boca de La Culebra o Quebrada Santa Ana; Por el Este, río Unare, y por el Poniente, montañas de “Tamanaco” y “Guaribe”.
         Practicado el deslinde judicial, preparado el Agrimensor Público y operarios necesarios para la mensura, hubo esta de suspenderse pues se opuso a ella fuertemente el Concejo Municipal del entonces Cantón de Onoto. El Síndico Procurador, que a la sazón lo era el señor José de los Santos Borrego, introdujo un escrito y promovió una justificación “ad perpetuam”, cuyo expediente se supone se encuentra en el archivo de la Presidencia del Estado. El resultado de la gestión del Procurador fue que el señor Gobernador de la Provincia mandó, en vista del alegato y mérito que arrojaba el expediente, cuya tendencia era solicitar la claridad de las cuatro leguas de ejidos, tanto más, cuanto que por la antigua división, no estaba dilucidada la del rumbo Oeste (caballo de batalla de la oposición).
         Mandó el señor Gobernador de la Provincia a que se le diera al pueblo de Onoto sus cuatro leguas de ejidos, una por cada viento, partiendo, al efecto, la cuerda del centro de la plaza y que fueran tan exactas que por cualquiera una de las treinta y dos avas partes de los cuatro puntos cardinales, hubiera una legua completa. Del centro de la plaza se tiró la cuerda pasando al frente del cementerio y, vadeando el río Unare por el paso de “El Cují”, siguió Oeste franco y avanzó la legua como ocho metros más adelante de la quebrada de “Lagunita”, camino de Guaribe Tenepe. Por el Naciente llegó la legua hasta la montaña de “Tabirupa”, lindando con terrenos entonces del señor Amparan, vecino de Aragua de Barcelona. Por el Norte, como tres metros más acá de la quebrada de “Los Oficios”, rayanas con tierras entonces del señor General José Desiderio Trías, y por el Sur, camino del llano, cerca de Palmasola.
Así quedó nuestro amado pueblo con sus cuatro leguas de terreno, donde a maravilla pueden sus habitantes ensanchar sus industrias agrarias y pecuarias; pues no es de los pueblos comprendidos en la Ley de Resguardos de Indígenas, como ya se ha dicho. En este estado de cosas, y viendo el que se proponía comprar el terreno que no podía replicar -y quedando, por otra parte, mutilada la gran faja de tierra, sin los sitios de “El Caballo”, “Garrapata”, “Las Piedras”, “Rondón”, “Mamonal” y “Las Lagunitas”-, desistió de la empresa.
Como Parroquia Eclesiástica aparece Onoto desde 1822, porque en el primer libro de la misma que fue abierto por Fr. Juan Hipólito de la Cruz, en el año de 1830, y a los folios 81 y 82, se encuentran unas notas en que declara dicho sacerdote, que Fr. Juan González López decía que por no existir otro libro por haberlo destruído el comején, y a pedimento de su legítimo padre, hacía la copia de dos partidas de bautismo: siendo la primera la del niño José Félix, hijo legítimo del señor Pedro Álvarez Ron y María Remigia López de Álvarez, el cual nació el 20 de diciembre del año de 1822, y que fueron sus padrinos Manuel María Diez y María del Rosario Álvarez; y la del niño Dámaso José, que nació el 11 de diciembre de 1824, hijo de los mismos padres y padrino, con Juana Josefa Álvarez, por madrina, por lo cual se ve que no son los libros de 1830 los primeros, ni que Fr. Juan Hipólito de la Cruz haya sido (como se creía) el primer cura de la Parroquia.
En el Libro de Gobierno que fue abierto, por el ya dicho cura, en el mismo año y cerrado en el año de 1868, se encuentran documentos muy importantes: desde el nombramiento en Bogotá del Dr. Mariano de Talavera y Garcés, como Vicario Apostólico de esta Diócesis, hasta el Dr. José Manuel Arroyo y Niño.
En el Libro de Matrimonios del precitado año de 1830, se encuentra la partida del señor General José Desiderio Trías, quien fue nombrado por el Congreso Nacional el 11 de marzo de 1865, Segundo Vicepresidente de la República, y quien era natural de la Villa de Urica,  hijo legítimo de José Antonio Trías y Josefa Antonia Guzmán. Casó en esta población el sábado 2 de enero de 1830 con Francisca Gómez, hija legítima de Fernando Gómez y Dionisia Álvarez Ron, fueron testigos Pedro Álvarez, José Arzola y José Rafael Ron, y los casó el ya mencionado cura Juan Hipólito de la Cruz.
Volviendo a la señora Francisca Gómez de Trías diremos que era esta, tía de la honorable señora Benita Gómez, quien ejerció su influencia con Monseñor Arroyo, a su paso por esta población, a favor del niño Adrián María Gómez, quien por su talento y eximias virtudes se ha elevado hasta ocupar, como ocupa hoy, el Deanato de la Santa Iglesia Catedral de esta Diócesis.
El Padre Juan Hipólito de la Cruz hizo en menos de año y medio que duró en esta población, 450 bautismos, 65 matrimonios y 18 entierros, cifras verdaderamente elevadas para una parroquia en formación, pero que dicen claramente de lo poblado que eran estas hermosas regiones y de los principios morales y cristianos de sus habitantes.
El 27 de octubre del año 1843 llegó a esta población, en visita pastoral,  el Ilustrísimo y Reverendísimo señor Obispo de la Diócesis, Dr. Mariano Fernández Fortique, y permaneció tres días; y visitando el templo lo encontró en el estado más lamentable de abandono, así por el edificio material, que era de bahareque, muy pequeño, cubierto de paja y extremo deteriorado, careciendo por completo de ornamentos y alhajas para la celebración del culto divino; y para remediar esta grave necesidad, el Sr. Obispo convocó, por órgano del señor Jefe Político, una reunión de vecinos, manifestándoles que aquella reunión tenía por objeto el laudable propósito de levantar un nuevo templo, más grande, más sólido y cubierto de tejas, a cuyo efecto nombró el prelado una junta compuesta de los señores Cirilo Torrealba (Jefe Político del Cantón), del señor cura José González, y de los señores Pedro Amparan, José M. Guzmán y del Secretario Municipal Gerónimo Gómez Álvarez y como Tesorero, el señor Francisco Aguilar.
El Gobierno de la Provincia contribuyó con la cantidad de cien pesos, los cuales depositó en poder del mencionado cura González, e inmediatamente se abrió una suscripción popular con muy buenos resultados, y se dio principio a la demolición del viejo templo y construcción del nuevo, el cual quedó terminado el 6 de septiembre del año 1866, o sea, 23 años después; y pavimentado el 20 de mayo de 1868. Los principales benefactores de esta obra fueron: los señores Pedro Fortunato Battistini, Esteban Quaglia, Vicente Pieretti, Cecilio Salazar y Ramón Casañas.
El 8 de enero de 1909 se dio principio a la construcción del nuevo templo parroquial, el cual está ya casi terminado, faltándole únicamente el segundo cuerpo de la torre y el altozano. Es bastante regular, casi todo de mampostería, con el pavimento de cemento romano y organizado de un todo para la celebración del culto divino. Hasta el presente se ha gastado casi Bs. 50.000, habiendo contribuido el gobierno nacional con la cantidad de diez y seis mil bolívares, y con importantes dádivas del comercio de Caracas y muchos particulares del interior de la República.
La Casa de Gobierno es también de bastante importancia, es propiedad de la municipalidad y en ella funcionan ampliamente todas las oficinas públicas del Distrito. En la administración del General Lino Díaz, hijo, fue reconstruida por completo, invirtiéndose la cantidad de Bs. 10.000.
Debido a los esfuerzos de la Sociedad Adoración Perpetua, presidida por la honorable matrona doña Antonia de Quaglia, se dio principio el 30 de enero del año 1904, a un cementerio de mampostería, el cual quedó terminado en el mismo año. Para esta humana obra contribuyó Monseñor Durán con el producto de las confirmaciones, a su paso por esta población, en visita pastoral; y la puerta de hierro, muy buena, que ostenta, la regaló el General Clemente Parparcén; el costo total de esta obra fue de Bs. 16.000. Esta Sociedad Adoración Perpetua ha trabajado siempre, y trabaja, por el bien moral y material de esta población.
El día 27 de octubre de 1843, como dijimos atrás, llegó a esta población el Ilustrísimo y Reverendísimo, Señor Obispo de la Diócesis, Dr. Mariano Fernández Fortique, y permaneció tres días. Este fue el prelado que, con fecha 22 de mayo del mismo año, ordenó celebrar a toda su jurisdicción, y con la mayor solemnidad, las clásicas fechas de nuestra Independencia: el 19 de abril y el 5 de julio, tributando así al Todopoderoso, que se dignó coronar con la victoria, el esfuerzo titánico de las huestes libertadoras, en la lucha sangrienta contra España.
Tres veces visitó esta Parroquia Monseñor Manuel Arroyo y Niño. La primera vez en 1858, hizo 974 confirmaciones; la segunda vez, también en este mismo año, realizó 877, pues solamente en los vecindarios “Paso de Guanare”, “Los Barrancones” y “San Pablo Viejo”, hizo 400, y aquí el resto. Y la última vez, en 1878, hizo muchísimas, pero no fueron anotadas porque dicho prelado no llevaba un familiar a propósito.
El 7 de octubre de 1896 visitó esta población el Dr. Antonio María Durán, acompañado de los doctores José Ignacio Certad  (Canónigo de Mercedes), y Régulo Franquis (también canónigo y Secretario del Obispo), y de los señores General Zenón Carpio (Jefe Civil de este Distrito), Narciso I. Mata Armas y Juan José Espinoza. Duró esta visita nueve días y se hicieron 1215 confirmaciones (cuyo producto, como se dijo anteriormente, fue cedido generosamente por el prelado guayanés, para la construcción del cementerio).
El 9 de noviembre de 1911 visitó esta población el Dr. Arturo Celestino Álvarez (Obispo del Zulia para ese entonces, hoy lo es de Calabozo), hizo 747 confirmaciones.
El 1 de Junio, y como Administrador Apostólico de la Diócesis, visitó esta población el Dr. Sixto Sosa (actualmente es Obispo de Cumaná), se le tenía preparada una solemne recepción, la que no se pudo efectuar por haber llegado aquella misma mañana una fuerza revolucionaria que sólo ocupó la plaza dos horas, llegando el mismo y siguiente días las fuerzas del gobierno.
El 22 de enero, y ya como Obispo titular de la Diócesis, visitó nuevamente esta población Monseñor Sixto Sosa, acompañado de los familiares ordenados del Seminario Metropolitano de Caracas, Pedro José Clavier y Luis María Díaz; habiendo llegado dos días después, para ayudarle en la Santa Pastoral visita, el joven Sacerdote Enrique Rodríguez Álvarez, quien a la sazón se encontraba en la vecina población de Zaraza, acompañando a Monseñor Álvarez, pues el cura de la Parroquia, Pbro. José Antonio Sabino Sánchez, se encontraba enfermo en Píritu.
El 18 de Diciembre de 1925, acompañado por el Pbro. J. M. García y por el señor D. Antonio Pieretti, Primera Autoridad Civil de este Distrito, hizo su entrada en esta población el Ilmo. y Rvdmo. Dr. Miguel Antonio Mejía, dignísimo Obispo de esta Diócesis, dándole la bienvenida, a nombre de Onoto, la agraciada señorita Juanita Velásquez Guevara. Duró la Santa Visita tres días y en ella se practicaron confirmaciones y ejercicios espirituales; también encareció muchísimo el Prelado, la conservación y celo de la Cofradía Adoración Perpetua y demás sociedades de la Parroquia. Muy breve fue esta visita de Monseñor Mejía, pero bastante fecunda en toda clase de bienes.   
Los sacerdotes en propiedad, interinos, auxiliares y accidentales que ha tenido esta Parroquia desde su fundación, son los siguientes: Fr. Juan González López (interino): 1822 a 1829. 2° Fr. Juan Hipólito de La Cruz (interino): 1830 a 1832. 3° Juan José García y Oliva (auxiliar): noviembre 1832 a diciembre. 4° Pbro. Manuel Ruiz (interino) 28 de octubre de 1833 a 2 de diciembre del mismo año. 5° Fr. Tomás Barreto, (accidental) 16 de febrero a 15 de noviembre de 1834.- 6° Fr. Juan Abreu (accidental) 23 de noviembre de 1836 a 13 de agosto de 1837.- 7° Dr. José Vicente Polacre (accidental) agosto de 1838. 8° Pbro. Claudio García (interino) 1° de setiembre de 1838 a 18 de julio de 1844.- 9° Pbro. Diego Antonio Herrera, Setiembre de 1844 (no ocupó el curato, por fallecimiento).- 10° Pbro. José González, (en propiedad) 28 de diciembre de 1843 a 3 de agosto de 1848.- 11° Pbro. José María Toledo (interino) 24 de octubre de 1846 a 1850.- 12° Fr. Zenón Arens, 6 de enero de 1850 a 16 abril.- 13° Fr. Francisco Aguilar (interino) 1° de setiembre de 1850 a 17 de marzo de 1852.- 14° Pbro. Luis Esteban Yánez, (interino) 28 de marzo de 1852 a 26 de junio de 1857.- 15° Pbro. Manuel María Loaiza (accidental) 4 de noviembre de 1857 a 3 de diciembre.- 16°  Pbro. Bernardo P. S. Lorrain (ocasional) 5 a 10 de marzo de 1867.- 17° Pbro. José Manuel Hernández (interino) 1° de octubre de 1867.- 18° Pbro. José Gómez de Saa (interino) 2 de setiembre de 1867 a 17 de agosto de 1868.- 19° Pbro. Miguel Rojas (interino) 25 de julio de 1869 a 11 de noviembre de 1876.- 20° Pbro. Fermín Romero González (accidental) noviembre 28 de 1876 a 14 de mayo de 1878.- 21° José Ramón Medina (Diácono con autorización de Párroco) 23 de junio de 1878.- 22° viembre de 1880 (interino) (sic).- 23° Pbro. José Manuel Parés (interino) 29 de abril de 1880 a 6 de febrero de 1882.- 24° Pbro. José Ramón Medina (auxiliar) junio de 1882.- 25° Pbro. Tomás Rodríguez (interino) 23 de noviembre de 1884 a 11 de octubre de 1888.- 26° Pbro. José Antonio Sabino Sánchez (interino) 30 de setiembre de 1889 a 23 de marzo de 1893.- 27° Pbro. Pedro J. Camargo (accidental) 26 de agosto de 1893 a 22 de abril de 1894.- 28° Pbro. Rafael Mora (interino) abril de 1897.- 29° Pbro. José Antonio Sabino Sánchez (interino) 20 de octubre de 1897 a 11de febrero de 1907. 30° Pbro. Gaetano Avella (auxiliar) 12 de mayo de 1907 a 28 de mayo de 1911.- 31° Pbro. Rafael Romero González (autorizado) noviembre y diciembre de 1911.- 32° Pbro. J. L. Ortiz (Teniente-cura de Zaraza autorizado) 1912.- 33° Pbro. Domingo Prelaza, ídem, ídem. 1913.- 34° Pbro. Antonio Sibelo, ídem. Ídem. 1916. 35° Pbro. Federico G. Sieg (interino) 1916 a 1917.- 36° Pbro. Enrique Rodríguez (accidental) 1920.- 37° Pbro. José Antonio Sabino Sánchez (interino) 1922 a 1926.- 38° Fr. Pablo Grabalo, Agustino (accidental) 1927.- 39° Pbro. Manuel Acereda La Linde (interino) 26 de marzo de 1928 a 1930.
Desde el año 1854 existe una casa parroquial que aún se conserva en muy buenas condiciones y la cual es residencia de los curas que sirve a la Parroquia.
Las Sociedades Religiosas que ha tenido y tiene la Parroquia son las siguientes: Nuestra Señora de las Mercedes, mixta en su fundación y la más antigua que se conoce, fundada por el padre José Ramón Medina el año de 1882 y años después, debido a su completa extinción, la reinstaló con señoras y señoritas, el Pbro. José Antonio Sabino Sánchez y aún existe. El Crucificado (esta ya no existe) fue una de las que mas cooperaron al fomento del templo y a ella se le debe la compra de varias y hermosas imágenes. Fueron sus fundadores: Vicente Pieretti, Pedro Ignacio Battistini, Pedro Domínici, Ignacio Antonio Battistini, Lorenzo A. Salazar y otros. La Adoración Perpetua como se ha dicho anteriormente, siempre ha trabajado en el bien moral y material de esta población. La del Patriarca San José que aunque con mucho trabajo, todavía se sostiene. La de San Juan y la de Nuestra Señora del Rosario ya no existen. Hay el propósito de instalar una de niños y niñas del Sagrado Corazón, pues en su último viaje a la capital de la República que hizo doña Antonia de Quaglia, una hija del Dr. Luis Chacín Itriago (entonces Director de la Sanidad Nacional), la regaló para este templo, una preciosa y moderna imagen.
         Las demás parroquias que componen el curato de Onoto, son: San Lorenzo, que fue muy importante en época de la colonia, pues todavía se ven restos de su antigua grandeza; el templo que estaban fabricando los españoles, de sólida mampostería y en forma de rotunda, todavía conserva casi intactos los muros construidos, y el Arcotoral desafía inconmovible las injurias del tiempo y de los hombres. Cuando visitó aquella parroquia Monseñor Mejía, hizo tomar las medidas de este artístico edificio, que estará pregonando en los siglos venideros, el poder y catolicidad de nuestra Madre Patria. Todavía el año de 1868 era importante esta Parroquia, pues en este año fue nombrado por el Obispo Diocesano, cura interino de ella, el Pbro. Diego A. Calderón, quien se encargó también como auxiliar, de la Parroquia de La Margarita, perteneciente al Vicariato de Aragua y por renuncia de Fr. Bernardino de San Hipólito; también ocuparon este Curato de San Lorenzo, el padre Miguel Rojas y el padre José del Carmen Caraballo, quien está enterrado frente al altar mayor de la Iglesia de Píritu. El Patrono del pueblo es San Lorenzo, del cual hay una imagen muy antigua.
         San Pablo también fue importante en época de la colonia como lo atestiguan los muros de una Iglesia que construían también los españoles, cuando sobrevino la guerra de independencia. El Patrono es San Pablo Apóstol, del cual hay una imagen antigua, de madera y buena; hay también un cáliz, una custodia, un incensario y otras cosas más que pregonan su antigua grandeza. Esta Parroquia fue puesta en posesión de sus Resguardos Indígenas durante los días 12 y 13 de junio de 1783, por funcionarios del gobierno español.
         El año de 1927 y en jira de su sagrado ministerio, por esta parroquia y la de San Lorenzo, enfermó de gravedad, el Pbro. Sabino Sánchez, Venerable Cura de esta Parroquia, y puesto en hamaca, fue trasladado a Puerto Píritu, donde falleció el 28 de febrero del mismo año y enterrado en el Cementerio del pueblo de Píritu; había sido nombrado Cura de esta su primera parroquia, el 27 de agosto de de 1889 por el Dr. Juan Francisco Avís, Deán de la Santa Iglesia Catedral de Guayana y Vicario Capitular Gobernador del Obispado en Sede Vacante; hizo sus primeros estudios eclesiásticos en el Seminario de Calabozo, con Monseñor Salustiano Crespo, y los terminó en Ciudad Bolívar; siendo ordenado en Caracas el 29 de junio del ya mencionado año, por el Dr. Críspulo Uzcátegui, Dignísimo Arzobispo de Caracas y Venezuela. Este virtuoso sacerdote (de grata memoria) fue de fe inquebrantable y de humilde adhesión hacia sus superiores. Sin duda ha sido uno de los mejores sacerdotes que ha tenido Onoto y por eso la generalidad de los que fueron sus queridos feligreses, siguen adelante la senda luminosa de virtudes cristianas que él les trazara para alcanzar la salvación eterna.
         El año 1888 desempeñaba en la capital del Estado, las funciones de Delegado Nacional el Dr. Fernando Arvelo, elemento competente en asuntos militares, quien era secundado eficazmente por los Generales Domingo Castro, García Gómez, Santos Carrera y Hernández Ron. Destruyó la importante facción revolucionaria que comandaba el prestigioso General José Amparan, en el sitio “Los Estanques”, entre San Lorenzo y San Pablo.
         La Encantada (Cedeño) pertenecía antiguamente a la Arquidiócesis de Caracas y era administrada por el cura de Río Chico.
         Guaribe, a pesar de ser la población bastante pequeña, es la parroquia, que después de Onoto, tiene más habitantes y goza de fama de ser lugar de buen temperamento; es rico en agricultura, principalmente en tabaco, cuyo producto, tiene muy buena aceptación en los mercados de Caracas y La Guaira y a cuya siembra se dedican la mayor parte de sus laboriosos moradores. La iglesia es todavía de techo pajizo, y da lástima confesarlo, que habiendo, como hay elementos importantes en tan rica región, se encuentre este pueblecito tan atrasado.
         Hay en el archivo de nuestra parroquia 25 libros:  12 de bautismos, 3 de entierros, 3 de matrimonios, 3 de gobierno, 2 de confirmaciones y 2 más pertenecientes a la parroquia de La Margarita, que de seguro quedaron en este archivo, cuando esta pertenecía al curato de Onoto; uno es de bautismos y el otro de Matrimonios. En la actuación del Pbro. Manuel Acereda La Linde, como cura párroco, quedó compuesto y encuadernado este Archivo; pues dicho sacerdote, se ocupó con mucho entusiasmo y diligencia de estos libros, componiéndolos, ordenándolos, paginándolos, cociéndolos, forrándolos, rotulándolos y poniéndoles notas claras y concisas, fruto de sus estudios y práctica, pues se ve que los hojeó uno por uno, para así poderlos relacionar y facilitar su estudio y manejo. Bien por el Archivo de la parroquia y también, por el Pbro. Acereda La Linde.
         La primera escuela de que tenemos informe, fue regentada por un matrimonio, cuyo maestro se conocía con el sobrenombre de “Cáncamo” y la señora de nombre Bonifacia. Después fue regentada por un señor Alzola y luego, por un señor Ezequiel Pérez y Farfán. A este siguieron: Francisco Antonio Díaz, Santos Lusinchi, José María Álvarez, primer maestro de instrucción primaria; Eduardo Grade, del año 1878 al 1879. Ricardo Castro, 80 al 82. Pedro F. Pérez, 83. Ángel María Gutiérrez González, 84 al 85. Adolfo Fermín, 86. Fortunato Pomonti, 87. Lorenzo A. Salazar, 88 al 94 y de 1903 al 1920. Luis Felipe García Ramírez, 1895 al 1902. Br. Juan de Dios Guarirapa, de 1920 al 1922. Br. Nicolás Lárez, de 1922 al 1924. N. Jiménez, 1924 al 1925. Pedro A. Gómez, 1925 al 1926. Cruz María Morales, 1926 a la actualidad.
         Escuelas de niñas: Preceptoras: Mariana de Álvarez, Elisa de Gutiérrez, Ursula Rodríguez, Rosalía de Fermín, Carmen de Pomonti, Magdalena de Díaz, Josefa Castro, Rafaela Fermín, Juana de Acosta, Juliana de Ramírez, María de Parparcén, Ana de Calatrava, Rosa de Zamora, Ignacia Mata de Aguirre y Argelia Solórzano.
         Fundaron escuelas secundarias los hermanos Br. Francisco R. Battistini e Ignacio Antonio Battistini, quedando la dirección del plantel a cargo de este último, por separación de aquél y cuyos resultados del todo satisfactorios son demasiado conocidos, dada la competencia intelectual de sus directores.
         También ha venido funcionando con muy buenos resultados, la escuela particular, que hace tiempo dirige en esta población, la señora María del Rosario Velásquez de Anchieta.
         La única imprenta que ha tenido esta población fue regalada por el gobierno del Estado, el año 1893 y en ella se publicó un periódico, de nombre “El Principio”, cuyo redactor lo fue el señor Narciso I. Mata Armas, natural de Píritu y quien también estableció una Escuela de Música, con resultados satisfactorios.
         Onoto ha sido siempre exacto en prestar su apoyo y contingente a los gobiernos. A mediados del siglo pasado, figuró el Batallón “Onoto” con gran nombradía, en el Ejército Nacional y con aguerridos jefes que iban y no mandaban.
         Dividiremos en tres grupos las personas de alguna importancia que han nacido aquí y las que se han radicado: Del año de 1801 a 1850, D. Feliciano Ancheta, vino de España casado con Dña. Ana Paula del Castillo, cuyos hijos fueron: D. Gil, D. Rafael, D. Pedro, Dña. Micaela y Dña. Ursula. D. Gil tuvo los hijos siguientes: Dñª Rufa, Dñª María Josefa, Dñª Dolores, D. Paulino y Dñª Camila, quien casó con D. Francisco Pérez (natural de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias), de quien una de sus hijas, Dñª Carmen, casó con D. Vicente Pieretti (natural de Luri, Córcega, Departamento Francés); General José Desiderio Trías, ocupó como dijimos anteriormente, la 2ª. Vicepresidencia de la República (regaló las campanas de la Iglesia Parroquial, el año 1835, y se conservan en perfecto estado); Pedro Miguel Amparan (Comandante de la Gran Colombia); José Miguel Ron, Vicente Velutini, Juan José Hernández, Francisco Aguilar, José Francisco Montenegro, José Manuel Guzmán, Dionisio Gutiérrez, Vicente Ferrer de Armas, Julián Camero, Vicente Borrego, José María y Antonio Fariñas, Pedro José Rodríguez, Francisco Antonio Ron, Manuel María Diez, Miguel Lorenzo Ron, Juan Antonio Ron, José Arzola, Vicente de Armas, José Manuel Ron, Pío Moleiro, Francisco María Camero, los Torrealba, Isidro Cayamo, Santiago Villarroel, Gerónimo Gómez, José María Villegas, Lorenzo Rodríguez y Blas Rodríguez, quien junto con el indio Juan Atopo, sirvió bajo las órdenes del Libertador.
         Del año 1850 a 1900, Pedro Fortunato Battistini, Esteban Quaglia, Vicente Pieretti, Pedro Domínicci, Ramón Casañas, Pedro Ignacio Battistini, José Cervoni, Francisco Pérez, José Vicente Borrego, Francisco Julián Pérez, Luciano Zerpa, Gabino Borrego Zerpa, Escolástico Medina, Claudio A. Velásquez, Francisco Pérez, A. Pedro Gómez C., Pablo Villarroel, Cecilio Salazar, Pedro Pablo Anchieta, Tomás Córdoba, Pedro Celestino Azuaje, Leandro Azuaje, Juan Antonio Barrios, Tomás Barrios, Anselmo Barrios, Pedro María Aguilar, Vicente Noriega, Dr. José Manuel Padilla, Carlos Padilla, Dr. Joans González,  Dr. Ramón Hernández Matute, Dr. Gómez Izazi, Dr. Rojas Camacho, Dr. P. Caminero, Vicente Hernández Rojas, Juan Bautista Sisco, Levi Sisco, Juan Bautista Sisco, hijo, Manuel López Álvarez, Pedro Díaz Franco, Hermanos Rojas, Lorenzo Villegas, Dr. José María Montbrun, Dr. Francisco Troconis, Deogracia La Riva, González Baca, Antonio María Salazar,  José María Aguirre, Gregorio Valera, Nicolás Contreras A., Enrique Rodríguez, José de Jesús Pérez, Adolfo Fermín, José Mª Borrego, Julián y Hermanos Borrego, Rafael Vega, José R. Meza, Hermanos Ancheta y Velásquez, Juan N. Guevara, Rafael y Antonio Vte. Pieretti, Eliseo y Mercedes Acosta, Modesto y Hermanos Calma, Eulogio Zerpa y hermanos.
         Entre los elementos más importantes de 1900 a esta parte, se encuentra: Dr. Pedro Ignacio Battistini, doctor en letras, quien ejerce en Europa, Tony Andreani Pieretti, muerto gloriosamente en los campos de la Francia (era hijo de madre venezolana y se crió en este pueblo de Onoto). Con motivo de la muerte de este joven, su Oficial Mayor escribió a su tío, lo siguiente: “Señor: estando el Capitán de permiso, en el momento en que nos llega vuestra carta, es a mí a quien toca contestarla. Y lo hago con tanto agrado cuanto que yo tuve e vuestro querido sobrino en una sección en la cual pude muchas veces apreciar sus cualidades de corazón y de bravura. Él me había abandonado voluntariamente para entrar en la Dección d’elite (destacamento encargado de movimiento a golpe de mano) y él cayó antes de haber podido participar realmente en la misión reservada ese día a esta sección; esta misión, por lo demás, no pudo ser cumplida. Yo no estaba cerca de vuestro sobrino en el momento en que cayó pero se que participó tan bravamente como siempre, en casos semejantes. Él nada sufrió, pues fue muerto en el acto. Ha sido identificado y reconocido por nuestro Capellán (este ha tomado su cruz de guerra para enviarla a la familia del señor Andreani). Vuestro sobrino cayó el 17 de abril y fue inhumado algunos días después en el Cementerio de Vovau Arago, trinchera 3, número 22, a 4 kilómetros del caserío Thuisy, en los alrededores de Reims. Yo lamento vivamente al bravo soldado Andreani a quien había hecho mencionar en Verdúm el año pasado por la tenacidad con que sostuvo su puesto de centinela bajo el más violente bombardeo. Y lo citaré como ejemplo a los antiguos soldados, quienes lo admiraban. La muerte lo ha escogido. Nosotros nos preguntamos si ella no se esfuerza siempre en escoger los mejores. Aceptad, señor, mi más sincera condolencia y decid a los pobres padres de vuestro sobrino, que yo participo de su duelo.- G. Veret”. La mención en la orden del día, de la brigada, se expresa: “Soldado excelente, de un coraje muchas veces puesto a prueba, voluntario para todas las misiones peligrosas. Herido mortalmente el 17 de abril de 1917 en el curso del ataque a las trincheras enemigas”. Duerma en paz el joven héroe. Dr. José Manuel Cervoni, de la Universidad Central, ex-Asistente de los Hospitales de Urología de París, actualmente residenciado en Caracas, con Clínica Especial. Br. Rafael Vicente Andreani Pieretti, estudiante de Medicina, en la misma Universidad. Rafael Vicente Pieretti Padilla, estudiante del Colegio Salesiano de Caracas. Diógenes Morales Escobar, Seminarista en el Seminario de Cristo Rey de Ciudad Bolívar. Oracio Almeida y Juan de Jesús Espinoza Álvarez, de la Escuela Federal Graduada de Zaraza. Pedro Antonio Cabeza Salazar y Cecilio Salazar Velásquez, de la Escuela Graduada de Puerto Píritu. María Pieretti Padilla, del Colegio de la Consolación de Barcelona, y Miguel Ángel Rodríguez Santaella, residente en Caracas, de sentimientos artísticos y pensar profundo en la pintura.
         De las personas que más se han ocupado del progreso de este pueblo, puede citarse en primer término, a Dª. Antonia Manuela Aguilar, viuda del culto caballero italiano, D. Esteban Quaglia. Para delinear la personalidad de esta honorable matrona, sería necesario escribir largas páginas: más de medio siglo a la cabeza del progreso moral y material de este su querido pueblo; muchas veces con el prestigio de su nombre se han conseguido recursos monetarios para invertirlos en obras de progreso local. De modo que  en casi todas ellas ha colaborado y es por eso y por las prendas cultas de su carácter que goza de general estimación y aprecio.
         En el sitio Canillal, perteneciente a esta jurisdicción, y en un rancho de paja, propiedad de un tal Guerra, fue donde un campo volante, perteneciente a las fuerzas del General Monagas, hizo prisionero al guariqueño realista Pedro Juan Olivares, quien después de la derrota que le había dado el bravo Campo Elías a su jefe Boves, en el sitio memorable de Mosquiteros, buscó estos lugares, con el propósito de incorporarse con los realistas de Oriente. Conducido a la presencia del Jefe patriota, confesó su falta y fue perdonado. No era venezolano, y desde luego, no formaba parte de la gran familia americana, para la cual, el futuro Libertador, había consejado, que se guardara toda clase de consideraciones, a fin de crear opinión libre y erigir espíritu nacional. Después de la muerte de Boves, en Urica, vuelve Olivares a sus lugares y es allá, sobre la verde llanura y bajo el cielo azul, que cual otro Reyes Vargas (aquel famoso guerrillero), que comprende al fin lo grande y hermoso que es sacrificarse por la Patria.
         También Onoto ha tenido sus poetas; entre ellos citaremos a Don Pedro Rodríguez (a) Ño Pedrote, que era natural de Santa Lucía, y en una expedición militar por las orillas del Unare, desertose y fijó su residencia en este lugar, donde vivió más de 50 años. Una de sus mejores producciones literarias fue “Domésticas y Bíblicas”, cuyo preámbulo dice así:

“Pasto han de ser, pero darán cogote,
Al crítico que en ellas se cebare;
Son manojo de verde gamelote,
Recortado a machete en un vegote
Del palúdico valle del Unare.

         Las autoridades Políticas y Civiles que ha tenido el Cantón, hoy Distrito, son las siguientes: Francisco Antonio Ron, Manuel María Diez, Pedro Miguel Amparan, José Desiderio Trías, Francisco Mª. Camero, Cirilo Torrealba, Isidro Cayamo, Santiago Villarroel, Gerónimo Gómez, Lorenzo Rodríguez, Anastasio Villegas, Modesto Calma, Ángel Guevara, Antonio Mejía, Ricardo García, Francisco Marea, Zenón Carpio, Manuel Bustamante, Clemente Parparcén C. (fue Vicepresidente y Encargado de la Presidencia del Estado), Pedro Gómez G., Juan José Espinoza, Martín Serrano, Rafael Cabello, Diego Navarro, Hermes Valbuena Calcaño, Rafael Reyes, Ovidio Adrián Marrero, Francisco Herrera Castillo, Gregorio Olivo, José Isabel Guarirapa (2ª. Vez), Nicolás Contreras Almeida, Clemente Parparcén, Pío C. Yaguaracuto, Clemente Parparcén M. (2ª vez), Br. Francisco Castro Guevara, José Gabriel Terán, Cipriano Somoza Alarcón, Antonio Díaz, Francisco Samuel Lara, Manuel Coll, Tomás Meneses, Paúl Vizcaya A., Juan de Jesús Leal, Pedro Paulini, Maximiliano García, Felipe Segundo Arreaza y Virgilio Heredia.  
         Los comerciantes actuales son: Jorge Andreani, Fabián R. Maza, José Mª Aguirre, Rafael Pieretti, Vicente L. Velásquez, M. S. de los Ríos, José Ramón Meza, Jesús Villasana, Pedro Jacinto Añón, Pablo Lanza, Eleazar Malavé, Rosalino Cabeza, Ernesto Ramón Gómez, Arturo Morales Escobar, Luis José Sabino Méndez, Bernabé Blanca y Rafael Rodríguez.
         Las carpinterías, sus dueños son: Policarpo Jiménez, Eduardo Valladares Silva, Pedro Jacinto Añón,  Rosalino Cabeza, Gerónimo Gómez, Juan Neponucemo Rendón.
         Albañilerías: Francisco García, Celestino Gómez, Jesús Osorio y Juan N. Rendón.
         Posesiones agrícolas pecuarias de Onoto: Machaguas, Bs. 160.000 (dueño) Manuel Felipe García D. Maraca, Bs. 50.000 (dueño) Vicente Bocco. Sabana Grande, Bs. 60.000 (dueño) F. D. Alfonso. El Pegón, Bs. 40.000 (dueño) Pedro Anchieta. La Enea, Bs. 40.000 (dueño) Sucesión Espinoza. La Veguita, Bs. 50.000 (dueño) Sucesión Pieretti. El Caribe, Bs. 40.000 (dueño) Juan N. Guevara. Palmasola, Bs. 25.000 (dueño) José María Aguirre. La Guajira, Bs. 25.000 (dueño) Fabián R. Maza.  Caño de Nieve, Bs. 12.000 (dueño) Enrique Rodríguez.
         En el año 1927, una terrible creciente, que destruyó todas las sementeras que estaban en las orillas de las vertientes y las aguas del río Unare, llegaron a cien metros del centro de la población, causando muchas pérdidas de consideración, entre ellas, un ahogado y 18 casas (destruidas).
         Las producciones naturales de Onoto, son las siguientes: Maíz, Algodón, Caña de Azúcar, Tabaco, Arroz, Yuca, Bananos, Caraotas, Frijoles, Aullamas, Ñames, Ocumos, Batatas, Pepinos, Berenjenas, Tomates, Pimientos, Ajíes, Patillas, Melones, Piñas, Naranjas, Limones, Mandarinas, Mereyes, Guayabas, Guanábanas, Lechozas, Higos, Grosellas, Tamarindos, Mangos, Cerezas (criollas) y Quizandas.
         Plantas forrajeras: Gamelote, yerba del Pará, yerba de Guinea, Guarataro, Gamelotilla y paja cabezona.
         Plantas Medicinales: Albahaca, Ajonjolí, Amapola. Bejucos: del Diablo, de Reuma, de Cadena, de Sangre y Peonía, Paragua, Bretónica, Brusca, Caña de la India, Celedonia, Cocuiza, Pellejo de Indio, Camoco, Artemisa, Cadillo de Perro, Cuspa, Cruceta Real, Cariaquito, Chiquichique, Cañafístula, Cancanapire, Escobilla, Espadilla, Esponjilla, Escorzonera, Fregosa, Jengibre, Guaco, Guapote, Grama, Granada, Guaritoto, Guanábano cimarrón, Borrajón, Raíz de Mato, Lombricera, Golondrina, Guásimo, Juan de la Calle, Limón, Llantén, Merey, Mapurite, Mapuritico, Maya, Malva, Mastranto, Naranjas amargas, Ñongué, Ojo de Zamuro, Orégano, Pira, Pasote, Picapica, Palotal, Picatón, Parapara, Quimbombó, Retama, Salvia, Rabo de Iguana, Yerba Salvaje, Ruda, Santamaría, Tuna, Tiña, Túa túa, Tamarindo, Tártago, Verdolaga, Yerbamora, Yierbabuena y Zábila.    
         Maderas: Acapro, Alatrique, Apamate, Araguaney, Barbasco, Birote, Cachimbo, Candelo, Carnestolendo, Caro, Cartán, Cascarón, Caruto, Cedro dulce, Ceiba, Cereipo, Cerezo, Coco de mono, Coloradito, Cotoperiz, Cují negro, Cují hediondo, Chara, Chinchorro, Chupón, Cojón de berraco, Dividive, Granadillo, Guásimo cimarrón, Guamo, Guarataro, Hayito, Jabillo, Guasdua, Jobo lechero, Majomo, Manidote, Mora, Masaguaro, Matapalo, Naranjillo, Olivo, Palma, Paraguatán, Pardillo, Paují, Roble, Samán, Sangre de Drago, Taguapire, Taparo, Trompillo, Tarare, Urape, Uvero, Uverillo y Yagrumo.
         Ganados: Vacuno, Caballar, Mular, Asnal, Porcino y Cabrío: Venado, Tigre, León, Oso Palmero, Oso Hormiguero, Lapa, Váquiro, Acure, Cachicamo, Onza, Cunaguaro, Conejo, Rabo Pelado, Mapurite, Zorro y Morrocoy.
         Peces: Vagre, Guabina, Robalo, Sábalo, Busco, Bocachica, Tigrito y Panaque.
         Por último: En cierta ocasión llegó a esta localidad el Presidente del Estado, en visita oficial, y en su comitiva figuraba un literato, quien contemplando la tarde, dijo: “En Onoto los crepúsculos son bellos, grandes pinceladas de oro, uriente y primoroso, que enmarcado en extenso lienzo de vivísima luz, refleja un conjunto luminoso de encantadoras tonalidades”.
         Onoto se encuentra situado a la margen derecha del río Unare, a 40 metros sobre el nivel del mar, del cual dista 90 kilómetros. Su temperatura media es 30°.

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         Terminamos estos párrafos suplicando indulgencia por cualquier omisión involuntaria que hayamos cometido. El amable lector no debe ver en ello más que el deseo de dos humildes institutores en hacer algo que sirva como un recuerdo del primer centenario de nuestro gran Libertador, fecha que se ha podido conmemorar debidamente en esta República por en tesonero afán con que nuestros pulcros Magistrados Regionales, fieles intérpretes de las normas en que se inspira el presente régimen administrativo, corresponden al primer Gobernante en la ardua labor de regir sabiamente los destinos de la Nación, enrumbándola así por los amplios senderos del progreso, bajo la égida protectora de la paz.

         Onoto, 17 de diciembre de 1930.

                                                                                 CRUZ M. MORALES.

                  LORENZO A. SALAZAR


6 comentarios:

  1. Enteresante este trabajo de estos maetros que trabajaron en la poblacion de Onoto, Estado Anzoategui

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  2. Enteresante este trabajo de estos maetros que trabajaron en la poblacion de Onoto, Estado Anzoategui

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    1. Felicitaciones por este interesante trabajo de investigación. Sus aportes con datos bastantes precisos es una auténtica joya para quienes nos interesa la historia local, que sin lugar a dudas, es el punto de partida para los grandes hallazgos de historiadores, cronistas y genealogistas.

      Si me permite lo comparto en el blog de Algunas Familias de la Cuenca del Unare y la página en Facebook para darle difución.

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  3. Muy ilustrativo y enriquesedor del conocimiento sobre la historia de Onoto y su gentilicio, para los que como mi pesona necesitamos de ese saber...........atentamente Luis Eduardo Hernandez Rodriguez-Villarroel...Bisnieto de Clara Antonia Rodriguez nacida en 1866 en Onoto

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  4. Maravilloso viajar a nuestros antepasados,honor a Don Cecilio Salazar (bisabuelo) y Cecilio Salazar Velasquez (Papà)-

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